martes, 15 de diciembre de 2009

ENOTURISMO Y GASTRONOMADISMO EN ENSENADA




(PEQUEÑA CRÓNICA DE UN GRAN DELEITE ANUNCIADO)

Enoturismo es una palabra que ha adquirido, a nivel mundial, una gran importancia. Por doquier se habla de esta forma especial de turismo (llamada wine tourism entre los angloparlantes; enoturisme, en Cataluña: enoturismo en España y en Italia; y rota do vinho, en Portugal) que comenzó en Estados Unidos de América, en el estado de California, ya que fueron las bodegas vitivinícolas de Napa y de Sonoma ---en las cuales la producción de vino alcanza cifras en verdad estratosféricas--- las pioneras en promover las visitas de nutridos grupos de personas, interesadas en adentrarse en el fascinante mundo del vino.

En una página de internet de la ciudad de Zamora, España, leo que “en su fórmula más sencilla, el enoturismo consiste en la realización de recorridos por las comarcas de tradición vinícola, con la posibilidad de visitar sus bodegas, realizar cursillos de cata, catar a su vez los mejores vinos de la bodega y conocer la ancestral cultura de la vid. En nuestro país va creciendo el número de bodegas que, además, ofrecen la posibilidad de alojamiento en un hotel de su propiedad, como es el caso de las adscritas a la marca "Haciendas de España". La cultura del vino se extiende hasta el punto de haber generado un tipo de turista de alto poder adquisitivo, interesado en conocer las zonas de procedencia de los vinos que consume. El "boom" vinícola es un fenómeno imparable, como se pone de manifiesto por el incremento de las ventas de las publicaciones especializadas, la aparición de rutas gastronómicas vinculadas al vino y el aumento del interés en conocer el funcionamiento de las bodegas por dentro y los secretos de la elaboración de los caldos. Aunque parezca sorprendente, hay turistas dispuestos a pagar un buen dinero por pasar sus vacaciones entre vides y barricas, dando pie al desarrollo de esta modalidad reciente de turismo cultural que, hoy por hoy, sigue sin explotarse económicamente en las comarcas vitivinícolas zamoranas, pese a que es obvio que esta actividad puede ofrecer a agricultores, bodegueros, hosteleros y comerciantes importantes beneficios”

En ese mismo portal queda señalada la siguiente información, que me parece digna de ser transcrita en este texto: “En Estados Unidos, la cantidad de turistas que visitan las bodegas de la zona vitivinícola de Napa Valley (California) supera en número a los que se desplazan a Disney World. Tras el estreno en 2004 de la película "Entre copas" se dispararon las visitas a las principales bodegas californianas, especialmente a las del Valle de Santa Inés, donde se desarrolla el filme. Por lo que concierne a Francia, en el año 2002, tantas personas visitaron las bodegas de Francia como el Museo del Louvre, en París. Se trata, además, de un turismo de alto nivel adquisitivo: hay personas que por pasar una noche en un "chateaux" de la región francesa de los vinos del Loire pagan hasta 2.000 dólares. Otros países de tradición vinícola nos llevan una gran ventaja en el camino de la promoción turística de las zonas del vino. Australia recibe al año más de cuatro millones de turistas, muchos de los cuales acuden a la llamada de sus pujantes caldos”.

Lo mismo acontece en Chile, donde en fecha reciente fue organizada una visita (programada por la Corporación Chilena del Vino) a las principales bodegas de ese país, con la finalidad de aprovechar la experiencia de los estadounidenses, quienes en esta materia han sentado las bases de un formidable movimiento turístico, estrechamente relacionado con el vino. Y en España acontece un fenómeno similar, ya que cada día es mayor el número de bodegas que, en La Rioja, Cataluña, Valdepeñas y Ribera del Duero promueven las visitas a sus instalaciones.

En México el enoturismo viene cobrando una singular auge. Las bodegas vitivinícolas del Valle de Guadalupe, en las cercanías de la ciudad bajacaliforniana de Ensenada, han incrementado (lo cual me parece en extremo plausible) la promoción a sus productos y las visitas a dichas empresas, que actualmente gozan del interés que se ha despertado por conocer las instalaciones donde se elabora el vino.

Lo mismo acontece el Valle de Parras, donde se localiza Casa Madero, ubicada en el sitio donde fue fundada, en el año 1597, la primera bodega vinícola del continente americano. José Milmo, el artífice del prestigio de esta empresa, ha impulsado notoriamente el número de visitantes (especialmente durante a temporada de la vendimia, pero de igual manera en otras épocas del año, donde es posible advertir las diferentes etapas en la producción del vino, primero la viticultura, y más tarde, la vinicultura), quienes son alojados en la espaciosa hacienda llamada “Casa Grande” –denominación de la línea de vinos premium de esta empresa mexicana---, para luego recorrer las diversas instalaciones de una compañía que es orgullo de la vitivinicultura mexicana.

Un tercer ejemplo del enoturismo en nuestro país lo constituye la Finca Doña Dolores, sede de la empresa Freiexnet de México, ubicada a corta distancia de la población de Ezequiel Montes, en el estado de Querétaro. En este lugar dio comienzo, hace unos años, una acertada promoción del vino mexicano, y al presente, según me comentó Jordi Fos (el actual enólogo y director de Freixenet de México), el número de visitantes es superior, con creces, a cien mil, cada año, cifra que representa una cantidad de visitantes similar a los que recorren cada año la ciudad de Querétaro.

A continuación, y como complemento del Enoturismo, diré algunas palabras acerca del Gastronomadismo.

Maurice-Edmond Sailland, ampliamente conocido en los círculos gastronómicos franceses por su seudónimo de Curnosnky, lo mismo que por el honroso título de “El príncipe de los gastrónomos”, en homenaje a sus conocimientos culinarios y a su propensión al sibarítico goce de exquisitos platillos y deliciosos vinos, fue quien acuñó un neologismo, gastronomadismo, que se aplica al gastrónomo viajero, a aquella persona que une el placer de viajar con la degustación de nuevos guisos, propios de la ciudad o del país que visita. A este particular agrega el escritor hispano Néstor Luján que el vocablo “gastronomadismo” se aplica acertadamente al gastrónomo viajero, aquel que enlaza el placer de visitar diversas ciudades con la apreciación palatal de los guisos propios de esas regiones.

Los párrafos anteriores sirven, a mi parecer, como apropiada introducción a la pequeña crónica de un gran placer anunciado, que hace referencia a la visita que una decena de miembros del Grupo Enológico Mexicano realizó en fecha reciente a numerosas bodegas vitivinícolas, aledañas a la ciudad de Ensenada, en el estado de Baja California.

Una vez llegado el Grupo Enológico Mexicano a la ciudad de Tijuana, recogimos el vehículo que previamente habíamos reservado. .Se trató de una camioneta para diez personas, en la cual, de inmediato, nos trasladamos al poblado de Puerto Nuevo, donde ---al filo del medio día--- almorzamos opíparos tacos de tortillas de harina con langosta y frijoles, la especialidad de casi todos los restaurantes de este lugar, acompañados con cerveza bien fría.

Llegados a la ciudad de Ensenada el gran deleite dio comienzo, por la tarde, en la bodega Vides y Vinos Californianos, cuna de los vinos de la marca Roganto. Allí fuimos recibidos por el enólogo Antonio Escalante Domínguez, quien inicialmente nos dio a probar varios vinos, directamente de los tanques de fermentación. Así degustamos los siguientes caldos, de la cosecha 2009: Sauvignon Blanc, Chardonnay, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. Estos vinos fueron elaborados con uvas procedentes del Valle de Guadalupe, y de los propios viñedos ubicados en el Valle de San Jacinto. Momentos más tarde saboreamos otros vinos, que se hallaban en proceso de crianza en las barricas de roble francés: los varietales Merlot, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Cabernet Franc de las cosechas 2008 y 2007, que posteriormente habrán de ser envasadas en botella.

Tras de este ejercicio palatal nos fue ofrecida una espléndida cena, preparada por la chef Mónica Escalante Domínguez, quien cocinó los siguientes tiempos, con un atinado maridaje con vinos seleccionados por Antonio, su hermano. Primeramente Ensalada de langosta sobre hojaldre, acompañada del vino Chardonnay Roganto, cosecha 2008. A continuación: Mejillones con salsa de mantequilla al vino blanco, con el vino espumoso Sauvignon Blanc Tramonte, cosecha 2008. En seguida sirvieron Ensalada de lechugas con codorniz asada y pimientos, que armonizó muy bien con el vino Tramonte, cosecha 2006. El cuarto manjar fue Lasagna de pato, maridada con el vino Tinta de la Baja (este nombre fue ideado por nuestro anfitrión, para designar la cepa Tempranillo), cosecha 2006. Otro platillo y otro vino fueron New York asado bañado con salsa de queso azul y Cabernet Sauvignon Roganto Selección Especial, cosecha 2006. El postre consistió en Pastel de hojaldre con nuez, acompañado con un platón de quesos finos con fruta de la temporada. Para este tiempo Antonio Escalante escogió su exquisito vino de postre Cosecha Tardía 33, del año 2007, que significó un gran deleite al paladar. La memorable sesión manducatoria concluyó ---varias horas después de haber dado comienzo--- con un aromático café express, un puro y una copa de Bacanora, de Altar, Sonora.

Después de una cena de tanta apetitosidad, a la mañana siguiente fuimos a desayunar tacos de pescado y de camarón (acompañados del vino espumoso Sauvignon Blanc Tramonte, cosecha 2008, lo que constituyó un delicioso maridaje), a un establecimiento en la vía pública ---estos locales de venta de alimentos preparados, principalmente pescados y mariscos, tienen gran tradición en Ensenada---, que lleva por nombre “El Fénix”, en la esquina de Espinoza y Juárez.

Luego enfilamos hacia la zona vitivinícola del Valle de Guadalupe, y dio comienzo la visita a Bodegas de Santo Tomas, donde fuimos recibidos por Iván Cortéz, en cuya grata compañía estuvimos varias horas. Primeramente nos llevó, a bordo de un vehículo abierto por ambos lados (lo que permite tener una hermosa panorámica de los campos cubiertos de viñas), a recorrer numerosos planteles de este cultivo, al tiempo mismo que nos explicaba que la extensión de los viñedos asciende a 350 hectáreas ---a una altitud de 150 metros sobre el nivel del mar---, en tres zonas diferentes: Valle de Santo Tomas, Valle de San Vicente y Valle de San Antonio de las Minas. Allí hay sembradas veintidós variedades distintas de uvas, de las cuales dieciséis son las más utilizadas, para elaborar los exquisitos vinos de esta bodega. Las seis restantes se encuentran en proceso de experimentación.

La primera parada la hicimos, al filo de las once de la mañana, para degustar tres copas de vino tinto de la variedad Tempranillo, cosecha 2008 ---que tuvo una guarda de cinco meses en barrica---, procedente de vides de tres edades diferentes: veinte, cuarenta y cinco y sesenta y cinco años (este último vino es el que se utiliza para elaborar el vino Duetto, de gran calidad), que nos fueron escanciadas por sus gentiles asistentes: Ana Ofelia Félix Serrano y Freddy Gutiérrez López, Esta experiencia gustativa, de apreciar el aroma y el sabor de vinos elaborados con uvas de vides de diferentes edades, resultó en extremo interesante para los catadores.

