lunes, 19 de agosto de 2013

LOS VINOS MULTIVARIETALES DE FRANCIA Y DE URUGUAY



Cuando los hombres se volvieron
sedentarios, la vid fue, junto con el
olivo y la higuera, una de las
primeras plantas en ser cultivadas y
aprovechadas por el hombre.

ANDRE DOMINÉ (1946---)

Al comenzar la década de los años setenta, del siglo pasado, empecé a realizar fascinantes viaje a Francia. Por una feliz circunstancia, que en otra ocasión pormenorizaré, cada año, en el mes de octubre, recorría yo ---durante dos semanas, y transportándome siempre en un automóvil rentado--- alguna extensa zona de ese país, después de haber paseado siete días por Paris. Así fue como visité regiones tan hermosas, desde  todos los puntos de vista, como Provenza, Borgoña, Normandía, Bretaña, Anjou, Alsacia, Savoya y Auvernia. En uno de esos viajes recorrí el sudeste de Francia, enfocando mi atención en Provenza, cuya historia se remonta a la época de los griegos, quienes colonizaron la zona costera hacia el año 600 A.C.. Allí está ubicada la Riviera francesa y  el puerto de Marsella.

En ese viaje visité ciudades francesas tan hermosas como Nimes, Orange, Arles, Montpellier, Saint Tropez, Saint Raphael, Niza y Antibes. Y posteriormente fui al vecino Principado de Mónaco. En esa memorable ocasión estuve en la Fontana de Vaucluse, donde los hombres de edades pretéritas efectuaban ceremonias en honor de sus deidades tutelares del agua. Este paraje natural  ---cuyos intrincados pasadizos subterráneos fueron explorados por Jean-Ives Cousteau y su equipo de buceadores--- fue cantado por los poetas Federico Mistral y Francisco Petrarca, atrae más de un millón de visitantes, anualmente). Luego visité el Castillo de If  (donde, según la novela de Alejandro Dumas (1802—1870), estuvo encarcelado Edmundo Dantes, llamado posteriormente Conde de Montecristo.  Igualmente admiré el Pont du Gard (puente del Guarda, un acueducto construido por los romanos en el siglo I D.C. Acerca de esta colosal obra leo en Wikipedia lo siguiente: “Diseñado para llevar el agua a través del pequeño valle del Gardon, fue parte de un acueducto de unos 50 km que llevaba el agua desde los nacimientos cercanos a Uzés hasta la ciudad romana de Nemausus (actual Nimes). El acueducto completo tenía una pendiente de de 34 cm/km (1/3000), descendía sólo 17 m en todo su trayecto y llevaba 20.000.000 de litros de agua diariamente. Fue construido por completo sin emplear argamasa. Las piedras del acueducto, algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas, se mantienen unidas por grapas de hierro”. 

En aquella feliz ocasión fui a la ciudad de Avignon, la capital del Departamento de Vaucluse, situada en la margen izquierda del río Ródano. .Esta urbe fue la residencia de siete papas, desde el año 1309  hasta 1379, al concluir el llamado Papado de Avignon y dar comienzo el Gran Cisma de Occidente. Los papas que allí residieron fueron Clemente V, Juan XXII, Benedicto XII, Clemente VI, Inocencio VI, Urbano V y Gregorio XI.. También fue la mansión papal de los antipapas Clemente VII y Benedicto XIII, hasta principios del siglo XV.

Uno de los principales atractivos urbanísticos de la ciudad de Avignon (en el corazón de la región de Provenza), cuyo centro histórico fue declarado en 1995 Patrimonio de la Humanidad,   es el llamado Palacio Papal (Palais des Papes), que “es  la más grande de las construcciones góticas de la Edad Media, de un tamaño tal que casi hace pequeña a la catedral. Se trata de un monumento impresionante que se asienta en la plaza del mismo nombre, sobre una protuberancia rocosa que había en la parte norte de la ciudad, sobre el Ródano, llamada Rocher des Doms. Comprende dos palacios: el Viejo (Palais Vieux), de Benedicto XII, y el Nuevo (Palais Neuf), de Clemente VI. El palacio se comenzó en 1316 por Juan XXII y continuó por los papas posteriores a lo largo del siglo XIV hasta que se acabó en 1370”. 

