Hace poco mas de ocho años, en ocasión de la cata “ciega” numero 80 del Grupo Enológico Mexicano, celebrada en el mes de febrero de 2002, escribí acerca de los vinos elaborados en nuestro país. En ese artículo periodístico consigné que México fue el primer país en el continente americano donde fueron sembradas vides, con la finalidad de elaborar vino. El mérito de haber sido el principal promotor de la vitivinicultura mexicana --entonces esta ubérrima tierra era denominada Nueva España— corresponde a Hernán Cortés, quien, mediante el decreto del 20 de marzo de 1524, dejó establecido que cada encomendero que tuviese cien indígenas en “encomienda” debía sembrar mil sarmientos, “escogiendo la mejor que pudiesen hallar”.
Conforme fueron transcurriendo los años y las décadas, las viñas en el virreinato más floreciente de la corona española en América se extendieron por doquier, incluso a las regiones más apartadas de la capital novohispana. En el año 1597 fue fundada la empresa Bodegas de San Lorenzo (en la Hacienda de Santa María de las Parras, en el actual estado de Coahuila), que ha estado en operación continua hasta el presente, denominada Casa Madero, que se ostenta ---con justa razón--- como la bodega más antigua del continente americano, y una de las más antiguas del mundo
Más tarde, durante el siglo XVIII, los misioneros jesuitas propagaron los viñedos hacia la península de Baja California, y de aquellos alejados lugares salió en 1769 el monje franciscano Junípero Serra hacia la Alta California (que entonces pertenecía a la Nueva España, con el fin de propagar la evangelización cristiana. Las primeras viñas sembradas en tierras que hoy en día son Estados Unidos de América lo fueron en torno a la Misión de San Diego de Alcalá, la primera de las muchas que fundó Junípero Serra en aquellas tierras..
La historia de la vitivinicultura mexicana ha sido en extremo irregular, sin que se haya registrado un verdadero progreso, constante y claramente ascendente, al paso de los siglos. Durante algún período de tiempo, en las dos últimas centurias, ha parecido que este importantísimo cultivo vislumbrara un constante desenvolvimiento, pero pasados los años diversas circunstancias, complejas y conflictivas, han hecho que esa industria decayera u mostrara un franco retroceso.
Durante la cuarta década del siglo pasado los productores de vino de Baja California (en el Valle de Guadalupe y áreas circunvecinas están ubicadas las principales bodegas vitivinícolas de México, y es allí donde tienen su origen algunos de los mejores vinos de nuestro país) comenzaron a elaborar caldos de mejor calidad. Y es notorio e innegable que, al presente, los vinos de esas regiones ---lo mismo que los del Valle de Parras, en Coahuila, y de Ezequiel Montes, en Querétaro--- son de extraordinaria calidad, lo que les ha permitido ocupar honrosos lugares en infinidad de certámenes enológicos, en diversos países del mundo.
Información más actualizada acerca de los vinos mexicanos la encontré en el reportaje titulado “Vino mexicano: cinco siglos de historia”, escrito por Pilar Meré (quien ha tenido un estrecho vínculo con la promoción de los vinos elaborados en México) y publicado en la edición correspondiente al bimestre agosto-septiembre, de la revista “Sabor e Arte”. Allí queda consignada la siguiente información: “La viticultura mexicana ha desarrollado más de mil hectáreas de viñedos en el país. Sólo entre 2005 y 2008 se cultivaron más de cuatrocientas nuevas hectáreas y repuesto otras doscientas cincuenta hectáreas de viñedos antiguos por nuevos. ....Desde 1998, el mercado del vino en México había tenido un crecimiento ascendente, qued en los últimos años alcanzó un crecimiento del 12% ponderado....En su afán de expansión comercial, nuestro país crece en sus exportaciones, En 2007 la exportación fue de un 18%. Para 2008 exportó alrededor del 20% de la producción de vinos (blancos, tintos, rosados y espumosos...La calidad mundial del vino mexicano está avalada por la obtención de más de cuatrocientos reconocimientos y premios a nivel internacional, a través de su participación en los concursos mundiales...Hoy el vino mexicano tiene un lugar relevante en el panorama mundial enológico. Actualmente la industria mexicana está integrada por mas de medio centenar de empresas y productores, ubicados en las cinco zonas vitivinícolas registradas. Casi el 95% de ellas en Baja California, y el resto en Coahuila, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes.. En su conjunto, ofrecen más de trescientas etiquetas de vino, entre tintos, blancos, rosados y espumosos, elaborados con la más modera tecnología y con la mano experta de enólogos profesionales. Las bodegas vitivinícolas nacionales más productivas y representativas exportan sus productos casi a treinta países”. Hasta aquí esa cita.