Una segunda parada nos permitió saborear otras tres copas de vino blanco, la primera de Chardonnay, cosecha 2007, de la línea “ST”; la segunda de French Colombard, cosecha 2008 y la tercera de Chardonnay, cosecha 2006, Estos vinos permanecieron cuatro meses en barrica.

Vendría, momentos después, una tercera parada, bajo la frondosa copa de un añoso pirul, donde las copas estaban colocadas sobre barricas de roble francés. Allí degustamos dos vinos Barbera, cosecha 2008, elaborado con uvas de parras de veinte y sesenta y cinco años de edad, con guarda en barrica de diez meses.. Y a continuación otras copas con vino de la variedad Cabernet Sauvignon, de parras de veinte años, procedentes de dos áreas distintas: el Valle de San Gabriel y el Valle de San Antonio. Los planteles de esas uvas llevan por nombre de “Los Dolores”, de sarmientos añosos de veinte y cuarenta y cinco años, y de “La Changa”, de sesenta y cinco años de antigüedad. Estos vinos son los empleados para la confección de los excelentes vinos “Único” y “Duetto”..

Tras varias horas de recorrido por los viñedos fuimos a un espacio interior denominado “Cava Baro”, donde nos aguardaba un interesante ejercicio de degustación. En esa oscura cava Iván Cortéz, nuestro diligente cicerone, nos explicó que “la intención de la “Cata de Maderas” es que los participantes se den cuenta del uso de la barrica, y de qué manera influye sobre el vino, además que si ponemos barricas de roble francés de dos bosques diferentes, aún utilizando un vino de la misma variedad, ese caldo tendrá aromas y sabores completamente diferentes. El acompañamiento en cada parte del ejercicio se hace con instrumentos musicales diferentes, para que al final se reúnan todos tocando la misma melodía, lo cual es un espejo de lo que sucede día a día en nuestra vinícola, departamentos diferentes trabajando al unísono, para llegar a un mismo fin”. En esta experiencia se utilizó la variedad Merlot proveniente de plantas de 28 años de edad, con crianza de nueve meses en barricas de. Allier y Nevers.

Momentos más tarde procedimos, cada uno de los participantes en este recorrido, a elaborar “su” propio vino, eligiendo para ello porcentajes diferentes de cinco variedades diferentes: Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Barbera y Tempranillo. Los resultados saltarán a la vista (y al olfato y al gusto), ya que el Grupo Enológico Mexicano llevará a cabo una próxima cata, en la cual sean catados, y calificados, a “ciegas”, estos vinos.

El deleite no concluyo con la elaboración de esos vinos, sino que a continuación nos dirigimos a un espacio arbolado donde habían sido montadas las mesas, para una suculenta comida. La entrada fue Ensalada de lechugas mixtas, con manzanas y tomates, y aderezo de balsámico, mostaza y miel. El vino French Colombard, cosecha 2008, fue una magnífica opción de maridaje. El platillo principal consistió en Parrillada de Rib Eye, T-.Bone y Chorizo español, con ejotes, calabaza estrella y zanahoria baby. Para acompañar este sápido manjar bebimos Tempranillo, cosecha 2007. El postre fue Peras al mezcal.

Al caer la tarde, fuimos de Bodegas de Santo Tomás a una pequeña vinícola, Viña Tierra Santa, ubicada en el Ejido El Porvenir, la cual, según nos dijo Antonio Escalante, dará que hablar en un futuro próximo, por la calidad de sus vinos. Es propiedad de Mario Nomura Solis, un médico que incursiona como vitivinicultor bajo la acertada guía de Antonio Escalante. Allí degustamos varios vinos: un Shiraz, cosecha 2008, con crianza en barricas nuevas y usadas, y lo mismo un vino Cabernet Sauvignon con crianza en barricas francesas nuevas y usadas. Los cuatro vinos, de diferentes recipientes, nos parecieron de muy buena calidad.

Por la mañana del tercer día de recorrido desayunamos, cuando viajábamos hacia el Valle de Guadalupe, en el restaurante “El Correcaminos”, y de allí fuimos a Monte Xanic, donde nos esperaba Hans Backhof, el enólogo de esta renombrada empresa productora de excelentes vinos. Su plática inicial, desde una elevada terraza, que nos permitía contemplar una hermosa panorámica del valle a nuestros pies, giró en torno al cuidado que debe tenerse del viñedo, pues allí es el punto de origen de la materia prima con la cual habrán de ser elaborados vinos de gran calidad. Con el conocimiento y la experiencia que posee Hans Backhof, nos explicó, de manera amena y clara, el minucioso proceso que entraña el desarrollo de las vides, hasta que llega el momento, cuando los racimos están en su punto idóneo de madurez, de que tenga lugar la vendimia.

Momentos más tarde pasamos a la sala donde se levantan, como grandes torretas metálicas, los tanques de fermentación, y allí degustamos varios vinos, entre otros Chardonnay, Sauvignon Blanc y Chenin Cosecha Tardía, cosecha 2008, y luego fuimos al área de degustación para visitantes, y probamos sendas copas de los deliciosos vinos Malbec y Syrah cosecha 2006. Al despedirnos, Hans encomendó a su asistente Erika Cusine que nos acompañase a un bello paraje lacustre (precisamente llamado “El Laguito”), frontero a la planta vinícola, donde nos sería servida una sabrosa paella, que acompañamos con tres vinos de Monte Xanic: Rosado, Chardonnay y Syrah.

Al filo de las seis de la tarde fuimos a contemplar la puesta de sol, en el Océano Pacífico, al restaurante “Punta Morro”, donde bebimos un par de exquisitos Martinis, para luego ir al restaurante “Sanos’s”, donde Carlos Hussong, propietario de la bodega Viña Santa Úrsula, nos ofrecería una degustación de tres de sus vinos, y una cena de señalada sabrositud. Para esa reunión invitó a una docena de sus amistades más cercanas, a los nueve miembros del Grupo Enológico Mexicano, y a Antonio Escalante Domínguez (enólogo-propietario de Vides y Vinos Californianos) y a su esposa Vicky, nuestros gentiles acompañantes en todo el recorrido por las bodegas próximas a Ensenada.

Fuimos recibidos, antes de pasar a la mesa, con varias copas de Champagne Veuve Clicquot, y luego degustamos, en un gratificante ambiente de amistad, los vinos de Viña Santa Úrsula --- elaborados por la bióloga Griselda López, responsable de vinificación de esta vinícola---, de dos tipos: Valdepeñas y Cabernet Sauvignon, cosecha 2008, de encomiable calidad. Con estos caldos acompañamos la cena de cinco tiempos: Inicialmente saboreamos las Croquetas de risotto y alcachofa con medallones de langosta, aderezados con salsa alioli y pimiento. Luego el Turbante de pasta acompañado con frutos del mar al azafrán. A continuación una exquisitez: Codorniz (deshuesada) tempura, rellena de ostión, acompañada con puré de papa y salsa de granada. El manjar principal fue Filete de res en salsa de vino tinto con terrina de papa y pimientos asados. El maridaje de estos guisos fue con los dos vinos arriba anotados, y para concluir con tan deliciosa manducatoria fue servido el postre, consistente en Tartaleta de moras, acompañada de helado de vainilla, cuya armonización fue con .el vino de postre “Galeón”, igualmente de Viña Santa Úrsula, elaborado con la variedad Palomino. Este vino fue una gran sorpresa, por su extraordinaria calidad vínica.

A la mañana siguiente fuimos a almorzar en el restaurante campestre “Los Naranjos”, y de allí nos dirigimos a la Vinícola L. A. Cetto, donde nos esperaban Camillo Magoni y Joaquín Leyva. El primero es el enólogo, desde el año 1965, de esa bodega mexicana, la que mayor número de preseas internacionales ha obtenido, y el segundo es el gerente de la planta. Ambos nos tenían reservada una gran sorpresa: realizar en su compañía una cata “vertical” de nueve añadas del vino Nebbiolo Reserva Privada, de las siguientes cosechas: 1986, 1993, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2002 y 2004. Es prudente señalar que el vino Nebbiolo Reserva Privada cosecha 2002, fue galardonado con medalla de oro en el concurso Tasters Guild International Wine Competition, celebrado en Grand Rapids, Michigan (U:S:A), en 2007, y en el certamen Mundus Vini, que tuvo verificativo en Alemania, en 2007, alcanzó igualmente medalla de oro. Por lo que respecta al vino Nebbiolo Reserva Privada cosecha 2004 obtuvo medalla de plata en el Concours Mondial de Bruxelles, celebrado en Valencia, en 2009, y además dos dobles medallas de oro, la primera en Tasters Guild Internacional Wine Competition, en 2009 y en el concurso San Francisco International Wine Competition, igualmente realizado en 2009.

Antes de proceder a la cata “ciega” de esas nueve añadas, Camillo Magoni nos ofreció la degustación de dos vinos blancos de carácter experimental. (en ese momento nos explicó que entre las variedades de uvas comerciales y experimentales suman más de cien las cepas en las que actualmente trabaja). El primero ostenta la denominación AR-2008 y el segundo FN-2008. Ambas son cepas de origen italiano.

En seguida tuvo lugar la cata “ciega” de dichas nueve cosechas del vino Nebbiolo Reserva Privada, y los catadores del Grupo Enológico Mexicano fuimos evaluando, y calificando tan excelente caldo báquico.

A continuación, y antes de pasar a la mesa, degustamos dos extraordinarios vinos, que constituyen las reservas conmemorativas de esta vinícola bajacaliforniana: Angelo Cetto Reserva Platino, cuya primera edición fue la cosecha 2001 y fue presentada en el año 2003. Se trata de un coupage de 41% de Cabernet Sauvignon, 29% de Nebbiolo, 25% de Montepulciano y 5% de Petite Verdot. Este vino conmemora el aniversario número 75 de la fundación de la bodega, a cargo de Angelo Cetto, llegado a México en 1924. El otro vino es el 1928, cuya primera edición fue la cosecha 2008, que conmemora el octogésimo aniversario de la empresa. Es un coupage de Cabernet Sauvignon, Nebbiolo, Petite Syrah y Barbera. Ambos vinos son magníficos al paladar.

En la comida que nos brindó esta bodega estuvimos en la grata compañía de Don Luis Agustín Cetto ---hijo del patriarca fundador--., y de Camillo Magoni y de Joaquín Leyva. Los exquisitos platillos (ensalada de verduras, codornices asadas, arrachera y quesos surtidos) fueron acompañados con los dos vinos antes mencionados, y tres más, de la línea de varietales: Sangiovese, Malbec y Syrah. El postre fue con el delicioso vino Passito, un vino generoso de 17.5% Alc. Vol, elaborado con las cepas Petite Syrah y Zinfandel.

El periplo enológico y gastronómico concluyó ese día con una cena en el restaurante “Haliotis”, donde saboreamos, como entrada un exquisito carpaccio de Callo Mano de León y paté de atún. En seguida, Abulón Ayala ( es un abulón fresco, cocido en su jugo, con tomate, cebolla y chile verde) Un tercer platillo fue Sopes de chorizo de abulón, y concluimos con Filete de calamar gigante a la mejia. ( empanizado en salsa de tomatillo verde ). Los dos primeros manjares los acompañamos con el vino Roganto Sauvignon Blanc, cosecha 2008, mientras que los dos restantes con el vino Roganto Cabernet Franc, cosecha 2008.

