lunes, 19 de julio de 2010

LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES DE VINO DE BAJA CALIFORNIA


El cultivo de la vid dio comienzo, a mediados del siglo XVI, en el país llamado entonces Nueva España, en los alrededores de la capital del virreinato, en lo que ahora son los estados de Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Puebla. Posteriormente fue propagado ese cultivo a Coahuila y Baja California.
Se tiene la certeza, como asevera José Milmo, Director General de Casa Madero, que “El primer vino americano fue hecho por el grupo de colonizadores españoles que, en 1574, llegó al Valle de Parras en compañía del Jesuita Pedro de Espinareda. Ellos, al ver los manantiales de agua y la profusión de parras silvestres de la región, decidieron establecerse en el valle y fundar la Misión de Santa María de las Parras, en donde elaboraron el vino con las uvas cosechadas de las parras silvestres de la región. Lorenzo García, después de “haber sentado sus lares”, construido su casa y vivir de los frutos y cosechas de esa tierra, solicitó una “Merced” al Rey de España, misma que recibió en agosto de 1597”. A tan lejanos años se remonta la historia de la primera vitivinícola del continente americano, que hoy en día lleva el nombre de Casa Madero.
Por lo que concierne al cultivo de la vid, y consecuente elaboración del vino, en la península de Baja California, diré que en 1697 el misionero jesuita Juan María Salvatierra fundó la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó, en la costa del Gofo de California. Esta fue la primera misión permanente en aquellos distantes parajes, que fungió, durante varios siglos, como ciudad capital de ambas Californias, la Baja y la Alta, desde donde se habría de irradiar ese cultivo hasta las tierras más septentrionales, incluidas las misiones de la Alta California, a donde Fray Junípero Serra llevaría ese cultivo en el año de 1769, fundando misiones en las actuales ciudades estadounidenses de San Diego, San Francisco y Sacramento. Cabe agregar que los historiadores del vino en nuestro país aseguran que fue en la Misión de San Javier, en la vecina entidad de Baja California Sur, donde se elaboró vino por primera vez ---en la península---, a comienzos del siglo XVIII.
A pesar de la señalada antigüedad del viñedo bajacaliforniano, la vitivinicultura en esa entidad experimentó ---al paso de los siglos— severos altibajos, que apenas hoy en día parecen haber sido superados, lo que permite avizorar tiempos más promisorios para los vinos mexicanos, elaborados en esa entidad, la cual produce el 90% del vino nacional.
En torno a la ciudad portuaria de Ensenada se ubican varios valles de gran vocación vitivinícola, de los cuales el más renombrado es el de Guadalupe (sito a 40 kilómetros al noroeste de Ensenada), donde se localizan las principales empresas productoras de vino. Enlistadas por orden alfabético son las siguientes: Bodegas de Santo Tomás, Casa Pedro Domecq, Monte Xanic y Vinícola L.A. Cetto, cuya producción anual conjunta representa el noventa por ciento del volumen elaborado en el estado de Baja California.
Me parece conveniente mencionar que la Asociación Nacional de Vitivinicultores ha dado a conocer que la producción nacional de vino promedio, desde 2002 a la fecha, es de uno punto cinco millones de cajas (de doce botellas). En 2008 apenas rebasó el millón de cajas (equivalente a nueve millones de litros), mientras que la importación fue de dos punto siete millones de cajas (casi veinticinco millones de litros). De estas cifras, la producción anual de los vinos de la marca L.A.Cetto es del orden de los veintiséis millones de litros. Casa Pedro Domecq produce cuatro millones de litros anualmente, en tanto que Monte Xanic tiene una producción que no rebasa las cincuenta milo cajas (600 mil botellas = 450 mil litros).
Las otras áreas donde la vitivinicultura florece en forma magnífica son los valles de San Antonio de las Minas, San Vicente Ferrer, Valle de las Palmas, Santo Tomás y Ojos Negros,
