Yo tengo una bella
ánfora llena de regio vino,
que para hacer mis cantos me da fuerza y calor.
En ella encuentra
sangre mi corazón latino,
para beber la vida,
para latir de amor.
RUBEN DARIO
(Félix Rubén García
Sarmiento
1867-1916)
En el boletín Diario del Vino, de excelente contenido,
leí el 22 de febrero de este año las noticias emitidas por el organismo español
Icex --cuya función prioritaria es la
promoción de exportaciones de productos iberos---, que informan que México
ofrece a los productores y exportadores de aquel país europeo una magnífica
oportunidad, pues es un país “que
disfrutar de una economía fuerte, el crecimiento en la población de clase media
ha llevado a una tendencia alcista en el consumo de vino y las importaciones
(…), que crecieron a una tasa anual compuesta del 20% entre 2006 y 2011”. Según
el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) - continúa el informe del ICEX - en los
últimos tres ejercicios, el consumo per cápita anual de vino en el país azteca
ha pasado de 350 a 600 mililitros (ml), y se espera que en los próximos 10 años
alcance los dos litros. Señalamos estas cifras como muy importantes: basta
saber que este consumo per cápita se encuentra prorrateado entre toda supoblación, que actualmente supera los 115 millones de
habitantes (ocupa el 11a lugar en el mundo por población), y que comprende
todos los estratos sociales”.
Es
fácil advertir, de acuerdo a este comunicado, que el consumo anual de vino en
México, aún no llega a un litro per capita (a diferencia de la acentuada
refrescomanía que distingue a la población mexicana, de la cual los
especialistas en la materia señalan que el consumo anual, por persona, de
refrescos embotellados asciende a 163 litros, lo que significa que México es el
primer país consumidor, en el mundo, de tales bebidas). Desde hace muchos años
se ha venido manejando la versión de que los mexicanos, como país, consumimos,
individualmente, cada año medio litro de vino. Con cifras tan ínfimas como las
que señalo se hace ostensible la diferencia existente con el consumo en Estados
Unidos de América, país que, de acuerdo a la Guía Peñín, en 2011 fue el primer
país consumidor de vino del mundo en el año 2011, con un total de 3.700 millones de
botellas, mientras que China, incluida
Hong Kong, desplazó a Gran Bretaña del quinto lugar con
1.900 millones de botellas, según un estudio publicado por el salón
internacional Vinexpo y la International Wine and Spirits Research (IWSR),
entidad que realiza estudios en el
ámbito vinícola y de los destilados a nivel internacional. Países del
Viejo Mundo como Italia, Francia y Alemania ocupan el segundo, tercer y cuarto lugar respectivamente,
según dicho estudio, que incluye a 114 mercados de consumidores de todo el
mundo.
En ese
informe queda consignado que “Las previsiones de cara a 2015 hablan de un
incremento en un 6,2% en el consumo de
vino a nivel mundial con respecto a 2010, lo que supondría un total de 34.100 millones de botellas (2.000
millones de botellas más que en 2010). Por países, también se prevé un
incremento del 10% en el consumo de EE.UU. entre 2011 y 2015, mientras que en
China y Hong Kong el crecimiento sería de un 54,3%. En cuanto al continente europeo, que representa
actualmente el 62% del consumo mundial
de vino, es probable que, según IWSR, disminuya dicho porcentaje, pues
se estima que el consumo en el continente entre 2011 y 2015 suba apenas un
0,4%.. En lo que se
refiere al consumo per cápita,
las previsiones hablan de un incremento en los EE.UU., donde se estima que,
para 2012, se llegará a los 13 litros
por adulto al año, mientras que en China se situará en torno a los 2
litros per cápita al año. A excepción de Alemania (sube un 2,1%), en los
principales mercados europeos, el consumo por persona tiende a decrecer”. Hasta
aquí esa cita.