A la mañana siguiente, muy temprano, recorrimos la autopista que enlaza Ensenada con Tijuana. Devolvimos el vehículo a la compañía arrendadora, desayunamos en el aeropuerto, y abordamos el avión que nos condujo a la ciudad de México, concluyendo el encanto de este viaje de enoturismo y gastronomadismo.

A manera de colofón transcribiré una frase del escritor y comediante estadounidense Groucho Marx: “El mejor banquete del mundo no merece la pena de ser degustado, a menos de que se tenga a alguien con quien compartirlo”.

jueves, 10 de diciembre de 2009

LOS MEJORES VINOS EN MEXICO, EN 2009


(Según el Grupo Enológico Mexicano)


En Enero de 1995 dieron principio las catas “ciegas” mensuales del Grupo Enológico Mexicano, habiéndose realizado, hasta el día 8 de diciembre de 2009, 182 degustaciones analíticas “ciegas”, de las cuales 166 han sido realizadas en un salón privado de un restaurante en el Distrito Federal, Otras 14 en parajes de la alta montaña de México, en altitudes superiores a los 4.000 metros. Una más a bordo de una trajinera, en el Parque Ecológico Xochimilco. La restante a bordo de un globo aerostático, a una altitud de 800 metros sobre el nivel del suelo, en Tequisquiapan, Querétaro. En estas catas organolépticas han sido degustados 1.399 vinos, de 19 países.

En el año 2009 fueron realizadas 15 catas. En esas evaluaciones sensoriales fueron degustados ciento seis vinos. De esta cifra, cuarenta y seis alcanzaron una calificación de 85 puntos o más, lo que equivale al 43.39%.

De esos cuarenta y seis vinos que superaron los ochenta y cinco puntos, trece fueron blancos y treinta y tres tintos. De esa cifra de 46 vinos, veinte fueron elaborados en México (de treinta y seis degustados en 2009); doce fueron de Argentina (de un total de veinte evaluados este año); once de España (de un total de diecisiete); dos en Chile (de un total de doce), y uno en Francia, de un total de nueve). Las cifras anteriores permiten asegurar que los vinos mexicanos han alcanzado una ostensible calidad, lo que se pone de manifiesto en infinidad de certámenes internacionales.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

En la lista siguiente únicamente son incluidos aquellos vinos cuya calificación fue de 85 puntos o más, lo que permite asegurar que se trata de vinos “muy buenos”.

VINOS BLANCOS:

1°.- Viogner Don Luis Cetto, cosecha 2007. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Monovarietal 100% Viognier. 14.0% Alc. Vol. Vinícola L. A. Cetto..
Calificación: 89.57 puntos. Precio: $ 146.00 Cata 174. Volcán Sierra Negra, el sábado 6 de junio. VINICOLA L. A. CETTO

2°.- Deseado. Vino espumoso. Cosecha 2008. 9.8% Alc. Vol. Monovarietal 100% Torrontés. Método Charmat. Bodega Familia Schroeder. Patagonia Argentina. Calificación: 89.43 puntos. Precio: $ 195.00 Cata 180, del 17 de Noviembre. DISTRIBUIDORA ULPALLATA

3°.- Chardonnay, cosecha 2006. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Chardonnay. Crianza sur lie durante seis meses, en barricas nuevas un 33%, de un uso 33% y de dos usos el restante 33%.. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 89.20 puntos. Precio: $ 240.00 Cata 178, el 22 de septiembre. MONTE XANIC

4°.- El Gran Vino Blanco Fumé Blanc, cosecha 2006. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Monovarietal 100% Sauvignon Blanc. 13.8% Alc. Vol. Fermentación en barrica nueva de roble francés con añejamiento sobre lías por doce meses. Chateau Camou. Calificación: 88.57 puntos. Precio: $ 250.00 Cata 174. Volcán Sierra Negra, el sábado 6 de junio. CHATEAU CAMOU

5°.- Casa Grande Chardonnay, cosecha 2007. Denominación Valle de Parras. Coahuila. Monovarietal 100% Chardonnay. 13.2% Alc. Vol. Fermentación y añejamiento en barrica. Casa Madero. Calificación: 87.85 puntos. Precio: $ 310.00 Cata 174. Volcán Sierra Negra, el sábado 6 de junio. CASA MADERO

6°.- Chenin Blanc cosecha tardía, 2008. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Chenin Blanc. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 87.30 puntos. Precio: $ 137.00 Cata 178, el 22 de septiembre. MONTE XANIC

7°.- Saurus Patagonia Select Sauvignon Blanc, cosecha 2006. 13.0% Alc. Vol. Monovarietal 100% Sauvignon Blanc. Crianza durante cuatro meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Bodega Familia Schroedere. Patagonia Argentina. Calificación: 87.29 puntos. Precio: $ 290.00 Cata 180, del 17 de Noviembre. DISTRIBUIDORA ULPALLATA

8°.- Sauvignon Blanc Viña Kristel, cosecha 2007. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Sauvignon Blanc. Crianza de 21 días en barrica. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 86.70 puntos. Precio: $ 144.00
Cata 178, el 22 de septiembre. MONTE XANIC

9°.- Chenin Blanc, cosecha 2007. Valle de Santo Tomás. Ensenada, Baja California. Monovarietal 100% Chenin Blanc. 13.0% Alc. Vol. Calificación: 86.57 puntos.
Precio: $ 110.00 Cata 174. Volcán Sierra Negra, el sábado 6 de junio. BODEGAS DE SANTO TOMAS

10°.- Saurus Extra Brut. Vino espumoso. Cosecha 2007. 12.0% Alc. Vol. Coupage de 60% Chardonnay y 40% Pinot Noir. Método Charmat. Bodega Familia Schroeder. Patagonia Argentina. Calificación: 86.14 puntos. Precio: $ 195.00 Cata 180, del 17 de Noviembre. DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

11°.- Lorca Fantasía Torrontes, cosecha 2007. Bodega Mauricio Lorca Mendoza, Argentina. Monovarietal 100% Torrontés. 13.5% Alc. Vol. Calificación: 85.88 puntos. Precio: $ 195.00. Cata 176, del 28 de julio..DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

12°.- Saurus Patagonia Select Chardonnay, cosecha 2006. 13.5% Alc, Vol. Monovarietal 100% Chardonnay. Crianza durante cinco meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Bodega Familia Schroeder. Patagonia Argentina. Calificación: 85.71 puntos. Precio: $ 290.00 Cata 180, del 17 de Noviembre. DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

13°.- Chateau Domecq Blanco, cosecha 2006. 13.8 % Alc. Vol. Coupage de Viognier y Chardonnay. Fermentación en barrica de roble francés y crianza de seis meses en las mismas barricas. Casa Pedro Domecq. Valle de Calafia. Ensenada, Baja California. Calificación: 85.50 puntos. Precio: $ 146.00 Cata 179, del 20 de octubre. CASA PEDRO DOMECQ

VINOS TINTOS:

1°.-Familia Schroeder Pinot Noir/Malbec, cosecha 2004. 14.5% Alc. Vol. Coupage de 54% Pinor Noir y 46% Malbec. Crianza del 100% del vino en barricas nuevas francesas, durante dieciocho meses. Bodega Familia Schroeder. Patagonia Argentina. Calificación 92.71 puntos. Precio: $ 850.00 Cata 180, del 17 de Noviembre. DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

2° Gran Lorca Poético Blend, cosecha 2006. Bodega Mauricio Lorca. Mendoza, Argentina. Coupage de 70% Malbec, 20% Syrah y 10% Pëtit Verdot. 14.5 % Alc. Vol. Guarda de doce meses en barricas nuevas: el 90% francesas y el 10% americanas. Calificación: 92.25 puntos. Precio: $ 750.00. Cata del 28 de julio. DISTRIBUIDORA ULPALLATA..

3.- Matarromera Crianza, Añada 2004. Monovarietal 100% Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 90.90 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

4.- Matarromera Crianza, Añada 2005. Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 90.50 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

5.- Matarromera Crianza, Añada 2006. Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 90.00 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

6.- Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2002 13.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 17 meses. Calificación: 89.11 puntos. Cata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS

7.- Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2005 14.2% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 24 meses. Calificación: 89.00 puntos. Cata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS.

8.- Reserva Magna, cosecha 2005.. 14.1% Alc. Vol. Coupage de Nebbiolo, Cabernet Sauvignon y Petite Syrah. Crianza de dieciocho meses en barrica nueva de roble francés. Casa Pedro Domecq. Valle de Calafia. Ensenada, Baja California. Calificación: 88.83 puntos. Precio: $ 545.00 Cata 179, del 20 de octubre. CASA PEDRO DOMECQ

9.- Chateau des Erles, cosecha 2004. A.O.C. Fitou. Francia. Coupage de 50% Syrah, 25% Garnacha y 25% Cariñena 13.5% Alc. Vol. Crianza durante 18 meses en “demi-muid” (barrica de 600 litros). Embotellado sin filtración. Domaines Francois Lurton. Calificación: 88.75 puntos. Precio: $ 1.1.80.00. Cata 172, del 31 de marzo. LA SELECCIÓN DEL SOMMELIER

10.- Matarromera Crianza, Añada 2000. Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 88.00 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

11.- Matarromera Crianza, Añada 2003: Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 87.50 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

12.- Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2003 14.0% Alc.. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 18 meses. Calificación: 87.44 puntos. Cata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS..

13.- Roganto Cabernet Sauvignon Reserva Especial, cosecha 2006. 15.5 % Alc. Vol.
Calificación: 87.29 puntos. Cata 177, del 18 de agosto. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS

14.- Viña Doña Dolores 4 Regiones. Coupage de Cabernet Sauvignon, Malbec, Cabernet Franc, Petit Syrah, Merlot, Tempranillo y Pinot Noir. 12.8% Alc. Vol. Elaborado con uvas procedentes de Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Zacatecas. Crianza durante 4 meses en barricas nuevas de Francia y Estados Unidos de América. Posterior reposo en botella durante 4 meses. Calificación: 87.28 puntos. Precio: $ 257.00. Cata 169, del 8 de febrero. FREIXENET DE MÉXICO.

15.- Matarromera Crianza, Añada 2001: Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 87.20 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

16.- Viña Doña Dolores Gran Reserva. Coupage de 70% Cabernet Sauvigpon y 25% Malbec. 12.8% Alc. Vol. Crianza durante 15 meses en barricas seminuevas de roble americano. Posterior reposo en botella durante 8 meses. Calificación: 87.14 puntos. Precio: $ 192.00 .Cata 169, del 8 de febrero. FREIXENET DE MÉXICO.