Es interesante consignar que al concluir el siglo XX, en el año 2000, había siete bodegas en los valles aledaños a Ensenada, el epicentro de la vitivinicultura estatal, y que diez años más tarde funcionan cincuenta y siete, la mayoría de ellas denominadas “bodegas boutique”, cuya producción vínica es el llamado vino artesanal. Se estima que las mismas, también denominadas “bodegas garage”, o “de autor”, alcanzan, cada una producción inferior a las cinco mil cajas (sesenta mil botellas), cada año. Tengo información de que Viñedos San Rafael elabora cinco mil cajas. Vinícola Torres Alegre pretende llegar a tres mil cajas. Casa de Piedra elabora tres mil cajas. En tanto que Mogor Badan produce quinientas cajas. .
En un reportaje publicado en la revista Expansión, en 2009, leí un texto de Erick Falcón, donde asienta que “los enólogos más optimistas creen que en menos de tres años el Valle tendrá más de cien vinícolas pequeñas. Considerando que en siete años el número de bodegas se sextuplicó, la predicción no es desatinada”.
Para conocer la realidad de las pequeñas vinícolas bajacalifornianas consulté el enólogo Alvaro Ptacnik, creador de la empresa Vinos Shimul, ya que él ha sido un gran promotor de los pequeños productores de vino en Baja California, mediante la realización, hasta ahora, de cuatro presentaciones ---una cada año--- de los vinos elaborados por quienes experimentan la pasión de hacer su propio vino.
A este particular me comentó mi amigo Álvaro lo siguiente: “El primer comentario es que tal vez debemos referirnos a productores más que a bodegas, pues en este sector son muchos quienes no tienen instalaciones propias. Muchos utilizan instalaciones de terceros, o de prestadoras de servicios como la Estación de Oficios del Porvenir. Al referirlos como Bodegas sólo se tendría que considerar a quienes tiene "Bodega", y solamente haciendo en su caso la especificación como pequeñas bodegas o pequeños productores, ya que hay algunos que producen solamente doscientas cajas de vino”.
Tomando en consideración su amplio conocimiento de esta materia, le solicité a Álvaro me dijese cuáles eran, a su parecer, los productores más constantes y consistentes entre los pequeños productores, creadores de vinos de encomiable calidad, y me envió la relación siguiente, haciéndome la aclaración de que no tenia ningún orden específico:
· Viña de Liceaga.
· Casa de Piedra
· La Llave-Cru Garage
· Vitivinícola Tres Valles
· J.C. Bravo
· Mogor Badan
· Aborigen
· Adobe Guadalupe
· Viñas Pijoán
· Vides y Vinos Californianos
· Quinta Monasterio
· Sinergi VT
· Bodegas San Rafael
· Viñedos Lafarga
· Montefiori
· Vinisterra
· Vena Cava
· Viñas de Garza
· Paralelo
· Vinos Tanamá
· Diosa Vid
· Vinart
· Laura McGregor (Itable)
· Juan Pedro López Rojas (Navegante)
· Eduardo Pedraza (Don Jaime)
· Carlos Chavaría (Casa Colorada)
· Xecué
· Vitivinícola Emeve
· Barón Balché
· Norte 32 (Óscar Obregón)
· Fabiola Renaud (Canto Rodado)
· Álvaro Álvarez (Alximia)
· Vinos Bibayof
· Vinícola Martín del Capo
· Vinos Cruz
· Vinos Shimul
Otros pequeños productores bajacalifornianos, de los que tengo algún conocimiento, son los de las casas siguientes:
La Casa de Doña Lupe, Gran Kuxtal, Vinos Sueños, Tres Mujeres, Agrifolia, Alborada, El Nido, Vivires y Malagón,
Álvaro Ptacnik agregó que “Los otros términos (aparte de pequeño productor) usados para los vinos o productores, como Boutique, de Autor, Garage, Artesanal, etc. En mi opinión son argumentos de venta. Yo no vería en su método de elaboración, o en sus cualidades gustativas, ninguna diferencia sustancial o técnica en los vinos, aun cuando cada acepción haga referencia a algo específico”.
Concluyó su comentario señalando lo siguiente: “Considero que el futuro inmediato, lo mismo que a largo plazo, será favorable, con la observación de que del universo de bodegas y/o productores, seguramente habrá un tamizado. Unas dejaran de existir y participar, y otras continuarán. Pienso que las más consistentes y cuidadosas, y en términos generales las que no han sobrepuesto al interés de la actividad, el interés de negocio o económico. Así mismo habrá nuevos proyectos. Por otro lado, diré que México, y el mundo, todavía tiene muchos sabores y propuestas que probar en cuestión de vinos. Un ejemplo es la grata experiencia que acaba de pasar en Inglaterra con Jancis Robinson, quien es una de la personas mas influyentes del mundo en cuestión de vinos, y que opina, después de probar veintidós vinos de Baja California, que hay una solidez de zona y que se ve claramente la personalidad de la región, que no requiere ser copia al carbón de ninguna otra parte del mundo. Prácticamente los veintidós vinos fueron gratamente comentados y ninguno rechazado.”

