Cuando los
hombres se volvieron
sedentarios, la
vid fue, junto con el
olivo y la
higuera, una de las
primeras plantas
en ser cultivadas y
aprovechadas por
el hombre.
ANDRE DOMINÉ (1946---)
Al
comenzar la década de los años setenta, del siglo pasado, empecé a realizar
fascinantes viaje a Francia. Por una feliz circunstancia, que en otra ocasión
pormenorizaré, cada año, en el mes de octubre, recorría yo ---durante dos
semanas, y transportándome siempre en un automóvil rentado--- alguna extensa
zona de ese país, después de haber paseado siete días por Paris. Así fue como
visité regiones tan hermosas, desde todos
los puntos de vista, como Provenza, Borgoña, Normandía, Bretaña, Anjou,
Alsacia, Savoya y Auvernia. En uno de esos viajes recorrí el sudeste de
Francia, enfocando mi atención en Provenza, cuya historia se remonta a la época
de los griegos, quienes colonizaron la zona costera hacia el año 600 A.C.. Allí
está ubicada la Riviera francesa y el
puerto de Marsella.
En
ese viaje visité ciudades francesas tan hermosas como Nimes, Orange, Arles,
Montpellier, Saint Tropez, Saint Raphael, Niza y Antibes. Y posteriormente fui
al vecino Principado de Mónaco. En esa memorable ocasión estuve en la Fontana
de Vaucluse, donde los hombres de edades pretéritas efectuaban ceremonias en
honor de sus deidades tutelares del agua. Este paraje natural ---cuyos intrincados pasadizos subterráneos
fueron explorados por Jean-Ives Cousteau y su equipo de buceadores--- fue cantado
por los poetas Federico Mistral y Francisco Petrarca, atrae más de un millón de
visitantes, anualmente). Luego visité el Castillo de If (donde, según la novela de Alejandro Dumas
(1802—1870), estuvo encarcelado Edmundo Dantes, llamado posteriormente Conde de
Montecristo. Igualmente admiré el Pont
du Gard (puente del Guarda, un acueducto construido por los romanos en el siglo
I D.C. Acerca de esta colosal obra leo en Wikipedia lo siguiente: “Diseñado
para llevar el agua a través del pequeño valle del Gardon, fue parte de un
acueducto de unos 50 km que llevaba el agua desde los nacimientos cercanos a Uzés hasta la ciudad
romana de Nemausus (actual Nimes). El acueducto
completo tenía una pendiente de de 34 cm/km (1/3000), descendía sólo 17 m en
todo su trayecto y llevaba 20.000.000 de litros de agua diariamente. Fue
construido por completo sin emplear argamasa. Las piedras
del acueducto, algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas, se mantienen
unidas por grapas de hierro”.
En
aquella feliz ocasión fui a la ciudad de Avignon, la capital del Departamento
de Vaucluse, situada en
la margen izquierda del río Ródano. .Esta urbe fue la residencia de siete papas, desde el
año 1309 hasta 1379, al concluir el
llamado Papado de Avignon y dar comienzo el Gran Cisma de Occidente. Los papas
que allí residieron fueron Clemente V, Juan XXII, Benedicto XII, Clemente VI,
Inocencio VI, Urbano V y Gregorio XI.. También fue la mansión papal de los
antipapas Clemente VII y Benedicto XIII, hasta principios del siglo XV.
Uno
de los principales atractivos urbanísticos de la ciudad de Avignon (en el
corazón de la región de Provenza), cuyo centro histórico fue declarado en 1995
Patrimonio de la Humanidad, es el
llamado Palacio Papal (Palais des Papes), que “es la más grande de las construcciones góticas de la Edad Media, de un tamaño tal que casi hace pequeña a la catedral.
Se trata de un monumento impresionante que se asienta en la plaza del mismo
nombre, sobre una protuberancia rocosa que había en la parte norte de la
ciudad, sobre el Ródano, llamada Rocher des Doms. Comprende dos
palacios: el Viejo (Palais Vieux), de Benedicto XII, y el Nuevo (Palais Neuf), de Clemente VI. El palacio se comenzó en 1316 por Juan XXII y continuó por los papas posteriores a lo largo del
siglo XIV hasta que se acabó en 1370”.