Ahora bien, el nombre Chateauneuf-du-Pape designa una población en la región de Provenza, en el distrito de Avignon. La Denominación de Origen Chateauneuf-du-Pape (en lengua francesa AOC Châteauneuf-du-Pape), del sur del Valle del Ródano, permite la elaboración de vinos, tintos y blancos (éstos constituyen el 10% del total), los primeros de los cuales pueden estar elaborados hasta con trece cepas diferentes de uvas. En el portal de esta Denominación leo que “La mayoría de los vinos que se producen son tintos, con trece diferentes variedades de uva permitidas por la normativa de la denominación: variedades tintas como grenache, syrah, mourvèdre, cinsaut, counoise, terret noir, muscardin y vaccarèse, y variedades blancas clairette, roussanne, picpoul, picardan y bourboulenc. Si la uva garnacha se separa en dos variedades, grenache blanc y grenache noir, el número de uvas permitidas ascendería a catorce”. Los  vinos normalmente se envasan en botellas de vidrio muy oscuras, que ostentan el distintivo papal en relieve (que consiste en el adorno, de forma triangular que llevan en la cabeza (toca) los dignatarios eclesiásticos de la más alta alcurnia, o bien con el emblema de las llaves pontificias. Châteauneuf-du-Pape puede traducirse como "Castillo nuevo del Papa" y, de hecho, la historia de esta denominación está firmemente vinculada a la historia del papado en Francia.

En aquel viaje degusté numerosos vinos que en la etiqueta llevan el nombre de Chateaneuf-du-Pape. En una carpeta conservo algunas de las etiquetas de los muchos vinos que he degustado al correr de los años, y allí aparecen tres caldos báquicos de esta Denominación de Origen: uno de la bodega Pasquier-Desvignes, otro de Chateau de la Font du Loup y uno más de Barton & Guestier.

Ahora bien, considero que este extenso preámbulo  ---que parece haber sido extraído de mi egoteca particular---  sirve para mencionar que apenas ayer, domingo 18 de agosto, degusté un  vino elaborado con un coupage de quince variedades diferentes de uvas. Se trata del vino Puzzle, de la bodega Giménez Méndez (fundada en 1990 por Luis Alberto Giménez), cuya razón social es Plaza Vidiella, ubicada en Canelones, en la parte sur de Uruguay.  Los antecedentes de la Bodega Vidiella se remontan al año 1874, cuando  el español Francisco Vidiella, precursor, junto con Harriague de la industria vitivinícola en el Uruguay,  estableció su empresa en aquella población meridional de Uruguay, Hoy en día, según aparece en el portal de esta empresa vitivinícola, “concretando el sueño de su esposo, Marta Méndez Parodi,  junto a sus hijos Mauro y Luis Giménez Méndez, ha conducido la bodega fundada por aquél en 1990 hasta este presente en el que el reconocimiento internacional ha llegado en forma de exportación a diez países y de medallas de oro en los más importantes certámenes de todo el mundo”

El vino Puzzle (este vocablo significa rompecabezas, y ese es, precisamente,  el polícromo diseño que aparece en la etiqueta del vino) es una verdadera rareza. Es una combinación (en Argentina le llamarían vino de corte, y en otros lugares blend o  assamblage) de quince variedades de uva de los diferentes viñedos de Giménez Méndez, combinados en igual proporción. Se trata de once cepas tintas y cuatro blancas: Tannat, Chenin Blanc, Cabernet Franc, Marselan (Es una cruza de Cabernet Sauvignon con Garnacha, creada en Francia en 1961, que comenzó a ser cultivada en las inmediaciones de la ciudad de Marseillan), Chardonnay, Pinot Noir, Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Arinarnoa (nombre de la cepa obtenida en Burdeos, en 1956, resultante del cruce de dos variedades: Merlot y Petit Verdot), .Cabernet Sauvignon, Viognier, Merlot, Syrah, Alicante Bouche y Pinot Meunier. 

Este vino Puzzle, cosecha 1020 (comercializado en México por la firma Club del Gourmet: Vinos de Gran Clase)  tiene un bello color rojo rubí intenso, de gran brillantez y con magnífico escurrimiento de glicerol. Al olfato percibí su notoria complejidad aromática: pimienta blanca, barrica fina, tabaco, notas de cuero, regaliz, ciruela, zarzamora y un grato dejo de trufa. A la boca se experimenta la agradable sensación de que llena la cavidad bucal. Es un vino carnoso, de excelente vinosidad, y advertí un toque de tanicidad y acidez, lo que me ´permite suponer que dentro de tres o cuatro años este vino (de la vendimia 2010) estará en su punto idóneo de degustación. En resumen, un excelente vino, que en el portal de internet del renombrado enólogo Robert Parker (eRobertParker.com) aparece calificado con 90 puntos. .


miércoles, 14 de agosto de 2013

LOS VINOS DE FREIXENET DE MEXICO



El vino regocija el corazón del hombre, y
la alegría es la madre de toda virtud.

