domingo, 14 de agosto de 2016

TERCERA CATA MARIDAJE: PLATILLOS MEXICANOS Y VINOS BLANCOS



Un verdadero gastrónomo debe estar
siempre listo a comer, de la misma
manera que un soldado debe estar
siempre preparado a combatir. 

CHARLES MONSELET (1825-1888(

En fecha reciente  ---el pasado sábado 13 de agosto de 2016---  Raymundo López Castro, Miembro de Número del Grupo Enológico Mexicano,  organizó  para sus cofrades de esta organización de enófilos, la tercera cata maridaje de guisos propios de la cocina mexicana con vinos de diferente procedencia (Argentina, Chile, España y México). 

En las tres ocasiones anteriores  los catadores participantes han analizado  y opinado acerca de con cuál vino ---de los seis que se están evaluando sensorialmente en cada ocasión---  armoniza mejor cada uno de los platillos que sucesivamente son degustados. Se trata de un ejercicio organoléptico al cual yo he dado el nombre de maridaje simultáneo múltiple, pues se pretende evaluar la reacción del catador, mediante los órganos de los sentidos, al degustar simultáneamente  un platillo con seis vinos ---en esta ocasión fueron evaluados seis vinos blancos--- de diferente procedencia.

Esta deleitable sesión gastronómica dio comienzo con una interesante experiencia, dada por el hecho de catar el mismo vino (Cabernet Sauvignon Gran Reserva, cosecha 2014, elaborado en la Finca Sala Vivé, de Freixenet, en Ezequiel Montes, Querétaro) en dos copas diferentes. Una persona colocó ---antes de que los catadores llegasen al sitio de la degustación---  las dos botellas en las bolsas de cata del Grupo Enológico Mexicano, y por ello ignoraron de qué vino (s)  se trataba. Una copa fue el modelo Riedel 001, de fino cristal, y la otra  de un elegante diseño, de vidrio fino. Los catadores formularon diversos comentarios de que se trataba (antes de conocer la mecánica de esta insólita degustación) de dos vinos diferentes, pues el color de uno de ellos discrepaba notoriamente de la tonalidad del otro caldo. 

Igualmente sus características odoríferas  y  gustativas se mostraban diferentes. Y es que el diseño de la copa Riedel 001, y la finura del cristal con el cual está fabricada, favorece la percepción de sus principales particularidades sensoriales. La calificación otorgada al vino contenido en la copa Riedel 001 osciló entre 87 y 92 puntos, en tanto que el vino de la otra copa, insisto, de un bello diseño (similar  a las copas que pueden ser utilizadas en un restaurante de calidad), pero fabricada en vidrio, fue evaluado en alrededor de 80 puntos.

Al comenzar la cata maridaje propiamente, primeramente fueron  calificados  ---en una cata “ciega” evaluativa ---  estos seis vinos blancos: dos elaborados en México, dos en España, uno en Argentina y el otro en Chile, de acuerdo a la manera de analizar los caldos etílicos que priva en el Grupo Enológico Mexicano. Ya luego cada uno de los presentes manifestó su complacencia y deleite palatal de un determinado vino con  cada tiempo de esta singular comida, la cual permitió, una vez más, que los asistentes comentaran sus preferencias gustativas, al tiempo mismo que escuchan las opiniones de los otros catadores en torno al siempre agradable tema del maridaje de manjares con vinos.    

La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por varios miembros del Grupo Enológico Mexicano. En estas degustaciones analíticas, en las cuales los catadores ignoran la marca y la procedencia de los vinos que van a degustar, motivo por el cual reciben el nombre de “ciegas” (pues una persona ajena al panel de catadores seleccionó el orden en que fueron analizados los vinos, los cuales fueron colocados en las bolsas de tela que llevan al frente el logo del Grupo Enológico Mexicano, que impide visualizar de cuál vino se trata),  los enófilos que participan en esas degustaciones sensoriales califican las características visuales, olfativas y gustativas de cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación otorgada en cada uno de estos tres renglones, sus comentarios respecto al color, al aroma o bouquet y el sabor de cada uno de los vinos sometidos al examen organoléptico de los miembros de la Mesa de Catadores, que en esa ocasión participaron en dicha degustación. 

Una vez que los jueces analizaron esas características sensoriales, y  que se tiene de inmediato conocimiento de cuál fue la calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son descubiertas las botellas, extraídas de las bolsas de tela que, hasta ese momento, las guardaban de los ojos de los allí presentes, y se conoce de qué vino se trata en cada caso), cada catador  formula en voz alta sus propios comentarios, con la finalidad de escuchar las opiniones de los restantes catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el imparcial juicio emitido por cada uno de esos enófilos.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”. 