Para la cata “ciega” número 195, realizada el viernes 20 de agosto, cata uno de los catadores aportó un vino nacional (a diferencia de otras ocasiones, cuando son seleccionados ocho vinos, cuatro blancos y cuatro tintos, de una bodega vitivinícola, nacional o extranjera), y de esta manera la degustación se llevó a cabo con diez caldos nacionales, elaborados en Baja California.
La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por Patricia Amtmann, Alejandra Vergara, Gustavo Riva Palacio, Joaquín López Negrete, José del Valle Rivas, Mauricio Romero, Miguel Guzmán Peredo, Philippe Seguin, Rafael Fernández Flores y Roberto Quaas Weppen. .
Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.
Las calificaciones fueron las siguientes:
1.- Artigiano, cosecha 2008. 13% Alc. Vol. Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés y estadounidense. Bodega Fratelli Pasini. Valle de San Antonio de las Minas. Ensenada, Baja California. Calificación: 89.38 puntos
2.- Único Gran Reserva, cosecha 2002. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 56% Cabernet Sauvignon y 35% Merlot. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés y 12 meses en botella. Bodegas de Santo Tomás. Valle de Santo Tomás, Ensenada, Baja California. Calificación. 87.00 puntos
3.- Reserva Magna, cosecha limitada 2005. 14.2% Alc. Vol. Coupage de Nebbiolo y Petite Syrah. Crianza de 18 meses en barrica nueva de roble francés. Casa Pedro Domecq. Valle de Calafia. Ensenada, Baja California. Calificación: 86.88 puntos
4.- Ojos Negros Gran Reserva, cosecha 2004. 13.9% Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Shiraz, Cabernet Franc y Merlot. Bodega San Rafael. Valle de Ojos Negros, Ensenada, Baja California. Calificación 86.00 puntos
5.- Santa Úrsula Cabernet Sauvignon, cosecha 2006. 13% Alc. Vol.
Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Bodega Santa Úrsula. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación
85.50 puntos.
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6.- Duetto Meritage tinto, cosecha limitada 1999. 13% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon y 40% Merlot, de los valles de Santo Tomás, en Ensenada, Baja California, México, y Livermore, en California, Estados Unidos de América. Crianza de 14 meses en barrica nueva de roble francés. Bodegas de Santo Tomas y Wente Winery, de México y Estados Unidos de América, respectivamente. Calificación: 85.38 puntos
7.- Santa Úrsula Valdepeñas, cosecha 2006. 13% Alc. Vol. Monovarietal 100% Tempranillo. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Bodega Santa Úrsula. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación 85,25 puntos:
8.- Nebbiolo Reserva Limitada, cosecha 2005. 14.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Nebbiolo. Crianza de 14 meses en barrica y 24 meses en botella. Vinícola L.A. Cetto. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California- Calificación: 84.63 puntos.
9.- Divino tinto, cosecha 2008. 14% Alc. Vol. Coupage de 80% Syrah y 20% Cabernet Sauvignon. Crianza de 6 meses en barrica de roble francés. Bodega MD Vinos. Valle de la Grulla. Ensenada, Baja California. Calificación: 83.25 puntos
10.- Merlot Monte Xanic, cosecha 2006. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Merlot. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Monte Xanic. Valle de Guadalupe, Ensenada. Baja California. Calificación: 82.50 puntos.