Como
necesario punto de comparación mencionare que el 21 de enero de 2007 el portal
web www.vendimia.cl publicó que “según
datos de Wines of Chile y FIT Research, en el mundo el mayor consumo per cápita
de vino es en Luxemburgo, país que alcanza los 64 litros por persona al año. Al
otro extremo se encuentra China, donde el consumo per cápita de vino es de sólo
0,8 litro. Países como Francia, Italia y España, principales productores y
exportadores vitivinícolas en el mundo, también tienen un mercado interno
desarrollado, con consumos de 54, 48 y 34 litros por persona al año,
respectivamente. En Latinoamérica, en tanto, Chile (quinto exportador y décimo
productor de vino a nivel mundial) terminó 2005 con un consumo de 16 litros per
cápita, esperándose una disminución para 2006. Por su parte, Argentina (mayor
productor que Chile, pero con menores exportaciones) tiene un consumo per
cápita de 29 litros al año”
La cata número 228 del Grupo Enológico Mexicano, correspondiente al mes de marzo de 2013, se llevó a cabo el martes 12 de ese mes en el salón “Decanter”, del hotel St. Regis México City (la sede de estas degustaciones organolépticas), Para esta evaluación analítica fueron seleccionados ocho vinos. Cuatro de Vinícola Fraternidad y cuatro de la Bodega Sinergi, de la cual el enólogo es José Luis Durand, quien así mismo elabora los vinos de Vinícola Fraternidad, de acuerdo a los deseos de Salomón Cohen, uno de los socios de esa empresa vitivinícola. La degustación organoléptica de estos ocho vinos, que tienen a un mismo productor, tuvo por objetivo evaluar los vinos de una y otra bodega, ya que considero resulta en extremo interesante advertir la finura y calidad de los vinos elaborados por un wine maker (atinada expresión que describe a la persona que hace un vino determinado) para otra empresa vitivinícola, y efectuar la comparación sensorial con sus propios vinos, de amplia distribución comercial en México.
Considero conveniente
agregar que en la cata número 220, celebrada en junio de 2012, los catadores
del Grupo Enológico Mexicano tuvieron la oportunidad de evaluar en dos
ocasiones ---en la misma sesión de cata--- los cuatro vinos que hasta ese día
habían sido producidos para Vinícola Fraternidad, lo que permitió calibrar sus
atributos de calidad y finura, ya que la
puntuación alcanzada, en dichas dos degustaciones, fue muy similar. Ese día fueron degustados, de manera
aleatoria, ocho vinos de dicha bodega bajacaliforniana, ubicada en el Valle de
Guadalupe. Menciono la palabra
aleatoria, porque cada uno de los cuatro vinos, de dos cosechas diferentes, fueron degustados en dos ocasiones, sin
que diez de los doce catadores tuvieran
conocimiento de ello. Este hecho lo mismo habla encomiásticamente de los
vinos que de la objetividad de los catadores. De la misma manera, cabe señalar
que fue a finales de 2010 cuando se llevó a cabo la
presentación oficial de los vinos de esta nueva bodega elaboradora de vinos, ubicada en Baja California, no
lejos de la ciudad de Ensenada.
En aquella
ocasión, en el reportaje de esa cata, mencioné que “ Salomón Cohen, uno de los ocho socios de este proyecto, había
manifestado “Es un sueño iniciado, entre amigos, hace cuatro años, que
ahora estamos realizando. Surge del gusto de compartir el placer de la charla y
la convivencia en torno al vino y la buena comida. Después de probar distintas
variedades y estilos, un día también nos planteamos la oportunidad de
hacer nuestros propios vinos”. Deseoso ese grupo de amigos de materializar sus
inquietudes, tendientes a comenzar a elaborar vinos de encomiable calidad,
tuvieron el acierto de contar con la experiencia del enólogo José Luis Durand,
quien los asesora en la producción de caldos vínicos, y del arquitecto Ricardo Legorreta, autor del
proyecto que contempla no sólo las instalaciones de una moderna vinícola --cuyo diseño arquitectónico está cabalmente
integrado al paisaje del Valle de Guadalupe---, sino también de un hotel boutique
y un restaurante. Las etiquetas de los cuatro vinos: Nuva, Ímpetu, Boceto y
Trazo muestran bocetos de lo que será esta construcción. Salomón Cohen ha dicho
que la producción anual estimada será de
mil 600 cajas de vinos, elaborados con uvas compradas a Camillo Magoni,
enólogo de la bodega L.A. Cetto.
La Mesa de
Catadores estuvo integrada ---en dicha segunda cata de vinos de Vinícola
Fraternidad--- por los siguientes
enófilos: Patricia Amtmann, Alejandra
Vergara, José del Valle Rivas, Juan Ignacio Torreblanca, Gustavo Riva Palacio, Salomón
Cohen, Juan Carlos Chávez, Philippe Seguin,
Roberto Quaas Weppen, Darío Negrelos y Miguel Guzmán Peredo.