JOHANN WOLFGANG GOETHE (1749-1832)

Las principales áreas vitivinícolas en México están ubicadas en los estados de Baja California, Coahuila, Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas y Guanajuato. Baja California, a mi parecer, viene a ser el equivalente al estado de California  ---en el vecino país del norte---, pues en ambas entidades la producción es mayoritariamente  crecida (en repetidas ocasiones se ha mencionado que allá y acá asciende al 80% de la producción nacional). En Baja California la zona más conocida es el Valle de Guadalupe, muy próximo a la ciudad portuaria de Ensenada, pero también figuran, con creciente importancia, los Valles de  Santo Tomás, San Vicente, San Antonio de las Minas y Ojos Negros.

De las áreas mencionadas líneas arriba el Estado de Querétaro viene cobrando, al presente, señalada vigencia por el volumen y la calidad de los vinos allí elaborados, a más de que las bodegas vitivinícolas que se han asentado en esta entidad, tan próxima a la ciudad de México, han venido realizando una encomiable tarea de difusión del vino, lo que se inscribe, con mayúsculas, en lo que hoy en día es denominado Enoturismo.   

En algún artículo referente a la historia del vino en México escribí que los colonizadores de la Nueva España encontraron en diferentes lugares vides silvestres (Vitis rupestris, Vitis labrusca y Vitis berlandieri), diferentes de la Vitis vinifera europea, que es la especie más apropiada para elaborar vinos de calidad. Y que corresponde a Hernán Cortés el mérito de haber sido el principal promotor del cultivo de la Vitis vinifera en lo que hoy en día es México, el primer sitio del continente americano donde comenzó a cultivarse regularmente la vid. El 20 de Marzo de 1524 Cortés firmó el decreto mediante el cual se ordenaba que cualquier vecino que tuviese indígenas en repartimiento, quedaba obligado a sembrar mil sarmientos por cada cien aborígenes a su cuidado.. Ya desde aquel tiempo se comenzó a practicar la injertación de la Vitis vinifera en cepas autóctonas, lo que  entonces no se hacía en ningún otro país del mundo.

Cabe agregar que el viñedo de la Nueva España comenzó a extenderse a partir de la ciudad de México, capital del virreinato más floreciente de la metrópoli hispana, hacia las regiones septentrionales: Querétaro, Guanajuato y  San Luis Potosí, alcanzando posteriormente un gran desarrollo en el Valle de Parras,  y luego en Baja California, donde los misioneros jesuitas propagaron el cultivo de la vid. De la Nueva España fueron llevadas las viñas a América del Sur, alcanzando en Perú, Chile y Argentina formidable desenvolvimiento. También de la Nueva España fue llevado el cultivo de la vid a lo que hoy es Estados Unidos de América, ya que en 1769 Fray Junípero Serra llevó las vides desde Loreto, en Baja California, a la entonces Alta California. La primera misión que fundó ese monje franciscano fue la de San Diego de Alcalá (en torno a la cual creció la actual ciudad de San Diego), y los viñedos por él sembrados constituyen el antecedente directo de la pujante industria vitivinícola californiana.

Por lo que respecta a la vitivinicultura contemporánea en el Estado de Querétaro, diré que en la década de los años sesentas, del siglo pasado, Francisco Domenech comenzó a sembrar vides  en la zona de San Juan del Rio, donde la altitud es de dos mil metros sobre el nivel del mar. (He leído que esa región era llamada Valle del Río San Juan, por el cauce fluvial que lo baña, y hoy en día es conocida como San Juan del Río). Allí fue establecida la bodega vitivinícola Cavas de San Juan, que por muchos años gozó de prestigio, por la calidad de sus vinos, de la marca “Hidalgo”.

Años después, en las inmediaciones de la población de Tequisquiapan, en San José de Buenavista, la empresa Martell de México estableció la bodega llamada Sofimar, donde eran elaborados excelentes vinos de la marca “Clos San José”, blancos y tintos, así como el excelente brandy “Cheverny”. Esta compañía duró pocos años funcionando.

En la década de los años ochentas, del siglo pasado, fue creada, en San Juan del Río, bodega “La Madrileña”, de la familia Velasco, que por algunos años produjo vinos de aceptable calidad.

