sábado, 31 de enero de 2015

LA CEPA CARMENERE, DE CHILE



Para conservar la salud,  y recobrarla si se
pierde, conviene alargar en todo y en
todas maneras el uso del beber vino,
por ser, con moderación, el mejor vehículo
del alimento y la más eficaz medicina.

FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (1580-1645)

Los especialistas en viticultura afirman que en el periodo terciario, hace de ello unos sesenta y seis millones de años, apareció la vid, planta que se extendió por Asia, Asia Menor y Europa. Gracias a la información proporcionada por la paleobotánica (la rama de la ciencia que estudia las plantas fósiles) tenemos conocimiento de la existencia de hojas de vid y de racimos fósiles, que se remontan a los tiempos del pleistoceno, un millón de años antes de nuestra era. Durante la Edad del Bronce, hace aproximadamente unos cuatro mil o cinco mil años, la viticultura era practicada extensamente en el Medio Oriente.

El género botánico Vitis incluye dos subgrupos: la euvitis o vid verdadera, y la muscadenia. Existen unas sesenta especies conocidas de vitis, una de las cuales, la de mayor importancia para la elaboración del vino, es la Vitis vinífera, de la cual se cuentan más de ocho mil variedades diferentes. Las palabras variedades, cepas o vidueños, tratándose de la Vitis   vinífera,  son sinónimas, y se les utiliza indistintamente. Las cepas blancas más ampliamente empleadas en todo el mundo son las siguientes: Chardonnay, Sauvignon Blanc, Semillon, Gewurztraminer, Rieling, Albariño, Silvaner, Trebbiano y Malvasía. Las variedades de uvas tintas que son más extensamente utilizadas por los enólogos, para elaborar vino, son las que a continuación enlisto: Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot, Malbec, Sangiovese, Pinot Noir, Garnacha, Nebbiolo, Cabernet Franc, Cariñena, Syrah, Barbera y Pinot Meunier. Cabe agregar, para dar una idea más amplia de lo relacionado con las uvas, que existen cuatro grupos: para mesa  ---para ser comidas como fruta, y de las cuales hay unas veinte variedades diferentes---,  para producir jugo, para pasificar y para elaborar vino.

Una de las cepas, variedades o vidueños de uvas que está motivando un gran interés en el mundo del vino es la Carménere, de Chile, la cual se suponía había desaparecido  por completo de los viñedos del planeta, ya que, inclusive, su nombre quedó prácticamente olvidado, cuando a raíz de la epidemia de filoxera, que asoló las viñas de Europa a mediados del siglo XIX, quedaron arrasadas miles y miles de hectáreas en varios países europeos.

Pero aconteció que hacia 1850 los viticultores chilenos comenzaron a importar las primeras cepas consideradas finas, para mejorar la calidad de sus vinos, que hasta entonces estaban siendo elaborados con uvas País o Misión. En aquellos años no era frecuente que en los viñedos de Burdeos, los más renombrados de Francia, se hiciese una plena identificación de las cepas, por lo que coexistían diversas variedades en una misma viña, como asienta  Gérard Aubin, en su libro Bordeaux, vignoble millenaire. Es casi seguro que cuando fueron llevadas diversas cepas a Chile, llegaran vidueños de Carménere (también conocida con los nombres de Grand Vidure y Grand Carmenet) entre las plantas de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot, las más preciadas por los viticultores,  “algunos años antes de que aquella cepa desapareciera por completo de su Burdeos natal, debido al mencionado ataque de filoxera”.

Considero conveniente mencionar que he leído, acerca de esta cepa Carménere, que en el siglo XVIII los productores de Burdeos elaboraban vinos “excepcionalmente buenos”, que eran resultado de un coupage de Carménere con Cabernet Franc, pero que gradualmente se fue abandonando el empleo de esa variedad (la Carménere) a causa de su susceptibilidad a una enfermedad vitícola llamada “Coulure”. Este es una palabra del idioma francés que describe el daño ocasionado en los viñedos sembrados con esa variedad, ya que después de haber florecido las pequeñas bayas, éstas se caen, afectando severamente la productividad de las viñas. Algunos especialistas traducen este vocablo  como Corrimiento, el cual “es un riesgo potencial vitícola, que es el resultado de las reacciones metabólicas a las condiciones climáticas que provoca un fallo de la uva para elaborar después de la floración”.