17.- Matarromera Crianza, Añada 2002. Monovarietal Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 87.10 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

18.- Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2004. 14.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 24 meses. Calificación: 86.88 puntos. Cata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS

19°.- Saurus Patagonia Select Merlot, cosecha 2005. 14.0 % Alc. Vol (La ficha técnica señala 14.5%). Monovarietal 100% Merlot. Crianza durante doce meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Bodega Familia Schroeder. Patagonia Argentina.Calificación: 86.86 puntos. Precio: $ 290.00.DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

20.- Matarromera Crianza, Añada 1999. Monovarietal 100% Tinta del País. Bodega Matarromera. Valbuena del Duero. Denominación de Origen Ribera del Duero.
Crianza de 14 meses en barrica de roble y posterior reposo en botella durante 10 meses. Calificación: 86.80 puntos. Cata “vertical” del 13 de febrero. BODEGAS LA NEGRITA

21.- Lorca Poético Cabernet Sauvignon, cosecha 2006. Bodega Mauricio Lorca. Mendoza, Argentina. Coupage de 95% Cabernet Sauvignn y 5% Malbec. 14.0 % Alc. Vol. Guarda de doce meses en barricas: el 90% francesas y el 10% americanas. Calificación: 86.75 puntos. Precio: $ 350.00. Cata del 28 de julio. DISTRIBUIDORA ULPALLATA,

22.- Merlot, cosecha 2005. 13.5 % Alc. Vol. Monovarietal 100% Merlot. Crianza de dieciocho meses en barrica nueva de roble francés. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 86.70 puntos. Precio: $ 270.00 Cata 178, el 22 de septiembre. MONTE XANIC

23.- Rivas Carmenere, cosecha 2007. Coupage de 85% Carmenere, 10% Cabernet Sauvignon y 5% Merlot. 13.5% Alc. Vol. Crianza del 13% del vino en barricas de roble francés y americano, durante 8 meses. Casa Rivas, S.A. Valle del Maipo, Chile. Calificación 86.63 puntos. Precio: $ 109.00. Cata 175, del 23 de junio. WINEMEX

24.- Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2001.13.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 18 meses Calificación: 86.22 puntos. Cata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS

25.- Santiago Graffigna, cosecha 2006. 14.5 % Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Malbec y Syrah. Bodega Graffigna. San Juan, Argentina. Crianza de catorce meses en barricas de roble francesas y americanas... Calificación: 86.17 puntos. Precio:
$ 545.00 Cata 179, del 20 de octubre. CASA PEDRO DOMECQ

26.- El Albar Excelencia, cosecha 2003. Denominación de Origen Toro. España. Monovarietal 100% Tinta del País. 15.0 % Alc. Vol. Crianza de 16 a 18 meses. Embotellado sin filtración. Domaines Francois Lurton. Calificación: 86.13 puntos .. Precio: $ 945.00 Cata 172, del 31 de marzo. LA SELECCION DEL SOMMELIER

27.- Gran Ópalo Blend, cosecha 2009. Bodega Mauricio Lorca. Mendoza, Argentina. Coupage de 30% Malbec, 30% Cabernet Sauvignon, 30% Syrah y 10% Petit Verdot.. 14.5% Alc. Vol. Vino premium sin crianza en madera. Calificación: 86.00 puntos. Precio: $ 480.00. Cata del 28 de julio. DISTRIBUIDORA ULPALLATA.

27.- (Empate) : Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2006 15.5% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 30 meses. Calificación: 86.00 puntos. Ata 181, del 22 noviembre. VIDES Y VINOS CALIFORNIANOS.

27.- (Empate). Cabernet Sauvignon Cabo de Hornos, cosecha 1987. 13.0% Alc. Vol.
Viña San Pedro. Valle de Lontué, Chile. Calificación: 86.00 puntos. Cata 177, del 18 de agosto. .

28.- Chateau Domecq Tinto, cosecha 2005. 13.8 % Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Merlot y Nebbiolo. Crianza de doce meses en barricas de roble francés. Casa Pedro Domecq. Valle de Calafia. Ensenada, Baja California. Calificación: 85.83 puntos. Precio $ 220.00 Cata 179, del 20 de octubre. CASA PEDRO DOMECQ

29.- El Albar Barricas, cosecha 2004. Denominación de Origen Toro. España. Monovarietal 100% Tinta del País. 15.0 % Alc. Vol. Crianza de doce meses en barricas, un tercio nuevas. Domaines Francois Lurton. Calificación: 85.75 puntos. Precio: $ 466.00 Cata 172, del 31 de marzo. LA SELECCIÓN DEL SOMMELIER

30.- Capa Tempranillo, cosecha 2007. Coupage de 90% Tempranillo y 10% Shiraz. Vino de la Tierra de Castilla. 13.5% Alc. Vol. Crianza de cuatro meses en barricas de roble francés y americano. Vinnico Export, S.A. Javea, Alicante, España. Calificación: 85.38 puntos. Precio: 99.00 Cata 175, del 23 de junio. WINEMEX

31.- Ópalo Syrah, cosecha 2009. Bodega Mauricio Lorca. Mendoza, Argentina. Monovarietal 100% Syrah. 14.5% Alc. Vol.. Calificación: 85.13 puntos. Precio: $ 315.00. Cata del 28 de julio. DISTRIBUIDORA ULPALLATA,

miércoles, 9 de diciembre de 2009

LOS VINOS DE PROLONGADA GUARDA EN BOTELLA


El oxígeno es el que hace al vino.
El vino envejece por su influencia,
que modifica los principios desagradables
del vino nuevo, y hace desaparecer el mal gusto
propio de ese vino recién elaborado

LOUIS PASTEUR

Iniciadas las catas “ciegas” del Grupo Enológico Mexicano en enero de 1995, al cumplirse una década de estas degustaciones ---en las cuales se evaluaban, y se sigue haciendo esta deleitable práctica gustativa, vinos de reciente lanzamiento en el mercado, digamos de cosechas de tres o cuatro años anteriores a la fecha de su apreciación sensorial---, en noviembre de 2005, se adoptó la costumbre de realizar, una vez al año, una cata con vinos tintos de prolongada guarda en botella, que hubieran estado en óptimas condiciones de conservación en una cava, durante un lapso de unos tres a cuatro lustros.

Cabe en este momento citar lo que en otras ocasiones he expresado, a propósito de este tipo de catas: “La finalidad es la de evaluar los visibles cambios ---en el color, en el aroma y en el sabor--- que tienen lugar en esos caldos al paso de los años. La degustación de esta clase de vinos suele resultar sorprendente, en cuanto a que hay vinos que «se resisten a envejecer», y manifiestan, transcurridos tres o cuatro lustros, gran vitalidad y una «juventud prolongada» que a los catadores no deja de parecer en extremo interesante, a más de que saborear esos vinos de cierta « ancianidad » (como alguna vez expresó Don Quijote de la Mancha) resulta muy deleitable al paladar, como experiencia gustativa poco frecuente.

La actual es, por lo tanto, la quinta ocasión en que los catadores del Grupo Enológico Mexicano degustan esta categoría de vinos “añosos” (de ninguna manera podría yo decir que fuesen decrépitos, y sin ningún interés desde el punto de vista de la apreciación de sus características organolépticas), que han resultado, las más de las veces, sorprendentes, por las cualidades que presentan esos caldos, aún encomiables al paso de los años.

La cata “ciega” mensual número 182, correspondiente a diciembre de 2009, del Grupo Enológico Mexicano, se llevó a cabo en un salón privado del restaurante “Bistro 235”. Para esta degustación analítica fueron seleccionados ocho vinos tintos, más o menos senectos, procedentes de la cava privada de tres de los Miembros de Número, de las siguientes añadas 1985, 1990, 1994 (tres de los vinos eran de esa vendimia), 1996 y 1998 (de esta añada eran dos vinos). Dos vinos, los más “jóvenes” fueron elaborados con uvas de una cosecha de once años atrás, en tanto que el más antiguo lo era de una recolección hecha veinticuatro años atrás. La procedencia de los vinos fue, por orden alfabético, Bulgaria, Chile, España, Francia, Italia y México.

La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann, Alejandra Vergara, Philippe Seguin, Alejandro Guzmán Galán, Roberto Quaas Weppen, José Del Valle Rivas, Joaquín López Negrete, Mauricio Romero Gatica y Miguel Guzmán Peredo.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

Es prudente señalar que en esta ocasión no se consignan los precios de cada uno de los vinos, porque se trata de añadas que no se encuentran en el mercado.

Los resultados fueron los siguientes:

1.- Errazuriz Cabernet Sauvignon Reserva, cosecha 1998.Valle de Aconcagua. 14.0% Alc. Vol. Viña Errazuriz. Chile. Calificación: 84.86 puntos

2.- Viña Magaña Gran Reserva, cosecha 1985. Denominación de Origen Navarra. 13.0% Alc. Vol. Coupage de 70% Merlot, 15% Cabernet Sauvignon y 15% otras cepas. Barillas, Navarra, España. Calificación: 84.00 puntos.

3.- Viña Ardanza Reserva, cosecha 1994. Denominación de Origen Calificada Rioja. 13.0% Alc. Vol. La Rioja Alta, S.A. Haro, España. Calificación: 81.86 puntos.

4.- Le Volte, cosecha 1994. Vino da tavola di Toscana. 12.5% Alc. Vol. Tenuta dell’Ornellaia-Bolgheri. Coupage de Sangiovese y Cabernet Sauvignon. Bolgheri, Italia. Calificación: 80.29 puntos

5.- Nebbiolo Reserva Limitada, cosecha 1990. Valle de Guadalupe. 12.0% Alc. Vol. Vinícola L.A.Cetto, S.A. de C.V. Ensenada, Baja California. México. Calificación: 79.29 puntos.

6.- Pommard, cosecha 1994. Appellation Pommard Controlée. 13.5% Alc. Vol. Lupé-Cholet. Nuits-Saint-Georges, (Cote-d’Or). Bourgogne, Francia. Calificación: 77.71 puntos

7.- Vosne-Romanée, cosecha 1998. Appellation Vosne-Romanée Controlée. Domaine du Clos Frantin. 13.0% Alc. Vol. Maison Albert Bichot. Vosne-Romanée, Bourgogne, Francia.. Calificación: 77.29 puntos

8.- LovicoMmerlot Reserva, cosecha 1996. 12.0% Alc. Vol. Estate Bottled. Lovico Suhindol Winery. Suhindol, Bulgaria. Calificación: 76.71 puntos

En un párrafo anterior mencioné que hay algunos vinos que “se niegan a envejecer”. Esta afirmación es del todo válida para el vino Viña Magaña Gran Reserva, cosecha 1985, cuya tonalidad cromática ---según lo pudimos apreciar en esta degustación “a ciegas”--- no corresponde a un tinto envejecido, ya que los catadores coincidieron en que su color era rojo rubí intenso, capa alta, con magnífico escurrimiento de glicerol, y con cualidades aromáticas y gustativas muy encomiables. A la boca se presentó como un vino “en su punto”, aterciopelado y equilibrado en su tríada de estipticidad, vinosidad y acidez.

Igualmente fue una sorpresa que el vino Le Volte, cosecha 1994, que mostró excelentes características organolépticas, a pesar del tiempo transcurrido en botella., que le permitieron alcanzar, a su “edad”, una calificación de 80.29 puntos.

Es prudente consignar que los ocho vinos degustados alcanzaron una calificación comprendida entre los 75 y los 84 puntos, lo que de acuerdo a los parámetros del Grupo Enológico Mexicano los ubica dentro de la categoría de “buenos” vinos.

Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino Pommard , cosecha 1994.