Ahora
bien, el nombre Chateauneuf-du-Pape designa una población en la región de
Provenza, en el distrito de Avignon. La Denominación de Origen
Chateauneuf-du-Pape (en lengua francesa AOC Châteauneuf-du-Pape), del sur del
Valle del Ródano, permite la elaboración de vinos, tintos y blancos (éstos
constituyen el 10% del total), los primeros de los cuales pueden estar
elaborados hasta con trece cepas diferentes de uvas. En el portal de esta
Denominación leo que “La mayoría
de los vinos que se producen son tintos, con trece diferentes variedades de uva permitidas por la normativa de la denominación:
variedades tintas como grenache, syrah, mourvèdre, cinsaut, counoise, terret noir, muscardin y vaccarèse, y variedades blancas clairette, roussanne, picpoul, picardan y bourboulenc. Si la uva
garnacha se separa en dos variedades, grenache blanc y grenache noir, el número
de uvas permitidas ascendería a catorce”. Los
vinos normalmente se envasan en botellas de vidrio muy oscuras, que ostentan el distintivo papal en
relieve (que consiste en el adorno, de forma triangular que llevan en la cabeza
(toca) los dignatarios eclesiásticos de la más alta alcurnia, o bien con el
emblema de las llaves pontificias. Châteauneuf-du-Pape
puede traducirse como "Castillo nuevo del Papa" y, de hecho, la
historia de esta denominación está firmemente vinculada a la historia del
papado en Francia.
En aquel viaje degusté numerosos vinos que en la
etiqueta llevan el nombre de Chateaneuf-du-Pape. En una carpeta conservo algunas
de las etiquetas de los muchos vinos que he degustado al correr de los años, y
allí aparecen tres caldos báquicos de esta Denominación de Origen: uno de la
bodega Pasquier-Desvignes, otro de Chateau de la Font du Loup y uno más de
Barton & Guestier.
Ahora bien, considero que este extenso preámbulo ---que parece haber sido extraído de mi
egoteca particular--- sirve para
mencionar que apenas ayer, domingo 18 de agosto, degusté un vino elaborado con un coupage de quince
variedades diferentes de uvas. Se trata del vino Puzzle, de la bodega Giménez
Méndez (fundada en 1990 por Luis Alberto Giménez), cuya razón social es Plaza
Vidiella, ubicada en Canelones, en la parte sur de Uruguay. Los antecedentes de la Bodega Vidiella se
remontan al año 1874, cuando el español Francisco Vidiella, precursor, junto
con Harriague de la industria vitivinícola en el Uruguay, estableció su
empresa en aquella población meridional de Uruguay, Hoy en día, según aparece
en el portal de esta empresa vitivinícola, “concretando el sueño de su esposo, Marta Méndez Parodi,
junto a sus hijos Mauro y Luis Giménez
Méndez, ha conducido la bodega fundada por aquél en 1990 hasta este presente en
el que el reconocimiento internacional ha llegado en forma de exportación a
diez países y de medallas de oro en los más importantes certámenes de todo el
mundo”
El vino Puzzle (este vocablo significa rompecabezas, y
ese es, precisamente, el polícromo diseño
que aparece en la etiqueta del vino) es una verdadera rareza. Es una combinación
(en Argentina le llamarían vino de corte, y en otros lugares blend o assamblage) de quince variedades de uva de
los diferentes viñedos de Giménez
Méndez, combinados en igual proporción. Se trata de once cepas tintas y
cuatro blancas: Tannat, Chenin Blanc, Cabernet Franc, Marselan (Es una cruza de
Cabernet Sauvignon con Garnacha, creada en Francia en 1961, que comenzó a ser
cultivada en las inmediaciones de la ciudad de Marseillan), Chardonnay, Pinot Noir,
Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Arinarnoa (nombre de la cepa obtenida en
Burdeos, en 1956, resultante del cruce de dos variedades: Merlot y Petit
Verdot), .Cabernet Sauvignon, Viognier, Merlot, Syrah, Alicante Bouche y Pinot Meunier.
Este vino Puzzle, cosecha 1020 (comercializado en
México por la firma Club del Gourmet: Vinos de Gran Clase) tiene un bello color rojo rubí intenso, de
gran brillantez y con magnífico escurrimiento de glicerol. Al olfato percibí su
notoria complejidad aromática: pimienta blanca, barrica fina, tabaco, notas de
cuero, regaliz, ciruela, zarzamora y un grato dejo de trufa. A la boca se
experimenta la agradable sensación de que llena la cavidad bucal. Es un vino
carnoso, de excelente vinosidad, y advertí un toque de tanicidad y acidez, lo
que me ´permite suponer que dentro de tres o cuatro años este vino (de la
vendimia 2010) estará en su punto idóneo de degustación. En resumen, un
excelente vino, que en el portal de internet del renombrado enólogo Robert
Parker (eRobertParker.com) aparece
calificado con 90 puntos. .