sábado, 17 de julio de 2010

LOS VINOS DE LOS FAMOSOS


Un buen vino es como una buena película:
dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria.
Es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con
las películas, nace y renace en cada saboreador.

FEDERICO FELLINI


El vino, dionisiaca bebida de la cual la humanidad disfruta desde hace milenios, encierra un señalado deleite para quienes gustan acompañar sus alimentos con tan saludable néctar etílico.

La gran mayoría de los enófilos, palabra que designa a aquellos que disfrutan del vino,
reconocen que los enólogos (quienes elaboran ese báquico licor) son verdaderos artistas que saben transformar un racimo de turgentes uvas en una exquisita poción, que puede ser de varios colores: rojo, cual un rubí, el vino tinto; de tonalidades doradas,. el vino blanco; o bien de tintes asalmonados, el vino rosado. Una cuarta clase de vinos, atendiendo a la presencia de burbujas, estaría dada por los vinos espumosos (de los cuales el Champagne y el Cava son los grandes señores), que tienen la característica de dejar en la cavidad bucal una gratísima sensación de efervescencia, por el gas carbónico que tienen disuelto.

Ahora bien, el placer de degustar exquisitos vinos llega, en el caso de los “famosos” (los favorecidos por los dioses del Olimpo, la celestial mansión donde Zeus se deleitaba con los vinos que le escanciaba el copero Ganímedes), a desear tener vinos cuya marca está dada por sus propios nombres, y que en las etiquetas aparezcan sus imágenes, a más de recrearse, algunos de ellos, en la contemplación de extensos viñedos de su propiedad.

Cabe decir que antaño el status económico, la riqueza de las “celebridades”, léase artistas cinematográficos, deportistas, cantantes, músicos, inclusive personajes vinculados a la moda y a la industria de la perfumería, solía calibrarse en razón del tamaño de sus yates, de sus aviones a reacción y de la extensión de sus residencias. Ahora se advierte un notorio cambio en esta forma de mostrar su pujanza monetaria, ya que “las estrellas” se inclinan a invertir (en ocasiones cuantiosas cantidades, por hacerse de la propiedad de “pagos” vitícolas de excepción) en viñedos, que se hallan a cargo de prestigiados enólogos, quienes tendrán a su cargo la elaboración de vinos que llevarán el nombre y la fotografía de esos nuevos Cresos.