Al concluir esta singular cata “ciega”, en la cual fueron analizados ocho vinos de prolongada guarda en botella, fue servida una exquisita cena, preparada por los chefs del restaurante “Bistro 235”, Mauricio Romero Gatica y Héctor Dongu. El primer tiempo fue
Ravioles rellenos de foie en salsa de queso español e higos salteados. En seguida fue servido un delicioso Robalo estilo Mediterráneo, con aceitunas y alchachofas ,sobre berenjena asada. El maridaje de los guisos lo hicimos con el vino Mas la Plana Gran Reserva, cosecha 2002, un extraordinario vino catalán, elaborado por la Bodega Miguel Torres, de prestigio mundial (tanto el vino como la bodega).
El postre fue Manzanas asadas con polenta a la vainilla.






miércoles, 2 de diciembre de 2009

LOS VINOS DE AGUASCALIENTES


En fecha reciente visité, en la ciudad de Aguascalientes, la bodega vitivinícola que lleva por razón social Agrocultivos Santa Elena, S.A.de C.V. propietaria de Viñedos Santa Elena, ubicada en el Estado de Aguascalientes, que se halla enfocada a la elaboración de vinos finos, producidos con uvas de sus propios viñedos establecidos en altitudes cercanas a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, en una zona del Altiplano Central Mexicano. Los viñedos están localizados en el Valle Central de Aguascalientes, a 20 kilómetros al norte de la Capital del Estado.

(Antes de enfocar mi atención a los comentarios de los vinos degustados a finales de octubre de 2009 considero conveniente transcribir tres párrafos de un articulo ---titulado Los vinos de Aguascalientes--- que publiqué el 9 de agosto de 1987 en el periódico El Sol de México, medio de comunicación impreso en el cual aparecieron ciento ochenta artículos, de 1986 a 1989, acerca de diversos temas gastronómicos y enológicos).

“Hace poco más de tres siglos fue fundado, por disposición del monarca español Felipe II, un asentamiento novohispano que recibió el nombre de Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguascalientes. Fue precisamente el 22 de octubre de 1575 cuando varias familias se avecindaron en ese lugar, con el objeto de establecer un poblado.

Como pormenor curioso diré que en el escudo de armas de dos entidades de nuestro país aparecen racimos de uvas. Uno es Querétaro y el otro es Aguascalientes, lo que es clara señal de la importancia que entraña la industria vitivinícola para esos dos estados.

En los postreros años del siglo dieciséis comenzó la vitivinicultura en el estado de Aguascalientes, y muy pronto cobró señalada importancia esa actividad comercial. Cabe mencionar que en 1972 sumaban 4.320 hectáreas sembradas de vides, y a finales de la década de los años ochenta, del siglo XX, había diez mil hectáreas cubiertas con viñedos, y el número de las cepas cultivadas era de doscientas, de las cuales solamente dos docenas tenían importancia comercial” Hasta aquí la cita a aquel artículo de 1987.

De entonces a la fecha la vitivinicultura en el estado de Aguascalientes ha registrado una sensible disminución, según me lo hizo saber el ingeniero J. Trinidad Jiménez Domínguez, el vitivinicultor quien tiene a su cuidado los Viñedos Santa Elena, y en cuya compañía recorrí detenidamente los campos cubiertos de viñas y, más tarde, degusté varios de los vinos por él elaborados. Se trata de un ingeniero agrónomo graduado en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que posteriormente cursó estudios en Montpellier, Francia, entre los años 1981 y 1982, en la Escuela Nacional Superior de Agronomía (Ecole Nationale Superieure Agronomique), donde recibió el título de Viticultor, con especialidad en las Ciencias y Técnicas de Producción Vegetal (Sciences et Technique du Productiòn Vegetal).

El ingeniero J. Trinidad Jiménez Domínguez me comentó que en Aguascalientes existe una agrupación que reúne a todos los Vitivinicultores del Estado (suman 135), que lleva por razón social Consejo de Viticultores de Aguascalientes, A.C., en la cual funge como Gerente Estatal. También me dijo que en la actualidad hay aproximadamente 1,200 hectáreas. de viñedos en el Estado, de las cuales el 80% de uva que se utiliza para jugos y concentrados, 10% de uva de mesa y 10% de uvas para vino.

Mientras recorríamos los viñedos me informó que en el Viñedo Santa Elena recién iniciaron la tarea con la Vinícola en 2005, terminando la primera etapa en 2006, lanzando la primera cosecha con el vino que lleva por nombre Tabla No.1 / 2006, que es un Malbec 100% de Viñedos de Ojocaliente, en el estado de Zacatecas, que fue vinificado en las propias instalaciones de Viñedos Santa Elena, ubicados, como ya asenté, en la ciudad de Aguascalientes. La producción fue de quinientas cajas, cosechadas de viñedos viejos, de más de 30 años de edad de plantación directa, en una altitud de 2.057 metros sobre el nivel del mar. Actualmente la vinícola está presentes en el mercado nacional con varios vinos: Tabla No.1 / Malbec 100% cosecha 2007. con una producción de 1100 cajas, Entretanto/ Carignan 100% cosecha 2007 y Entretanto/ Mezcla bordalesa, 2007..

El proyecto de vino final está programado con una producción de 10,000 cajas anuales dentro de los próximos siete a diez años. Además, se contempla la plantación, en terrenos propios, de viñedos nuevos en el Altiplano, concentrándose en las uvas Malbec, Tempranillo, Syrah, Cinsault, Nebbiolo y Carignan que entrarán en producción en 2009 y 2011.

Después de visitar los viñedos fuimos a la sala de vinificación, donde degusté el vino Syrah, cosecha 2009, contenido en los tanques australianos de microoxigenación, y el Carignan, cosecha 2008. De una barrica extrajo el vino Malbec Tabla 1, cosecha 2008. Los tres vinos me parecieron de encomiables cualidades organolépticas.



.


lunes, 23 de noviembre de 2009

CATA VERTICAL DE SEIS AÑADAS DELVINO ROGANTO EN LA ALTA MONTAÑA




El vino es poesía embotellada.
ROBERT LOUIS STEVENSON

El Grupo Enológico Mexicano ha realizado, desde enero de 1995 hasta el domingo 22 de noviembre de 2009, ciento ochenta y una degustaciones analíticas “ciegas” de vinos, de las cuales ciento sesenta y cinco han sido realizadas en un salón privado de un restaurante en el Distrito Federal, Otras catorce han tenido lugar en diversos parajes de la alta montaña de México, en altitudes superiores a los 4.000 metros. Una más a bordo de una trajinera, en el Parque Ecológico Xochimilco. La cata restante se levó a cabo a bordo de un globo aerostático, a una altitud de 800 metros sobre el nivel del suelo, en Tequisquiapan, Querétaro. En estas catas organolépticas han sido degustados casi mil cuatro cientos vinos de diecinueve países.

De las mencionadas catorce evaluaciones, en las cuales las catas han tenido por escenario hermosos parajes montañosos, en doce de ellas han sido catados vinos, y en las otras dos las degustaciones han sido de brandies de España (la primera de destilados de la marca “Torres”, de Cataluña, y la segunda de brandies Solera Reserva, de Jerez). Seis de esas catas han tenido lugar en diversos parajes del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, a una altitud aproximada de cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Otras seis en el volcán Nevado de Toluca, en las orillas del Lago del Sol (4.209 metros sobre el nivel del mar) y del Lago de la Luna (4.216 mts). Y las dos restantes en la cumbre del volcán Sierra Negra (donde se localiza el Gran Telescopio Milimétrico), a una altitud de 4.583 metros,. y a una profundidad de 4 metros bajo tierra, en un amplio salón que sirve de sala de reunión para los astrónomos encargados de llevar a cabo investigaciones del espacio sideral. Cabe agregar que no existe en nuestro país un paraje a una altitud superior a los 4.583 metros al cual sea posible llegar en un vehículo motorizado rodante.

La idea de efectuar estas catas en parajes elevados de la alta montaña mexicana se fundamenta en el hecho de que a esa altitud existe únicamente un sexto de la presión atmosférica que priva a nivel del mar. Debido a ello los vinos presentan un mensaje odorífero más acentuado que cuando son evaluados ---por ejemplo--- en la ciudad de México, lo que hace que la percepción aromática de cada vino, que los catadores evalúan, sea más intensa y, por ende, más agradable a la olfacción.

La primera cata “vertical” realizada en la alta montaña de México, tuvo lugar el domingo 4 de mayo de 2008, en un hermoso sitio alpino del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl. Fue la cata mensual número 160 del Grupo Enológico Mexicano, y en ella degustamos cinco añadas ---de la 2000 a la 2005--- del vino Cabernet Sauvignon Monte Xanic. Esta evaluación significó una interesante experiencia gustativa, por el hecho de advertir, organolépticamente hablando, los cambios registrados en la evolución de varias cosechas de un mismo vino.

La cata “ciega” número 181 del Grupo Enológico Mexicano se llevó a cabo el domingo 22 de noviembre, en un hermoso paraje del Parque Nacional Iztaccíhuatl—Popocatépetl, próximo a “Paso de Cortés”, a una altitud de 4.000 metros. Para esa degustación fueron seleccionadas seis añadas sucesivas, de 2001 a 2006, del vino Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial ---se trata de un monovarietal 100% Cabernet Sauvignon--- , elaborado por la bodega Vides y Vinos Californianos, establecida en 1997 por dos enóflos de Ensenada, Baja California, Rogelio Sánchez del Palacio y Antonio Luis Escalante Domínguez.

La bodega Vides y Vinos Californianos consigna en su información oficial que en el año de 2001 se vinificó la primera cosecha con fines comerciales, y posteriormente fueron adquiridas barricas nuevas de roble francés y se emprendió una nueva etapa en la elaboración del vino. Para ello compraron el necesario equipo de fermentación, y las cosechas 2001, 2002 y 2003 fueron vinificadas en Bodegas Valmar, en tanto que las añadas de 2004 y 2005 lo fueron en Bodegas San Rafael, en el Valle de Ojos Negros. En todos los casos la producción fue de vinos de calidad premium. Para el año 2006 fue acondicionada una bodega propia, en las la zona sur de la ciudad de Ensenada, que cuenta con sala de fermentación, laboratorio, área de filtrado y embotellado, sala de barricas y sala de producto terminado, a más de una sala de degustación. A partir de entonces han sido vinificados cuatro tipos de varietales, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Chardonnay y Sauvignon Blanc.

Acerca de la gran calidad del vino Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, es conveniente asentar que en el mes de enero de 2004 el Grupo Enológico Mexicano organizó una cata de vinos tintos premium de México (fue la degustación mensual número 101).. En ella dieciséis jueces evaluaron una docena de vinos de alta categoría, elaborados en nuestro país. El primer lugar, con una calificación de 88.90 puntos, fue para el vino Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2002, cuyo precio en ese momento, en el comercio capitalino era de $ 690.00

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

La Mesa de Catadores estuvo integrada día por los siguientes enófilos, Miembros de Número del Grupo Enológico Mexicano: Patricia Amtmann, Roberto Quaas Weppen, Raymundo López Castro, Philippe Seguin, Joaquín López Negrete, Rafael Fernández, Gabriel Iguiniz, y Miguel Guzmán Peredo. Testigo de esta degustación ---y así mismo catador— fue también Antonio Escalante, el creador de los vinos de la prestigiada marca Roganto.