Los platillos fueron preparados por Raymundo López Castro (quien a más de actuar profesionalmente como arquitecto es un ameritado cocinero, cuyas dotes han sido justipreciadas en repetidas ocasiones por los Miembros de Número del Grupo Enológico Mexicano), y consistieron en los siguientes manjares:  Primer  tiempo: Tamal de maíz tierno, el cual en el estado de Michoacán recibe el nombre de Uchepo.  Y agrego que en  Wikipedia leo que “El uchepo consiste en un tamal de origen prehispánico, elaborado con maíz tierno molido, al cual en ocasiones se le agrega leche. Tiene un sabor dulce y su consistencia es suave”. Ese platillo estuvo bañado de una salsa preparada con chile guajillo y coronado con angulas blancas finas “Bogador”, de España.  A juicio de los allí reunidos este guiso armonizó excelentemente, en primer lugar,  con el vino Doña Dolores Chardonnay, y también con el vino Doña Dolores Viognier.

El siguiente manjar fue Crema de queso parmesano (75%) y queso Emmental (25%), aderezado con una salsa de cacahuate, la cual fue confeccionada con los siguientes ingredientes: cacahuates, aceite de oliva extra virgen, chile cascabel, chile guajillo y chile de árbol, a más de leche Clavel y pimienta negra de Castilla (el envase de esta especia señala que fue hecha en Italia).  El maridaje óptimo, al parecer de los catadores, fue con el vino  Doña Dolores Chardonnay, y con el vino Marqués de Riscal Sauvignon Blanc.

El tercer tiempo consistió en filete de sirloin delgado, asado a la parrilla y aderezado con sal de mar, bañado en una salsa de frijol negro, espolvoreado con queso parmesano y acompañado con ensalada de lechuga. Este platillo combinó muy bien con tres vinos: Doña Dolores Chardonnay, Doña Dolores Viognier y Reserva Trío Chardonnay.

El postre fue un delicioso flan de vainilla, hecho con queso fresco doble crema, leche “La Lechera”, leche Clavel y azúcar quemado.   

Después de este melindre saboreamos una taza de aromático café cubano, acompañado de una copa de ron Zacapa XO Solera Gran Reserva Especial, una verdadera ambrosía al paladar

Los resultados fueron los siguientes: 

Primer lugar:  DOÑA DOLORES CHARDONNAY. Cosecha  2014.   Monovarietal 100%  Chardonnay.   Grado alcohólico  12.0%  Alc. Vol.  Finca Sala Vivé. Freixenet  México,  Ezequiel Montes, Querétaro.  Precio al público en México:  $  160.00    Calificación:   90.00  puntos

 Segundo lugar:  DOÑA DOLORES VIOGNIER.  Cosecha 2014.   Monovarietal 100%   Viognier.  Grado alcohólico  13.5 % Alc. Vol.    Finca Sala Vivé. Freixenet  México,  Ezequiel Montes, Querétaro.  Precio al público en México:  $  205.00   Calificación: 84.60  puntos

 Segundo lugar (Empate)  MARQUES DE RISCAL SAUVIGNON BLANC, Cosecha  2013.  Monovarietal 100%  Sauvignon Blanc.. Grado alcohólico 12.5% Alc.Vol.  Denominación de Origen Rueda.  Productor: Herederos del Marqués de Riscal.  Elciego. Rioja Alavesa. España. Precio al público en México:  $   200.00   Calificación:  84.60   puntos.

Tercer lugar:  FINCA LAS MORAS SAUVIGNON BLANC.  Cosecha 2015 .  Monovarietal 100%  Sauvignon Blanc.  Grado alcohólico 13.5%    Alc.Vol. Valle de Tulum.  Productor: Finca Las Moras. San Juan, Argentina.  Precio al público en México: $ 140.00   Calificación: 84.30   puntos.

Cuarto lugar: VIÑA ESMERALDA.  Cosecha 2014. Coupage de Moscatel y Gewurztraminer.   Grado alcohólico 11.00 % Alc.Vol.  Denominación de Origen Cataluña. Productor: Miguel  A. Torres, S.A. Vilafranca del Penedés. Cataluña, España. Precio al público en México:  $ 170.00     Calificación: 82.60  puntos

Quinto lugar:  RESERVA TRIO CHARDONNAY. Cosecha 2013. Coupage de 87% Chardonnay. 11% Pinot Blanc y 5 % Pinot Grigio. Grado alcohólico 13.2 % Alc.Vol  Denominación de Origen Valle de Casablanca. Productor: Concha y Toro. S.A. Chile.  Precio al público en México:  $  240.00    Calificación  82.30   puntos


Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino Doña Dolores Viognier, y “mejor botella”  la del vino Viña Esmeralda