La nómina de estas personalidades (que bien podría yo designar como “super estrellas del mundo del espectáculo”) comienza con Gerard Depardieu, celebridad francesa del cinematógrafo, quien hace más de treinta años incursionó en el mundo del vino como bodeguero vitivinicultor. Primeramente adquirió una propiedad en Borgoña, y luego, en 1989, compró el Chateau Tigné, en Anjou, en el Valle del Loira. Posteriormente adquirió el Chateau Gadet, en Burdeos, para luego seguir sumando viñas y bodegas en Languedoc-Roussillon, todas en Francia. No contento con lo anterior volvió sus ojos hacia la Denominación de Origen Toro, en Zamora, para hacerse de una bodega en esta región de tanto futuro en España. Gerard Depardieu (quien se llama a sí mismo viticultor) es propietario, igualmente, de otras bodegas en Argelia y en Marruecos..

Otro gran personaje de la cinematografía convertido en vitivinicultor es Francis Ford Coppola, quien en 1975 adquirió una antigua finca ---fundada en 1879, en Rutherford, California--- que llevaba el nombre de Domaine Niebaum. Hoy en día la razón social de esta bodega es Niebaum-Coppola Estate Winery, que elabora, entre varios otros vinos, uno cuya marca es “Rubicón”, en honor a Julio César. En esta hermosa propiedad del multipremiado director de cine hay un museo iconográfico, donde es posible contemplar los cinco premios Oscar con que ha sido distinguido, así como diversos objetos de las películas por él dirigidas.

La célebre cantante Madonna, cuyo verdadero nombre es Louise Verónica Ciccone, ha aparecido desde el año 2005 en las etiquetas de varios vinos. En 2006 tuvo lugar el lanzamiento de la línea de vinos “Madonna”, de la serie denominada “Confessions”, elaborados por la bodega californiana Celebrity Cellars (Bodega de las Celebridades). Se trata, dijo en su momento Patricia Tubella (en el periódico La Vanguardia, de España) de una “edición limitada:, una serie de botellas de vinos tintos y blancos, en cuya etiqueta aparece la fotografía de la cantante. El éxito de la remesa inicial, básicamente destinada a los coleccionistas y fans de la estrella del pop, determinará la ampliación del negocio, fruto de un acuerdo de Madonna con la compañía californiana Celebrity Cellars (Bodega de las Celebridades). propiedad del empresario hollywoodense Marty Erlichman, quien en el pasado ya utilizó la imagen de Frank Sinatra, Barbra Streissand y Neil Diamond para promocionar sus bodegas. Los expertos del sector no han tardado en poner el grito en el cielo por el sobreprecio de este tipo de productos (entre los 25 y los 40 dólares por el vino de Madonna), pero Erlichman asegura que en su negocio "el consumidor no paga por el contenido de la botella, sino por su envase. Embarcada en el nuevo proyecto, la ex Material Girl se apunta un tanto publicitario al identificar el nombre de sus vinos con el título de su último álbum, Confessions on a dance floor (Confesiones en la pista de baile).”.

La presencia de Madonna en el mundo del vino, debería yo decir en el negocio del vino, continuó en el año 2008 cuando en Mendoza, Argentina, lanzaron al mercado el vino cuya marca era “Evita”, en cuya etiqueta aparecía su imagen, haciendo franca referencia al filme musical del mismo nombre, rodado en 1996, en el cual la cantante hizo el papel estelar de Eva Perón.

El actor José Antonio Domínguez Bandera, mejor conocido como Antonio Banderas (quien en el pasado ha promovido perfumes, relojes y pañuelos con su nombre), es propietario, desde marzo de 2009, del cincuenta por ciento de una bodega en España, cuyos vinos salen al mercado amparados con la prestigiada Denominación de Origen Ribera del Duero. La empresa vitivinícola que en su momento fue Anta Bodegas ---cuyo funcionamiento comenzó en 1999--- lleva ahora la razón social de Anta Banderas. Hoy en día tiene una producción de medio millón de botellas, y se espera que en pocos años alcance un tiraje de un millón y medio de botellas, destinadas principalmente a los consumidores en Estados Unidos de América y Japón.