En un paraje alpino de gran belleza, en el sitio denominado Altzomoni (cuya altitud es de 4.000 metros sobre el nivel del mar) desde donde contemplábamos la magnificencia del entorno montañoso (a un lado la Iztaccíhuatl ---“Mujer blanca”, de 5.286 metros---, y el Popocatépetl ---“Cerro que humea”, de 5.452 metros) dio comienzo la degustación al filo de las 12 del día. Los registros efectuados nos permitieron conocer que la temperatura ambiental a las 11:30 horas era de 13.2 grados centígrados.

Allí fueron montadas dos mesas cubiertas con blancos manteles, y los catadores se dispusieron a registrar sus impresiones de las características organolépticas de cada uno de los seis vinos analizados. La diafanidad de la atmósfera propició que el color y la brillantez de los vinos fuese apreciada cabalmente. La temperatura interior en las copas vacías era de 12 grados centígrados, y con el vino ascendió a 14.6 grados centígrados. En el momento de evaluar los dos últimos vinos la temperatura ambiental era más alta (16 grados, aproximadamente), y la del vino en la copa era de 18.5 grados centígrados.

Aspecto interesente digno de ser mencionado, es que delante de cada bolsa de tela (con el logo del Grupo Enológico Mexicano, que llevaba el número del orden de degustación) fueron colocados los tapones de corcho de cada botella, y los catadores anotaron en las respectivas hojas de cata la posible añada de cada vino, basándose en el aspecto del corcho y el color del vino.

El orden de degustación de las diferentes añadas fue establecido de manera aleatoria.

Los resultados fueron los siguientes:

Primer lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2002 13.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 17 meses. Calificación: 89.11 puntos

Segundo lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2005 14.2% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 24 meses. Calificación: 89.00 puntos

Tercer lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2003 14.0% Alc.. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 18 meses. Calificación: 87.44 puntos.

Cuarto lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2004. 14.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 24 meses. Calificación: 86.88 puntos

Quinto lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2001.13.0% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 18 meses Calificación: 86.22 puntos

Sexto lugar: Roganto Cabernet Sauvignon Selección Especial, cosecha 2006 15.5% Alc. Vol. Crianza en barrica de roble francés durante 30 meses. Calificación: 86.00 puntos

Como ya señalé, para el Grupo Enológico Mexicano los vinos que alcanzan calificaciones superiores a 85 puntos son considerados “muy buenos”. Los seis vinos degustados en esta cata superaron esa puntuación.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

LOS VINOS DE LA BODEGA FAMILIA SCHROEDER, DE PATAGONIA


En el portal http://www.cronista.com/, en un boletín emitido a fines del año pasado, quedó asentado que “Argentina marcará el récord de producción de vino en el hemisferio sur en 2008, con unos 15,25 millones de hectolitros (equivalentes a mil quinientos veinticinco millones de litros) frente a los 15,046 millones de 2007, según las previsiones anunciadas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), en París. Nuestro país ---agrega esa nota---, que se ha convertido en miembro permanente de la OIV, fue también el que más vino consumió en la región en 2007, con unos 11,166 millones de hectolitros, y el que más superficie de viñedo alcanzó en el mismo año, con 230 millones de hectáreas, indicó en rueda de prensa el presidente de la OIV, Federico Castellucci”.
Otra información de ese portal permite conocer que “las exportaciones argentinas de vino, que han aumentado un 12,4% en las dos últimas décadas, crecieron un 22,63% en 2007 con respecto a 2006, según el estudio de la OIV para Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Nueva Zelanda, Perú, Sudáfrica y Uruguay. Las exportaciones de vinos de los países del hemisferio sur, en alza constante desde los años 80, se situaron en 2007 en un 23,7% del volumen total de exportaciones mundiales, y sus principales mercados fueron Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. Argentina fue el tercer máximo exportador de vino de esta región del planeta a su principal cliente, Reino Unido, país en el que Australia tiene la mayor cuota de mercado de los países estudiados, con más del 50%, seguida de Chile, que alcanzó el 19,09%, y de Argentina, que dominó el 4%” Hasta aquí esa cita.
En Argentina las regiones vitivinícolas se extienden en una franja paralela al colosal sistema orográfico llamado Cordillera de los Andes, en una extensión de más de 2.400 kilómetros, entre los 22 y los 42 grados de latitud sur. La más austral de dichas regiones se ubica sobre el paralelo 39, al oeste de la Provincia de Río Negro. Por la importancia de su producción de vino las siete regiones vitivinícolas son las siguientes: Mendoza (existen allí mil doscientas veintiún bodegas, y la producción es el 80% del total nacional, alcanzado un volumen anual aproximado de mil millones de litros de vino), San Juan, La Rioja, Río Negro, Salta, Catamarca y Neuquen.

En la parte meridional de Argentina se ubica la Región Patagónica ---también llamada Patagonia Argentina---, que fue establecida oficialmente mediante un tratado firmado el 26 de junio de 1996 Dicha región está integrada por las siguientes Provincias: "La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico.

San Patricio del Chañar es una localidad del Departamento de Añelo, en la Provincia de Neuquen, a 50 kilómetros al norte de la capital provincial, que lleva el nombre de Neuquen. En ese sitio comenzó la construcción de la Bodega de la Familia Schroeder, inaugurada en el año 2002. Durante los trabajos de edificación de tan funcional bodega vinícola fueron localizados los restos óseos de un megadinosaurio herbívoro de la familia de los Titanosaurios, que vivió en esos parajes hace 75 millones de años De allí el nombre de Saurus a varias líneas de vinos de esta importante empresa, que cuenta con ciento veinte hectáreas de viñedos, sembrados con las variedades siguientes: Malbec, Merlot, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y Chardonnay

Los vinos de la Bodega Familia Schroeder, a pesar de tener poca antigüedad, han sido muy premiados en importantes concursos internacionales. Entre varios otros puedo ahora enlistar los siguientes: El vino Saurus Patagonia Select Pinot Noir, cosecha 2005 fue premiado con medalla de plata en el Concours Mondial Pinot Noir, del año 2007, en tanto que uno de la cosecha 2003 lo fue en el Concours Mondial de Bruxelles, en el año 2006..

El vino espumoso Deseado obtuvo medalla de oro en el certamen Les Citadelles du Vin 2006, y en el Concours Mondial de Bruxelles 2007 fue galardonado también con una áurea medalla..

Otro vino espumoso de la Bodega Familia Schroeder, el vino Saurus Extra Brut fue galardonado en el Concours Mondial de Bruxelles de 2008 con medalla de plata, y en el certamen Effervescents du Monde, celebrado en 2007 recibió la distinción de una medalla de plata

El vino tinto Familia Schroeder, la gema de la empresa, de la cosecha 2004, fue distinguido con la Grande Medaille d’Or en el Concours Mondial du Pinot Noir, en el año 2008. En el Concours Mondial de Bruxelles de 2007 recibió medalla plata, y en el Mondial du Pinot Noir del año 2007 le otorgaron medalla de plata

El vino blanco Saurus Patagonia Select Chardonnay, cosecha 2006, recibió en el Concours Mondial de Bruxelles, en 2007, medalla de plata. Y el vino Sauruis Patagonia Select Sauvignon Blanc, cosecha 2006, obtuvo medalla de oro en el mismo concurso, en la edición 2007.

La cata “ciega” mensual número 180 del Grupo Enológico Mexicano, correspondiente a Noviembre de 2009, se llevó a cabo en un salón privado del restaurante “Bistro 235”, la sede permanente de estas degustaciones analíticas. Para ella fueron seleccionados ocho vinos de la Bodega Familia Schroeder, cuyos vinos han venido alcanzando señalado reconocimiento a nivel internacional.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

La Mesa de Catadores estuvo integrada día por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann, Alejandra Vergara, José Del Valle Rivas, Mauricio Romero, Luis Juan de Paz, Roberto Quaas Weppen, Dario Negrelos, Gabriel Iguiniz, y Miguel Guzmán Peredo.

Los resultados fueron los siguientes:

Vinos blancos:

1.- Deseado. Vino espumoso. Cosecha 2008. 9.8% Alc. Vol. Monovarietal 100% Torrontés. Método Charmat. Calificación: 89.43 puntos. Precio: $ 195.00

2.- Saurus Patagonia Select Sauvignon Blanc, cosecha 2006. 13.0% Alc. Vol. Monovarietal 100% Sauvignon Blanc. Crianza durante cuatro meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Calificación: 87.29 puntos. Precio: $ 290.00

3..- Saurus Extra Brut. Vino espumoso. Cosecha 2007. 12.0% Alc. Vol. Coupage de 60% Chardonnay y 40% Pinot Noir. Método Charmat. Calificación: 86.14 puntos. Precio:
$ 195.00.

4.- Saurus Patagonia Select Chardonnay, cosecha 2006. 13.5% Alc, Vol. Monovarietal 100% Chardonnay. Crianza durante cinco meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Calificación: 85.71 puntos. Precio: $ 290.00

Vinos tintos:

1.- Familia Schroeder Pinot Noir/Malbec, cosecha 2004. 14.5% Alc. Vol. Coupage de 54% Pinor Noir y 46% Malbec. Crianza del 100% del vino en barricas nuevas francesas, durante dieciocho meses. Calificación 92.71 puntos. Precio: $ 850.00

2.- Saurus Patagonia Select Merlot, cosecha 2005. 14.0 % Alc. Vol (La ficha técnica señala 14.5%). Monovarietal 100% Merlot. Crianza durante doce meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Calificación: 86.86 puntos. Precio: $ 290.00

3.- Saurus Patagonia Select Pinot Noir, cosecha 2006. 14.0% Alc. Vol (La ficha técnica señala 14.3%). Monovarietal 100% Pinot Noir.. Crianza durante doce meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Calificación; 83.43 puntos. Precio: $ 290.00

4.- Saurus Pinot Noir, cosecha 2007 14.3% Alc. Vol. Monovarietal 100% Pinot Noir.. Crianza durante tres meses del 40% del vino, en barricas nuevas francesas y americanas. El restante 60% permaneció en tanques de acero inoxidable. Calificación: 82.29 puntos. Precio: $ 195.00

Al concluir esta cata los integrantes de La Mesa de Catadores saborearon una exquisita cena, preparada por los dos chefs del “Bistro 235”, Mauricio Romero Gaticva y Héctor Dongú. Antes de comenzar tan apetitoso menú degustamos una copa de espumoso Saurus Extra Brut. Posteriormente, el primer tiempo consistió en Ensalada de endivias, uvas empanizadas, jitomate, nuez caramelizada y aderezo roquefort. En seguida sirvieron un delicioso Filete Mignon en salsa de hongo shitake deshidratado, con guarnición de pasta al vino tinto. Con estos platillos el maridaje fue con los vinos Saurus Patagonia Select Chardonnay, cosecha 2006, y Familia Schroeder Pinot Noir/Malbec, cosecha 2004.
El postre fue Pastel de fresas y tres leches, que acompañamos con el exquisito vino espumoso Deseado, cosecha 2008.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

CATA DIRIGIDA DE RONES PREMIUM DE AMERICA


En memoria de Roger Patrón Luján,

Miembro de Número del Grupo Enológico Mexicano

La palabra “Premium”, derivada del verbo latino “praemiare”, significa recompensar, premiar, galardonar, y puede ser traducida al castellano como galardón, premio, recompensa, concedida por algún mérito especial. Por lo que respecta a la palabra “Ultra Premium”, diré que está formada por dos vocablos de la lengua latina: el primero es Ultra, que significa “allá, o “más allá”, y el segundo es el término “Premium”, arriba anotado. “Ultra Premium” quiere decir, por lo tanto, “más allá de la recompensa”, “más allá del premio”.