Las calificaciones están basadas en los
parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya
calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no
recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74
puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos
permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y
los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación
esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría
de “extraordinarios”.
Los resultados fueron los siguientes:
Vinos blancos:
1.- Mar Ella (Fumé
Blanc), cosecha 2012. Coupage de
Sauvignon Blanc, Chardonnay y Moscato de Canelli. 12.5% Alc. Vol. Producción
limitada a 1.800 botellas. Bodega Sinergi. Calificación: 84.45
puntos. Precio: $ 285.00
2.- Nuva, cosecha 2012.
Coupage de Chardonnay, Sauvignon Blanc y Moscato de Canelli.
12.5 % Alc. Vol. Crianza de cuatro meses en barrica el
vino Chardonnay. Vinícola Fraternidad. Calificación: 83.91 puntos Precio: $ 349.00
Vinos rosados:
1.- Ïmpetu, cosecha 2012. Coupage de Grenache, Syrah y
Chardonnay. 13.0% Alc. Vol. Vinícola Fraternidad.
Calificación: 81.77 puntos. Precio: $ 285.00
2.- Cocó Rosé, cosecha 2011. Coupage de Grenache con un
toque de Moscato de Canelli. 12.0 % Alc. Vol. (Fermentación en blanco del mosto
de cepa Grenache de más de cincuenta años) Producción de 1.200 botellas. Bodega
Sinergi. Calificación: 80.55 puntos. Precio: $ 255.00
Vinos tintos:
1.- Boceto, cosecha 2011. Coupage de Tempranillo,
Cabernet Sauvignon y Nebbiolo. 13.5% Alc. Vol.
Crianza de seis meses en barrica americana y francesa. Vinícola
Fraternidad. Calificación: 87.80 puntos. Precio: $ 439.00
2.- Trazo, cosecha 2009. Coupage de Tempranillo, Cabeenet
Sauvignon, Merlot, Petit Verdot. 13.0% Alc. Vol.
Crianza de doce meses en barrica de roble francés y americano, más
guarda de doce meses en botella. . Vinícola Fraternidad. Calificación: 86.55 puntos. Precio: $ 785.00
3.- Ïcaro, añada 2006. Coupage de Cabernet Sauvignon,
Merlot, Nebbiolo, Petit Verdot y Petite Syrah.
13.5% Alc. Vol. Crianza de trece a dieciocho meses en barrica de roble.
Producción limitada a 15.600 botellas. Bodega Sinergi. Calificación: 84.27 puntos.Precio: $ 830.00
4.- Enzo Lado B, cosecha 2009. Coupage de Nebbiolo y
Petite Syrah. 13.0% Alc. Vol. Crianza de siete en barrica de roble americano,
más guarda de tres meses en botella. Bodega Sinergi. Calificación: 83.55 puntos. Precio: $ 470.00
Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino “Trazo”,
de Vinícola Fraternidad.
Una vez finalizada la degustación fue servida una
deliciosa cena, diseñado por Guy Santoro ( Chef de Cuisine del hotel St. Regis
México City). Los platillos fueron los siguientes: La entrada consistió en Rosetón
de Callo de Hacha Marinada con Aceite de Chile Poblano (Marguerite de Coquilles Saint Jacques Marinées à l’Huile d’Olive de
Poivrons de Puebla). Luego fue servida una Ensalada de Hortalizas
y Flores Mexicanas, con Vinagreta de Cilantro y Camarones Fritos (Salade de Légumes et Fleurs mexicains,
Vinaigrette de Coriandre, Gambas Frites). El platillo principal fue Medallones
de Filete de Cerdo con Ciruela Pasas, Gratín de Macaroni y Guiso de Champiñones
Salteados (Médaillon de Filet
de Porc aux Pruneaux, Gratin de Macaroni, Poêlée de Champignons). El apetitoso
postre fue Isla Flotante
Caramelizada con Salsa de Manzanilla (Île Flottante Caramélisée, Sauce Camomille). El maridaje de esos manjares, de señalada sabrositud, fue
con los vinos siguientes: Nuva, cosecha 2012 ; Ïmpetu, cosecha 2012; Boceto, cosecha 2011; y Trazo, cosecha 2009
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