La ex actriz del cine porno Savanna Samson (en realidad llamada Natalie Ontiveros) es propietaria de un viñedo en el Valle Wilmette, en Oregon, Estados Unidos de América, donde sus enólogos elaboran para ella el vino “Sogno Uno” (Primer Sueño”), un coupage de las variedades italianas Cesanese, Sangiovese y Montepulciano (en cuya selección participó la actriz, según la nota que en su momento leí). El renombrado crítico de vinos Robert Parker le otorgó a este vino una calificación de 91 puntos sobre un máximo de cien, lo que habla claramente de la finura de ese caldo báquico.

De otros famosos existen en el marcado vinos con sus nombres y/o sus fotografías. En esa extensa lista figuran, igualmente como dueños de viñedos, la cantante de música pop Olivia Newton-John, quien en Australia posee su propia empresa, elaboradora de los vinos de la marca “Koala Blue”, y el popular presentador Don Francisco, cuyo nombre es Marco Kreutzberger, quien es propietario de viñedos en Chile y en Argentina. Otro cantante, Sting, posee viñedos en el área de Chianti, en Toscana, Italia,

Otras celebridades han realizado tratos, y contratos, para que diversas bodegas vitivinícolas elaboren vinos con sus respectivos nombre, utilizándolos como poderoso argumento de venta, a más de que en las etiquetas aparezcan las fotografías de cada uno de ellos. No puedo yo asegurar que la enofilia ---palabra que bien puede designar el gusto, inclinación o propensión hacia esta bebida---- de esos “famosos” sea mayor que la egolatría que los distingue, además que “business are business”, y ello constituye, a mi parecer, el argumento más poderoso para incursionar e este rico filón comercial.

Entre otros aparecen en este espacio los siguientes: Diego Armando Maradona, cuyos vinos con su nombre son producidos en la Bodega Raíces Agrelo, de Mendoza, Argentina. Luis Miguel cuenta, desde 2003, con el vino Único Luis Miguel, elaborado por el enólogo Aurelio Montes Jr, en Viña Ventisquero, de Chile. A Ricardo Arjona le produce la enóloga Susana Balbó un vino con su nombre en Mendoza, Argentina,

En la revista Hola, de junio de 2008, apareció la noticia de que “la lista de “celebrities” ligadas de un modo u otro al vino no deja de crecer y crecer. Ayer, sin ir más lejos, conocíamos que unas bodegas de la pequeña localidad francesa de Miraval han dedicado uno de sus vinos a los actores Angelina Jolie y Brad Pitt. Se trata de una cosecha de 2004 en cuya etiqueta aparece la famosa pareja. Pero al margen de anécdotas como esta última, lo cierto es que cada día son más los vinos de calidad firmados por alguna personalidad. Son “los vinos de estrellas”. Aunque, vista la excelencia de estas botellas, cabe preguntarse si la estrella es el autor o el propio vino. Nada mejor que catarlos para salir de dudas”

En esa misma nota periodística se alude a Joan Manuel Serrat, Lluis Llach y Miguel Bosé, como figuras que poseen viñedos y vinos con sus respectivos nombres. “Y hablando de la moda, también tenemos en este sector una importante representación de maestros de la aguja “picados” por el gusanillo de la viticultura: desde el gallego Roberto Verino (creador de los vinos Terra do Gargalo, nacidos en el valle de Monterrei, en la localidad orensana de Verín) hasta el internacional Roberto Cavalli, quien junto a su hijo Tommaso, ha lanzado recientemente sus vinos Cavalli Selection y Cavalli Collection elaborados en la región de la Toscana. Hoy, incluso el gran Bob Dylan puede enorgullecerse de tener su propio vino. Y bastante bueno, por cierto: el italiano Planet Waves”

jueves, 8 de julio de 2010

CATA DE VINOS DE VIÑA IJALBA, DE LA D.O.C. RIOJA


El vino da brillantez a las campiñas,
Exalta los corazones, enciende
la pupila y enseña a los pies la danza