La bodega vitivinícola más importante en el Estado de Querétaro, tanto por el volumen de producción como por la encomiable calidad de sus vinos, es Freixenet de México. En el año 1978 la compañía catalana Grupo Freixenet adquirió los terrenos para establecer una bodega vitivinícola en el Estado de Querétaro. Ese predio rústico llevaba el nombre de Tabla del Coche, en el municipio de Ezequiel Montes, al norte de la ciudad de Tequisquiapan.  Cuatro años más tarde comenzó la siembra de los viñedos y en 1984 tuvo lugar el embotellado de los primeros vinos espumosos, siguiendo el  llamado “Método Tradicional”  (anteriormente denominado “Método Champañés, que en lengua francesa recibe el nombre de  “Methode Champenoise”), de la marca Sala Vivé, en honor a la fundadora de la empresa. El día 10 de noviembre de 1986 fue  inaugurada la planta Freixenet en México, en las goteras de la población de Ezequiel Montes, en el kilómetro 40.5 de la carretera San Juan del Río a Cadereyta. Allí se localiza esta hermosa finca, llamada Hacienda Doña Dolores.

Fue escogido ese sitio, a una altitud de 2.031 metros sobre el nivel del mar,  porque las tierras calcáreo-arcillosas son apropiadas para sembrar diferentes variedades de uvas como Chardonnay,  Ugni Blanc, Macabeu, Merlot, Cabernet Sauvignon y  Pinot Noir,  entre otras.  Las cavas subterráneas de esta empresa ocupan una parte del predio rural de cincuenta hectáreas, y se ubican a una profundidad de veinticinco metros, donde la temperatura es casi constante de doce grados centígrados durante todo el año. Allí reposan aproximadamente cuatro millones de botellas. La producción de los vinos tranquilos representan el 5 % del total (75.000 litros), y el de vinos espumosos (elaborados conforme al Método Tradicional) corresponde al 95%, cantidad equivalente a 1.5 millones de litros. .. En estas hermosas edificaciones diariamente tienen lugar visitas de personas deseosas de conocer las interioridades de una planta vinícola, y durante todo el año  son realizados infinidad de festejos gastroenológicos, así como diversas exposiciones y conciertos, que reúnen a miles de visitantes.

El Grupo Enológico Mexicano ha realizado, desde enero de 1995 y hasta el día 13 de agosto de 2013,  doscientas treinta y tres catas “ciegas” de vinos elaborados en  veinte países. En  ese crecido número de degustaciones, tendientes a conocer las cualidades y características organolépticas de los caldos evaluados, se han registrado numerosas repeticiones en la presencia de las empresas participantes. Este es el caso de la bodega vitivinícola Freixenet de México ---sita en el municipio de Ezequiel Montes, en el estado de Querétaro---, cuyos vinos han sido evaluados previamente en seis ocasiones, siendo la más reciente la correspondiente a la cata número 221, celebrada el lunes 13 de agosto de 2012.

De esas seis catas quiero destacar quizá como la más insólita la número 171, que vino a ser la Primera Cata en México en Globo Aerostático, celebrada en la población de Tequisquiapan, Querétaro. En las primeras horas de la mañana del sábado 21 de marzo de 2009  ---a las seis horas, cuando los vientos son propicios para que los globos se eleven hacia el cielo---  los catadores del Grupo Enológico Mexicano abordaron cuatro globos, para ascender a una altura de mil metros sobre el nivel del suelo, y a bordo de esos vehículos aéreos efectuaron la cata de tres vinos: un espumoso, un blanco y un tinto. Una degustación aérea de este tipo nunca antes había sido realizada en México.

La cata “ciega” mensual número 233  del  Grupo Enológico Mexicano, correspondiente al mes de agosto de 2013, tuvo lugar en el salón “Decanter”, del hotel St. Regis México City. Ese día fueron degustados  ocho vinos de Freixenet de México, bodega de la cual es l enólogo el catalán Lluis Raventós Llopart. ..

La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann,  Joaquín López Negrete, Darío Negrelos, Juan Ignacio Torreblanca, Salomón Cohen, Rafael Fernández Flores, Carlos Ruíz González, Mauricio Romero y Miguel Guzmán Peredo.
En estas degustaciones analíticas, en las cuales los catadores ignoran la marca y la procedencia del vino que van a degustar  ---motivo por el cual reciben el nombre de  “ciegas”---,  los enófilos que participan en esas degustaciones sensoriales califican las características visuales, olfativas y gustativas de cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación otorgada en cada uno de estos tres renglones, sus comentarios respecto al color, al aroma o bouquet y al sabor de cada uno de los vinos sometidos al examen organoléptico de los miembros de la Mesa de Catadores que en esa ocasión participaron en dicha degustación. Una vez que los jueces analizaron esas características sensoriales, y que se tiene inmediato conocimiento de cuál fue la calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son descubiertas las botellas –las cuales se hallan dentro de bolsas de tela que muestran el logo de este Grupo-- y se conoce de qué vino se trata en cada caso), cada catador  formula en voz alta sus propios comentarios, con la finalidad de escuchar las opiniones de los restantes catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el imparcial juicio emitido por cada uno de esos enófilos.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.
Los resultados fueron los siguientes:

Vinos espumosos:
1.- Viña Doña Dolores Brut Nature Gran Reserva, sin añada.  Coupage de 40% Saint Emilion, 40%  Macabeo, 15% Chenin Blanc y 5% Pinot Noir. 12.0% Alc. Vol.  Crianza mínima de 24  meses en botella, sobre las lías, después de la segunda fermentación.. Calificación: 81.77   puntos. Precio: $ 194.00
2.- Viña Doña Dolores Dulce, sin añada. Coupage de 40% Saint Emilion, 40%  Macabeo, 15% Chenin Blanc y 5% Pinot Noir. 12. 0% Alc. Vol.  Crianza mínima de 18  meses en botella, sobre las lías,  después de la segunda fermentación. Calificación: 81.66   puntos. Precio: $ 138.00
3.- Viña Doña Dolores Rosé Brut Nature, sin añada. Coupage de 90% Pinot Noir y 10% Macabeo. 12.0%  Alc. Vol. Crianza mínima de 18 meses en botella, sobre las lías, después de la segunda fermentación.  Calificación: 80.33   puntos. Precio: $ 153.00
4.- Viña Doña Dolores Chardonnay Brut Nature, sin añada.  Monovarietal 100% Chardonnay. 12.5%  Alc. Vol. Crianza mínima de 12 meses en botella, sobre las lías, después de la segunda fermentación. Calificación: 80.00    puntos. Precio: $ 242.00

Vino Rosado: 
Viña Doña Dolores Merlot, cosecha 2012.   Varietal 100% Merlot. 12.5% Alc. Vol. Calificación: 79.75  puntos. Precio: $ 119.00

Vinos Tintos:
1.- Viña Doña Dolores Crianza, cosecha 2011  Coupage de 60% Cabernet Sauvignon y 40%  Malbec. 12.5% Alc. Vol. Crianza de 8 meses en barrica estadounidense y posterior reposo en botella durante 8 meses. Calificación.85.00    Puntos. Precio: $ 193.00
2.- Viña Doña Dolores  4 Regiones, cosecha  2009.  Coupage de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Malbec, Tempranillo, Merlot y Syrah (uvas procedentes de Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Zacatecas). 12.5% Alc. Vol. Crianza de 4 meses en barrica nueva francesa y estadounidense.  Calificación: 83.66   puntos. Precio: $ 312.00
3.- Viña Doña Dolores Merlot Gran Crianza, cosecha 2010.  Varietal 100% Merlot. Uvas procedentes de Querétaro y Aguascalientes. 12.5% Alc. Vol.  Crianza de 10 meses en barrica de roble estadounidense y posterior reposo en botella durante 6 meses. Calificación:    83.33  puntos. Precio: $ 298.00

Los catadores eligieron mejor etiqueta la del vino tinto 4 Regiones. 

Al finalizar la cata evaluativa los catadores disfrutaron de una exquisita cena, diseñada por Guy Santoro, Chef de Cuisine del hotel St. Regis México City, y preparada por Luis Rodríguez, Sous chef del mismo establecimiento. El deleite culinario comenzó con el Amuse-bouche, que consistió en una mini tartaleta de foie-gras. El primer platillo fue un Rosetón de Langostino de Rio Princesa (Parfait de Crustáceos Marguerite d’Ecrevisses Princesse). En seguida sirvieron Crema de Calabaza de Castilla con Trufas Negras, Hongos Silvestres y Avellana Tostada (Crème de Potiron  aux Truffes Noires, Champignons Sauvages et Noisette Grillée). El guiso principal fue  Medallones de Cordero con Romero, Tian de Berenjena y Jitomate al Pesto (Noisettes d’Agneau au Romarin, Tian d’Aubergines et Tomates au Pistou). El postre fue Fondant de Avellana con Helado de Vainilla (Fondant au Noisette Glace Vanille). 

Los vinos espumosos para acompañar estos guisos fueron los siguientes:  Viña Doña Dolores Brut Nature Gran Reserva, sin añada  y Viña Doña Dolores Chardonnay Brut Nature. Y los vinos tintos Viña Doña Dolores  4 Regiones, cosecha  2011 y Viña Doña Dolores Merlot Gran Crianza, cosecha 2010,





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