Se tiene conocimiento que Claude Valat, ampelógrafo francés, fue el primero en señalar que la variedad que algunos consideraban  Merlot, era, en realidad, Carménere. Después de Valat algunos viticultores pensaron que esa cepa plantada en Chile era un clon de Merlot o de Cabernet Franc. Y agrego que, de acuerdo a la noticia publicada en la revista América Economía  (número 207, correspondiente al 3 de mayo de 2001), en el año 1994, en ocasión del 6º. Congreso Latinoamericano de Floricultores y Enólogos, celebrado en Chile, el enólogo francés Jean Michel Boursiquot, ampelógrafo de Montpellier, estableció que gran parte de los viñedos chilenos considerados de la cepa Merlot eran, en realidad, de la variedad Carménere, un vidueño casi totalmente desaparecido de Francia. La declaración de este enólogo galo despertó marcada controversia entre los productores chilenos, ya que éstos consideraban que después de haber conseguido que sus vinos varietales elaborados con la cepa Merlot, fuesen reconocidos por su finura y calidad, podría suceder que, comercialmente hablando, se registrasen efectos negativos, tanto en el mercado interno como en el de exportación.

Pero ocurrió prácticamente lo contrario, ya que, de acuerdo a la nota periodística aludida en el párrafo anterior, “el número de hectáreas sembradas con la variedad Carménere, en Chile, ha crecido de manera exponencial: en 1993 tres bodegas contaban con viñas sembradas de esta variedad, y había 300 hectáreas. Para 1997 ya  sumaban 330 hectáreas; en 1998, el número se había incrementado a 1.167. Para 1999 el total ascendía a 2.306, porque mucho de lo que antes se consideraba Merlot ha sido reclasificado como Carménere, según afirma el enólogo Philippe Pszczolkowski, catedrático de la Universidad Católica de Chile”.

 En abril del año 2000 quince empresas  estaban elaborando en Chile vinos monovarietales Carménere en este país sudamericano. Hoy en día, de acuerdo a Wikipedia, “La mayor concentración territorial dedicada al cultivo de esta cepa, se encuentra en los valles centrales de Chile, especialmente en las regiones de O'Higgins, del Maule y de Santiago. Según el Catastro Viticola Nacional (2006) elaborado por el Servicio Agrícola y Ganadero, existen 7.182,7 hectáreas plantadas en el país. Es la cuarta en importancia entre los cepajes tintos, después del Cabernet Sauvignon (40.788,6 hectáreas), el País (14.955 hectáreas) y el Merlot (13.367,7 hectáreas). La investigación genética reciente ha comprobado que la variedad puede estar lejanamente emparentada con el Merlot”. 

Abundando en este tema mencionaré que en el boletín francés Vitisphere, del 12 de diciembre de 2005, apareció la noticia referente al Primer Concurso Internacional de la cepa Carmenere, cuya denominación oficial fue “Carmenere al Mundo”, organizado por la Asociación de Ingenieros Agrónomos-Enólogos de Chile, y con el apoyo de la OIV, UIOE, Viñas de Chile, Chilevid, CCV, CORFO, y ProChile. Este primer concurso se llevó a cabo en el Hotel Plaza Santa Cruz, en el valle de Colchagua, en el mes de noviembre de 2006, y fue presidido por el enólogo Alejandro Hernández, ex presidente de la OIV. .En la nota de Vitisphere asientan que dicho certamen enológico tiene la finalidad de poner de manifiesto la importancia de la variedad Carmenere en el viñedo chileno. “Originaria del Medoc,  (leo en esa nota publicada), esta cepa, como todas las otras propias de Burdeos, fue diezmada en ocasión de la plaga de la filoxera, a fines del siglo XIX, y no ha sido replantada en Francia, En Chile, uno de los pocos países que no fueron afectados por la filoxera, las viñas de Carmenere pudieron conservarse sin daño alguno. Casi todas las bodegas de Chile producen vino elaborados con este vidueño, el cual necesita una prolongada maduración, lo que es posible por su excelente adaptación a las condiciones climáticas que privan en este país andino”
Cabe agregar que apenas transcurridas menos de tres lustros de haber sido identificada cabalmente en Chile la cepa Carménere, existen viñedos sembrados con esta variedad en Francia, Italia, Estados Unidos de América, Chipre, Australia, Nueva Zelandia y China.