JOSE ORTEGA Y GASSET
(1883-1955)

De acuerdo a las cifras oficiales de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), en España, en el año 2007, el viñedo cubría una superficie un poco mayor a un millón de hectáreas ---exactamente 1.129.000---, dedicadas al cultivo de la uva. El 97.4% de la fruta cosechada fue utilizada en la vinificación, mientras que el restante 2.6% se aprovechó como uva de mesa. La extensión del viñedo español corresponde, en términos generales, al 30% del total del viñedo en el mundo.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja señala que ese año de 2007 el viñedo en La Rioja cubría poco más de sesenta mil hectáreas ---exactamente 60.774---, y que la cosecha de uvas había sido de 412 millones de kilogramos, de los cuales poco más de 375 millones fueron de uvas tintas, y la cantidad restante, casi 37 millones de kilos, fueron de uvas blancas.

Se tiene conocimiento que en España existen cultivadas, aproximadamente, seiscientas variedades diferentes de uvas, de las cuales quince cepas son las más importantes, las cuales cubren el 75% de la superficie vinícola. Se estima que las dos más cultivadas con la Garnacha ---llamada en Francia Grenache--- y la Tempranillo.
De acuerdo a la información del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) la producción de vino en España “ascendió en 2007 a 34,3 millones de hectolitros (3.430 millones de litros). A este volumen hay que sumar 5,5 millones de hectolitros de mosto. De los 34,3 millones, 18,5 corresponden a vinos de mesa, 2,5 millones a vinos de mesa con Indicación Geográfica y 13,2 millones de hectolitros a vinos de calidad de Denominación de Origen ”
Castilla-La Mancha es la zona que tiene la mayor producción de vino, con dieciséis millones de hectolitros (1.600 millones de litros), equivalente al 49.3% del total de vino elaborado en España. Cataluña ocupa el segundo lugar, con 336 millones de litros “Extremadura con 2,6 millones de hectolitros, es la 3ª Comunidad en cuanto a producción de vinos. 96.543 hectolitros están amparados por Denominación de Origen, 200.000 son vinos de mesa con Indicación Geográfica, y el resto corresponden a vinos de mesa. En esta zona, la producción de vino blanco también supera la de los tintos. La Rioja ocupa el cuarto lugar con cerca del 7% del total nacional, lo que supone 2,38 millones de hectolitros y un 12,3 % más que en la campaña precedente, de los cuales más de 2 millones son vinos de calidad amparados por la Denominación de Origen”.
En la página web del gobierno de La Rioja leo que “desde 1926, la Denominación de Origen Rioja es reconocida como la más antigua de España. Desde 1991, ostenta la máxima categoría de Calificada, como reconocimiento a los rigurosos controles que establece el Consejo Regulador, desde la producción a la comercialización. El Consejo Regulador se encarga de velar por el cumplimiento del Reglamento de la DOC Rioja, protegiendo la tipicidad y calidad de los vinos de Rioja”. Y en Wikipedia se consigna que. La Denominación de Origen Controlada Rioja es una Denominación de Origen Calificada (DOCa), con la que son distinguidos aquellos vinos elaborados en áreas de las Comunidades Autónomas de Castilla y León, La Rioja, Navarra y el País Vasco. Por la diversidad orográfica y climática se distinguen tres subzonas de producción —Rioja Alta, Rioja Baja y Rioja Alavesa—, donde se originan vinos de distintas características. La producción media anual de vino de Rioja es de 250 millones de litros (85% vino tinto y 15% vino blanco y rosado”).