Hace varios años dio comienzo en Chile la moda de designar a ciertos vinos, aquellos que por las características del viñedo de donde procedían las uvas, de un nivel que pudiera ser designado con el nombre de seleccionado, con el calificativo de “Premium”. Algún tiempo más tarde, esta estrategia de venta permitió que otros vinos fueron designados “Super Premium” y “Ultra Premium”, para ubicarlos, principalmente desde el punto de vista mercadológico, en un segmento muy alto de calidad, y cuyo precio al público, lógicamente, rebasaba los costos de los vinos de una clase que pudiéramos designar con la palabra “normal” para cualquier clase de estas bebidas etílicas. Agregaré que hace algún tiempo un enófilo chileno designó a estos vinos, de muy alto precio y de delicioso sabor, como “los vinos tintos de sangre azul de Chile”. Y César Fredes, especialista en vinos de ese país, externó su opinión acerca de estos vinos diciendo lo siguiente: “Está por demostrarse que vinos de esta clase son realmente de categoría mundial. Eso no lo pueden decir los productores. Lo tiene que decir la crítica internacional, los expertos, el mercado”.

Esta modalidad de categorizar con las palabra “premium” –y otras derivadas de ese término-- se ha extendido a diversas bebidas etílicas, principalmente destilados, para significar (mercadológicamente hablando) que se trata de productos de calidad sobresaliente. Por esa razón denominé Cata de rones premium de América la degustación que en fecha reciente tuvo lugar en el Colegio Superior de Gastronomía, plantel Lomas Verdes, organizada por el Grupo Enológico Mexicano, en la cual una nutrida concurrencia de aproximadamente ciento diez personas degustaron tres rones de calidad extraordinaria: Por orden alfabético del país de procedencia fueron de República Dominicana, México y Nicaragua.

La reunión dio comienzo con la degustación de una copa de vino blanco Vivante, de la bodega vitivinícola Freixenet de México, afincada en la población queretana de Ezequiel Montes, para que las células olfativas y las papilas gustativas de los participantes en tan singular degustación fuesen preparándose para recibir, posteriormente, el mensaje odorífero y palatal de los rones..

Inicialmente, Gabriel Iguiniz, chef ejecutivo del Colegio Superior de Gastronomía, en representación de la Rectora de esta prestigiada institución académica, la doctora Esmeralda Chalita, dio la bienvenida a los asistentes a esta cata, y a continuación Miguel Guzmán Peredo, director general del Grupo Enológico Mexicano, describió los principales aspectos del Ron, el aguardiente de mayor desenvolvimiento en los tiempos actuales. a nivel mundial-

Es conveniente señalar que la caña de azúcar (la materia prima para elaborar ese aguardiente) es una gramínea tropical originaria de Nueva Guinea. Su nombre científico es Saccharum officinarum, y agregó que el tallo de la caña es rico en sacarosa, y también en glucosa y fructuosa. De la isla de Nueva Guinea fue propagado su cultivo a Asia, y posteriormente a Europa, siendo sembrada ampliamente en las islas Canarias y en las islas Azores. Explicó, así mismo, que Cristóbal Colón, en su segundo viaje a América, en 1493, llevó cañas de azúcar de las islas Azores a la Española (la isla caribeña que actualmente comparten la República Dominicana y Haití), para difundir, posteriormente, esa siembra en diversos lugares del Mar de las Antillas. Este colosal grupo insular ha sido denominado, atinadamente, “El Archipiélago del Ron”, ya que el cultivo de la caña de azúcar propició la producción de cuantiosos volúmenes de ron en infinidad de islas. La primera noticia acerca de este destilado es de la isla de Barbados, en el año 1650, y en un relato esa bebida es llamada “Matadiablos”, y también Rumbullion. A partir de 1667 se la dio el nombre de Ron o Rum. Ese antiguo vocablo tenía el significado de “gran jolgorio”, y también el de “gran tumulto”, ya que los entendidos en lingüística afirman que pertenece a la misma familia semántica que rumble ‘retumbo, redoble, sonar, hacer ruidos’ y rumbustious “bullicioso”, “ruidoso”.

El Ron es elaborado de la siguiente manera: la caña de azúcar es triturada en el trapiche, que es un molino que permite el prensado de diversos frutos. El líquido resultante es calentado hasta una temperatura próxima al punto de ebullición. Más tarde es enfriado, y luego son retirados los sedimentos. Nuevamente el jugo es sometido al calor, y de nueva cuenta es vuelto a enfriar. Resultado de estas operaciones es un jarabe espeso, de color oscuro, casi libre de impurezas. En seguida se procede a centrifugarlo, hasta separar los cristales de azúcar, empleados en la fabricación de edulcorantes. Los residuos, después de retirar los azúcares cristalizados, son llamados melazas. Con ellos, una vez fermentado el jugo y sometido a proceso de destilación, se elabora otra clase de ron, de menor calidad y finura. Las cañas que fueron prensadas y trituradas reciben el nombre de bagazos, y son utilizadas como combustible, después de haber sido secadas, para calentar los alambiques.

El jugo es fermentado, y posteriormente destilado, en alambiques de olla o de columna, y de este proceso es obtenido un destilado --aguardiente--, el cual puede ser añejado en barricas de roble durante algunos años, o bien ser comercializado sin envejecimiento, como “ron blanco”.

Hoy en día la producción de Ron es muy cuantiosa, ya que es elaborado en casi todas las islas del Mar Caribe: Cuba, Puerto Rico, Jamaica, República Dominicana, Haití, Barbados, Guyana, Martinica, Trinidad e Islas Vírgenes (tanto las británicas como las estadounidenses) entre otras ínsulas. También es producido en Brasil, Colombia, Nicaragua, Venezuela, Estados Unidos de América, Canadá, México, Australia, Filipinas y Tailandia.

Entre los rones más afamados figuran los siguientes (en sus versiones premium): Viejo de Caldas, de Colombia; Zacapa, de Guatemala; Santa Teresa de Venezuela; Barbancourt, de Haití; Mount Gay, de Barbados, Havana Club, de Cuba; Saint James, de Martinica; Appleton de Jamaica; Matusalem, de República Dominicana; Flor de Caña, de Nicaragua y Mocambo, de México.

Se sobreentiende que los rones de calidad premium han sido elaborados, por sus respectivos productores, para ser degustados como se saborea un cognac, un armagnac, o bien un whiskey de malta: sin mezcla alguna con alguna otra bebida no alcohólica. Para hacer mezclas están los rones llamados “blancos”, que no han tenido un periodo de tiempo en barrica (lo que les confiere los aromas y sabores que los caracterizan). Con ellos son preparados diversos cocteles, como el Daiquiri, la Cuba Libre, el Mojito y el Planter’s Punch. Las distintas presentaciones del ron son: blanco, dorado, añejo y premium.

Los ocupantes del presidium fueron los siguientes miembros del Grupo Enológico Mexicano: Carlos Ruíz, Gabriel Iguiniz, Miguel Guzmán Peredo, Raymundo López Castro, y José Villanueva, director de Licores Veracruz, la empresa productora del ron Mocambo. Cada uno de ellos fue describiendo sus impresiones acerca de las características organolépticas (el mensaje odorífero y gustativo que a su parecer presentaba el ron que estaba siendo analizado y descrito a la audiencia)

La cata dirigida de rones premium de América dio comienzo con el ron Matusalem Gran Reserva, elaborado en la República Dominicana. La empresa productora fue establecida inicialmente en la ciudad de Santiago de Cuba, en el año 1872, pero luego fue trasladada a dicha nación caribeña por discrepancias de los propietarios con el gobierno castrista. Cabe señalar que este ron es elaborado con el sistema de criaderas y soleras, propio de la región de Jerez, en España, y que el tiempo de crianza que pasa ese destilado en barricas de roble es de quince años. Los productores le dieron el nombre de Matusalem, basándose en el antiguo proverbio español que dice ”más viejo que Matusalem”, haciendo alusión a un personaje de la Biblia que vivió novecientos noventa y nueve años. De este ron, de 40% de alcohol por volumen, comentaron los miembros del presidium que presentaba un bello color ambarino claro, con un hermoso cortinaje de glicerol, y que su mensaje odorífero manifestaba aromas de barrica, de vainilla, de frutos secos, a más de un dejo ahumano, y que a la boca era patente su delicioso sabor a cáscara de naranja, Hubo quien expresó que recordaba el aroma y el sabor del licor Grand Marnier.

En seguida vino la degustación del ron Flor de Caña Centenario, elaborado en la ciudad de Chichigalpa, en Nicaragua, por la Compañía Licorera de Nicaragua. La fundación de esta empresa se remonta al año 1890. De este ron que también tiene 40% de alcohol, por volumen, se dijo que mostraba un color cobrizo, igualmente como el anterior con franco cortinaje oleoso y grato aroma, en el que destacaban las percepciones a la barrica que lo había contenido, a hierbas silvestres, a lavanda, a frutos secos, vainilla, chocolate, y que su ataque a la cavidad bucal era muy agradable, sin dejar de sentir el poder etílico que lo caracteriza.

El tercer ron evaluado fue Mocambo 20 años. elaborado por la empresa Licores Veracruz, en la ciudad de Córdoba, en el estado de Veracruz. Los orígenes de esa bodega se remontan a los años finales del siglo XIX, y sus productos premium son los rones Mocambo 15 años y Mocambo 20 años, resultado de una elaboración en extremo especial, ya que se trata de destilados que han sido envejecidos (en este caso la palabra envejecido tiene el significado de maduración, para que alcance su punto idóneo de calidad, finura y delicado sabor) por largo tiempo en barricas de roble blanco. Este ron, al igual que los dos anteriores tiene un grado alcohólico de cuarenta, mostró a la vista un color caoba oscuro, que va de acuerdo con el tiempo de permanencia en la barrica de roble blanco. Así mismo era posible percibir. muy deliciosos aromas a frutos secos (nueces, almendras), a maple, vainilla, caramelo, y un delicioso dejo de tabaco. A la boca –a pesar de tener 40 grados de alcohol— se advierten sus sorprendentes cualidades gustativas.

Al concluir esta cata dirigida de rones premium de América el chef Gabriel Iguiniz expresó que, a su parecer, seria muy interesante (a más de constituir un acentuado deleite palatal) imaginar el maridaje de estos rones con diversos platillos. En base a su experiencia en los fogones dijo que le agradaría combinar el ron (Matusalem Gran Reserva con un Salmón en salsa de ron a la vainilla y compota de cítricos. Para el ron Flor de Caña Centenario 12 años sugirió una armonización con un platillo a base de Cordero con costra de almendras y cremoso al ron. Para acompañar el ron Mocambo 20 Años manifestó que,imaginaba acompañar ese ron con un Tibio de chocolate con teja de café y café de romero, lo que seguramente resultaría muy delicioso.