La cepa Carménere es la variedad distintiva de Chile, y actualmente es tan emblemática como la Pinotage, de Sudáfrica; la Malbec, de Argentina; la Syrah, de Australia; o la Zinfandel, de California.

 El nombre Carménere bien  puede derivar del término carmine, cuyo significado es carmíneo. El carmín es una sustancia colorante, de color rojo carmesí, usada en pastelería y cosmética. Es extraída de la hembra del coccus cacti, una especie de cochinilla,  ya que los vinos elaborados con esa variedad son de color rojo intenso, acerezado.




La cata “ciega” número 247 del Grupo Enológico Mexicano se llevó a cabo el jueves 29 de enero de 2015, y en esa degustación fueron analizados sensorialmente cinco vinos elaborados en Chile con la variedad  Carmenere, los cuales fueron aportados por los catadores participantes en esta evaluación sensorial.

La Mesa de Catadores estuvo integrada  por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann,  Juan Ignacio Torreblanca, Juan Carlos Chávez, Carlos Ruíz González, y Miguel Guzmán Peredo.

En estas degustaciones analíticas, en las cuales los catadores ignoran la marca y la procedencia de los vinos que van a degustar  los enófilos que participan en esas degustaciones sensoriales califican las características visuales, olfativas y gustativas de cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación otorgada en cada uno de estos tres renglones, sus comentarios respecto al color, al aroma o bouquet y al sabor de cada uno de los vinos sometidos al examen organoléptico de los miembros de la Mesa de Catadores que en esa ocasión participaron en dicha degustación. Una vez fueron analizadas esas características sensoriales, y  que se tiene inmediato conocimiento de cuál fue la calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son descubiertas las botellas y se conoce de qué vino se trata en cada caso), cada catador  formula en voz alta sus propios comentarios, con la finalidad de escuchar las opiniones de los restantes catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el imparcial juicio emitido por cada uno de esos enófilos.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

Los resultados fueron los siguientes:

1.- Carmenere Espíritu de Chile, Reserva, cosecha 2008. Monovarietal 100% Carmenere. 13.5% Alc.Vol. Viña Espíritu de Chile. Valle Central, Chile. Calificación: 86.60   puntos. Precio: $  ????
 
2.-Carmenere Sibaris, Reserva Especial, cosecha 2012. Monovarietal 100% Carmenere.  14.5% Alc. Vol. 
Denominacion de Valle de Colchagua, Crianza de  8 meses en barricas de Roble francés y estadounidense. 
Viña Undurraga, Valle de Colchagua, Chile. Calificación:  83.60   puntos. Precio:: $ 300.00
 
3.- Terrunyo Carmenere Concha y Toro, cosecha 2011. Coupage de 85% Carmenere y 15% Cabernet Sauvignon.  14.5 % Alc. Vol. Denominación de Origen Viñedo Peumo. Crianza de 19 meses en barrica francesa (70% nueva y 30%  de un año de uso. Viña Concha y Toro. Chile. Calificación: 84.40   puntos. Precio: $ 799.00

4.- Carmenere Quirón, cosecha 2011. Monovarietal 100% Carmenere.  14.0 % Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 12 meses. Bodega  La Ronciere. Valle de Colchahua, Chile. Calificación: 80.60  puntos. Precio: $ 540.00

5.- Carmenere 35 Sur Reserva, cosecha 2012. Monovarietal 100% Carmenere. 14.5% Alc.Vol. Denominación Valle Central. Crianza en barrica  Viña San Pedro, Chile. Calificación:  80.40  puntos. Precio: $ 160.00

  

Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino Carmenere Espíritu de Chile, Reserva, cosecha 2008.