Para la cata “ciega” número 193 del Grupo Enológico Mexicano ---correspondiente al día 6 de julio--- fueron elegidos ocho vinos de la bodega Viña Ijalba, adscrita a la Denominación de Origen Calificada Rioja. Esta bodega fue fundada por Dionisio Ruiz Ijalba en las cercanías de la ciudad de Logroño, en el corazón de La Rioja. El viñedo se remonta al año 1975, mientras que la bodega fue establecida en el año 1991. Viña Ijalba fue la primera bodega en La Rioja que mereció la certificación con la Norma ISO-14001, y además la primera de esta Denominación de Origen en recibir de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR por sus siglas en lengua castellana) la certificación de calidad a la gestión Medioambiental, en enero de 2000. Cabe agregar que los vinos Genolí, Lívor, Ijalba Crianza e Ijalba Graciano están elaborados a partir de viticultura ecológica, y que el vino Ijalba Graciano es el primero en La Rioja en ser elaborado con esta variedad de uva.
Esta degustación organoléptica tuvo verificativo en el restaurante “Valkiria”, un espacioso y bello salón comedor en el área de Polanco, en la capital mexicana.
La Mesa de Catadores estuvo integrada día por los siguientes enófilos, Miembros de Número del Grupo Enológico Mexicano: Patricia Amtmann, Rafael Fernández, Mauricio Romero Gatica, Gustavo Riva Palacio, Alejandro Guzmán Galán, Sergio Olmos, Eduardo Hernández, Darío Negrelos, Philippe Seguin, Roberto Quaas Weppen, Juan Manuel García y Miguel Guzmán Peredo.
Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.
Los resultados fueron los siguientes:
Vino blanco:
1.- Genolí, cosecha 2008. 12.15% Alc. Vol. Monovarietal 100% Viura. Calificación: 81.80 puntos. Precio: $ 115.00
Vinos tintos:
1.- Ijalba Graciano Crianza, cosecha 2005. 13.18% Alc. Vol. Monovarietal 100% Graciano.. Calificación 82.60 puntos. Precio: $ 175.00:
2.- Múrice, Crianza, cosecha 2005. 13.80% Alc. Vol. Coupage de 80% Tempranillo y 10% Graciano. Crianza durante doce meses en barrica de roble americano y reposo de doce meses en botella. Calificación 82.20 puntos. Precio: $ 154.00
3.- Ijalba Crianza, cosecha 2005. 12.51% Alc. Vol. Coupage 90% Tempranillo y 10% Graciano. Crianza en barricas de roble americano durante doce meses. Calificación 81.60 puntos. Precio: $ 183.00
4.- Ijalba Reserva, cosecha 2005. 13.43% Alc. Vol. Coupage de 80% Tempranillo y 20% Graciano. Crianza durante 24 meses en barricas de roble, 50% francesas y 50% americanas. Más un reposo en botella durante doce meses. Calificación 80.70 puntos. Precio: $ 258.00
5.- Livor, cosecha 2008. 12.59% Alc. Vol. Monovarietal 100% Tempranillo. Calificación¸79.60 puntos. Precio: $ 115.00.
Los integrantes de La Mesa de Catadores eligieron “mejor etiqueta” y “mejor botella”, la del vino Ijalba Reserva.
Al terminar la cata fue servida una deliciosa cena, preparada por Christian Martínez, chef del restaurante “Valkiria. Como primer tiempo saboreamos un exquisito taco de pato al pastor aderezado con achiote y chile de árbol. A continuación una sabrosa Ensalada de espinacas con fresas y pistaches, y cubitos de gelatina de balsámico. El manjar principal fue un exquisito salmón con corteza de chile ancho, comino y cilantro, con reducción de vino tinto y miel, aderezado con puré de zanahoria, cardamomo y vainilla.. Con estos platillos degustamos tres vinos de la marca Ijalba, de la D.O.C. Rioja: el blanco Genolí cosecha 2009, y los tintos Ijalba Reserva e Ijalba Graciano Crianza. El postre consistió en Panacota de yogurt y zarzamora, con salsa de durazno y pétalos de rosa. .Luego una taza de aromático Café de la Olla.