Al concluir esta insólita degustación los asistentes saborearon sabrosos bocadillos, preparados por el chef Saúl Aguilar, acompañados por el vino tinto Vivante Joven, elaborado por Freixenet de México, en el estado de Querétaro.

viernes, 6 de noviembre de 2009

LOS MEZCALES TRADICIONALES DE MEXICO

Para todo mal, mezcal.
Para todo bien, también.
Locución popular


En el continente americano existen trescientas diez especies de agave, de las cuales en México hay doscientas setenta y dos especies diferentes. La planta denominada agave recibió el nombre, en los tiempos prehispánicos, de Metl, y más tarde sería conocida como maguey por los conquistadores españoles. La palabra maguey proviene de la lengua Aruaca, o quizá de la taína, que se hablaba en las islas del Mar de las Antillas, donde los españoles contemplaron por primera vez esa planta, a finales del siglo XV y comienzos del XVI. El maguey pertenece al orden botánico de las amarilidáceas (antaño incluidas en la familia de las agaváceas), género agave. De este género existen en nuestro país aproximadamente doscientas setenta y dos especies, como ya quedó señalado, de las cuales tienen importancia industrial aquellas de las cuales se obtienen fibras (henequén y lechuguilla), o bien de las que se obtienen líquidos azucarados, que constituyen la materia prima para elaborar diversas bebidas alcohólicas, como el pulque, el tequila y el mezcal. Es interesante mencionar que el célebre naturalista sueco Karl Linneo fue quien le dio el nombre científico de agave a esta planta, utilizando el vocablo griego agavus, que significa “admirable”.

El cronista José de Acosta, en su libro Historia Natural y Moral de las Indias, llama al agave el “árbol de las maravillas”, por la amplia utilización que los naturales de las regiones mesoamericanas, en los tiempos prehispánicos, hacían de dicha planta.

Francisco Hernández, protomédico del monarca hispano Felipe II, recorrió una vasta región de la Nueva España investigando los efectos terapéuticos de infinidad de plantas. En su monumental obra, que lleva por título Historia Natural de Nueva España, describió catorce especies diferentes de maguey con las cuales se podía elaborar pulque. Hoy en día se tiene conocimiento que existen treinta y ocho variedades de agaves pulqueros. El maguey pulquero más grande lleva por nombre científico Agave atrovirens. Las pencas suelen medir de uno a dos metros de largo y de veinte a cuarenta centímetros de ancho. La madurez de esta especie de maguey llega a los doce años. El maguey tequilero lleva el nombre científico de Agave tequilana Weber. Existen numerosas especies de maguey mezcalero, entre otros el Agave angustifolia Haw (“Espadín”), el más extensamente cultivado en el estado de Oaxaca; el Agave rhodacantha Trel (“Mexicano”); y el Agave potatorum Zucc (“Tobalá”). El otro maguey --o agave— de importancia comercial es el Agave sisalana, cuya explotación favoreció el apogeo económico, en el siglo XIX, de la “casta divina”, la oligarquía de Yucatán, merced a la explotación del henequén.

En el libro Oaxaca; tierra de maguey y mezcal, un documentado volumen escrito por Alberto Sánchez López, queda asentado que “del total aproximado de 288 especies para la familia agavaceae, 277, tres cuartas partes se encuentran en México, por ello se considera a nuestro país como centro del origen del género. La diversidad de climas de Oaxaca ha permitido que se hayan desarrollado cerca de treinta especies del género Agave”.

Cabe agregar que, de la misma manera como la Norma Oficial Mexicana ---en el caso del tequila--- autoriza una “adulteración legal” (ya que permite que haya dos categorías de ese destilado: el tequila 100% de agave, y otro con XXXXXXXXXXX), así ocurre con los mezcales, que pueden estar elaborados con un 100% de agave mezcalero, o bien con un 80% de agave y un 20% de azúcares de otras procedencias,. Refiriéndome en concreto al tequila, mencionaré que en 1970 entró en vigor la tercera Norma Oficial Mexicana (NOM) que permitía a los industriales producir un aguardiente llamado Tequila empleando 51% de Agave tequilana Weber azul y el 49% restante de otros azúcares, como mascabado y piloncillo. Esta maniobra es, como atinadamente lo señala Rogelio Luna Zamora –un distinguido estudioso de las diferentes materias inherentes a este gustado destilado-, una “adulteración legalizada”.

En la vigésima séptima cena de la serie Gastrónomos y Epicúreos participó como expositor del tema Los mezcales tradicionales de México Cornelio Pérez (director de la Logia de los Mézcólatras), un apasionado promotor de los mezcales de todo México, quien ---entre muchas otras presentaciones .de tan elogiado destilado--- fungió como coordinador de la “Primera Saboreada de Mezcales Tradicionales”, una insólita degustación de treinta y dos mezcales diferentes, todos ellos incluidos dentro de la categoría de “tradicionales”, por la forma artesanal de su elaboración, y por cumplir fielmente con los requisitos establecidos para esta selecta clase de mezcales (lo mismo oaxaqueños que de otras entidades donde es producida este deliciosa bebida etílica). En aquella ocasión, noviembre de 2007, teniendo como sede la ciudad de Oaxaca, fueron cuatro los grupos en los que quedaron clasificados los mezcales motivo de tan insólita cata: el primero fue por estados productores. El segundo por tipos --especies— de agaves utilizados en la elaboración del mezcal. La tercera fue por los distritos de Oaxaca en los cuales se producen diversos mezcales. Y el cuarto fue por tipos de destilador en los que es elaborado este néctar alcohólico.

Cabe agregar que el grado alcohólico de los treinta y dos mezcales degustados (en dicha “Saboreada”) osciló entre los 46.3 y los 59. Es conveniente enfatizar que a pesar del elevado grado etílico de estos mezcales saboreados, la percepción olfativa y gustativa fue en extremo agradable, lo que motivó comentarios unánimes acerca de su magnífico sabor y delicioso retrogusto. Se trata de mezcales cuya producción es por demás reducida (lo que torna muy difícil su comercialización masiva), pero lo más encomiable, a mi parecer, fue el entusiasmo --puedo hablar, en estricto apego a la verdad, de una verdadera entrega y pasión--- por continuar produciendo esta clase de mezcales, siguiendo los cánones que los ancestros de los actuales productores les inculcaron. A mi parecer lo más importante es que se trata de destilados de excelente calidad y delicioso sabor, no obstante su alto grado etílico.

En su amena plática Cornelio Pérez señaló que, de acuerdo a la tradición vigente de los pueblos mezcaleros, los mezcales tradicionales deben cumplir los siguientes requisitos:
Estar elaborados exclusivamente de maguey, ya sea silvestre o cultivado.
2.- En su elaboración se emplean únicamente magueyes maduros.
3.- Sus procesos de elaboración son estrictamente naturales. Es decir, sin utilizar ningún producto químico que acelere su proceso natural, particularmente durante la fermentación, pues esto altera sus sabores y olores.
Su elaboración se apega estrictamente al proceso cultural, tecnológico y al gusto histórico que cada región, comunidad y población ha construido a través de su historia.
Se destila exclusivamente en aparatos de destilación discontinua, que pueden estar fabricados o incluir componentes de los siguientes materiales: barro, cobre, maguey, carrizo, madero e incluso piedra, entre otros.
Se consumo en graduaciones como mínimo de 45 grados, o más, según el gusto histórico de cada región y población. Son ellas las que han establecido los rangos de graduación en los que es aceptable consumir su mezcal, pero nunca menor a 45 grados.
Una forma de evaluar su calidad es la perla, concha o burbuja que se genera al vaciar el destilado en un recipiente, que puede ser una jícara o un cuerno, entre otros de gran tradición. Esto prueba el grado alcohólico y hace presentes los aromas y los sabores que un maestro mezcalillero sabe “leer” para su valoración. Otra prueba de calidad es frotar mezcal entre las manos hasta que se seque, para percibir el aroma, su consistencia, el grado alcohólico y el proceso de destilación.

Esta disertación de Cornelio Pérez, un reconocido especialista en el tema de los mezcales tradicionales de México despertó gran interés, y motivo muchas preguntas y comentarios entre los allí congregados.

Después de escuchar la disertación de Cornelio Pérez hizo uso de la palabra Pedro Antonio García Álvarez, gerente de mercadotecnia de la empresa González Byass en México, empresa fundada en la ciudad de Jerez, en el año 1835, por Manuel M. González, Esta bodega jerezana es, seguramente, la más importante por su prestigio y el volumen de producción de sus vinos, en especial el Fino de la marca “Tío Pepe” (el Fino más vendido en todo el mundo). Pedro Antonio García Álvarez mencionó, en su interesante descripción de los vinos de Jerez, que el “Tío Pepe” es un Jerez de la categoría de los Finos. Éste, en particular, tiene la característica de ser muy seco, y está elaborado con la variedad Palomino. Luego agregó que esos exquisitos caldos etílicos están comprendidos dentro de la Denominación de Origen que lleva el triple nombre de Sherry-Jerez-Xérez. Este vino es elaborado en las ciudades de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, en el sur de España, en Andalucía- “La zona de producción del vino abarca, además de las nombradas, a Chiclana de la Frontera, Chipiona, Puerto Real, Rota y Trebujena en dicha provincia y a Lebrija en la provincia de Sevilla. El conjunto geográfico formado por la zona de producción y la zona de crianza del jerez se conoce con el nombre de Marco de Jerez”.

Ya desde el momento en que los Miembros de Número del Grupo Enológico Mexicano se fueron reuniendo en un salón privado de restaurante “Bistro 235”, la sede de estas sibaríticas manducatorias, comenzaron a saborear, como idóneo aperitivo, el Fino “Tío Pepe”. Momentos más tarde, instalados ya en la mesa, se procedió a describir las características organolépticas de ese delicioso vino generoso, de 15% de alcohol por volumen, que tiene un proceso de envejecimiento en barrica durante cinco años, mediante el sistema de criaderas y soleras. Los comentarios giraron en torno a su bello color amarillo dorado, y sugestivos aromas de manzanas amarilla, frutos secos como nueces, almendras amargas, y un grato dejo de olores yodáceos. A la boca se trata de un vino por demás exquisito, muy apropiado para ser degustado como aperitivo, o bien para maridar en una comida a base de pescados y arroces..

Después de evaluar ese vino blanco probamos el tinto Beronia Crianza cosecha 2004, elaborado por la bodega Beronia, de la cual Pedro Antonio García Álvarez dijo que fue fundada en España, en el año 1973, en la ciudad de Ollauri, en la comarca de Haro, en la Rioja Alta. Este vino (resultado de un coupage de las cepas Tempranillo, Garnacha y Graciano) está inscrito en la categoría Denominación de Origen Calificada Rioja. De este vino se comentó que tiene un color rojo granate, con buen escurrimiento de glicerol, aromas de frutos rojos en vías de pasificación, barrica, tabaco y gratamente especiado. Su ataque es equilibrado y su retrogusto es largo.

La cerna fue preparada por los chefs Mauricio Romero y Héctor Dongú. El primer guiso consistió en Copa verde de pescado y mariscos. Un delicioso ceviche preparado con esmedregal y callo de hacha y camarón “pacotilla”, aderezado con aceitunas, pimientos verde y rojo, aguacate y aceite de oliva. El maridaje resultó igualmente agradable con el Fino Tío Pepe que con el tinto Beronia.

A continuación degustamos Salmòn en salsa de pimienta verde y hongo Portobello, con guarnición de risotto. En este caso la armonización fue con el tinto Beronia. El postre fue Mil hojas de crema de mamey y salsa de cajeta, y sorbete de mango.