Salta a la vista la encomiable calidad de los vinos evaluados, ya que siete de los diez vinos catados alcanzó una calificación superior a los 85 puntos, lo que permitió ubicarlos en la categoría de “muy buenos”
Al concluir la evaluación organoléptica los catadores saborearon una espléndida cena, ofrecida por Patricia Amtmann, y los platillos fueron maridados con el vino “Duetto”, cosecha 1999.
Conforme fueron transcurriendo los años y las décadas, las viñas en el virreinato más floreciente de la corona española en América se extendieron por doquier, incluso a las regiones más apartadas de la capital novohispana. En el año 1597 fue fundada la empresa Bodegas de San Lorenzo (en la Hacienda de Santa María de las Parras, en el actual estado de Coahuila), que ha estado en operación continua hasta el presente, denominada Casa Madero, que se ostenta ---con justa razón--- como la bodega más antigua del continente americano, y una de las más antiguas del mundo
Más tarde, durante el siglo XVIII, los misioneros jesuitas propagaron los viñedos hacia la península de Baja California, y de aquellos alejados lugares salió en 1769 el monje franciscano Junípero Serra hacia la Alta California (que entonces pertenecía a la Nueva España, con el fin de propagar la evangelización cristiana. Las primeras viñas sembradas en tierras que hoy en día son Estados Unidos de América lo fueron en torno a la Misión de San Diego de Alcalá, la primera de las muchas que fundó Junípero Serra en aquellas tierras..
La historia de la vitivinicultura mexicana ha sido en extremo irregular, sin que se haya registrado un verdadero progreso, constante y claramente ascendente, al paso de los siglos. Durante algún período de tiempo, en las dos últimas centurias, ha parecido que este importantísimo cultivo vislumbrara un constante desenvolvimiento, pero pasados los años diversas circunstancias, complejas y conflictivas, han hecho que esa industria decayera u mostrara un franco retroceso.
Durante la cuarta década del siglo pasado los productores de vino de Baja California (en el Valle de Guadalupe y áreas circunvecinas están ubicadas las principales bodegas vitivinícolas de México, y es allí donde tienen su origen algunos de los mejores vinos de nuestro país) comenzaron a elaborar caldos de mejor calidad. Y es notorio e innegable que, al presente, los vinos de esas regiones ---lo mismo que los del Valle de Parras, en Coahuila, y de Ezequiel Montes, en Querétaro--- son de extraordinaria calidad, lo que les ha permitido ocupar honrosos lugares en infinidad de certámenes enológicos, en diversos países del mundo.
Información más actualizada acerca de los vinos mexicanos la encontré en el reportaje titulado “Vino mexicano: cinco siglos de historia”, escrito por Pilar Meré (quien ha tenido un estrecho vínculo con la promoción de los vinos elaborados en México) y publicado en la edición correspondiente al bimestre agosto-septiembre, de la revista “Sabor e Arte”. Allí queda consignada la siguiente información: “La viticultura mexicana ha desarrollado más de mil hectáreas de viñedos en el país. Sólo entre 2005 y 2008 se cultivaron más de cuatrocientas nuevas hectáreas y repuesto otras doscientas cincuenta hectáreas de viñedos antiguos por nuevos. ....Desde 1998, el mercado del vino en México había tenido un crecimiento ascendente, qued en los últimos años alcanzó un crecimiento del 12% ponderado....En su afán de expansión comercial, nuestro país crece en sus exportaciones, En 2007 la exportación fue de un 18%. Para 2008 exportó alrededor del 20% de la producción de vinos (blancos, tintos, rosados y espumosos...La calidad mundial del vino mexicano está avalada por la obtención de más de cuatrocientos reconocimientos y premios a nivel internacional, a través de su participación en los concursos mundiales...Hoy el vino mexicano tiene un lugar relevante en el panorama mundial enológico. Actualmente la industria mexicana está integrada por mas de medio centenar de empresas y productores, ubicados en las cinco zonas vitivinícolas registradas. Casi el 95% de ellas en Baja California, y el resto en Coahuila, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes.. En su conjunto, ofrecen más de trescientas etiquetas de vino, entre tintos, blancos, rosados y espumosos, elaborados con la más modera tecnología y con la mano experta de enólogos profesionales. Las bodegas vitivinícolas nacionales más productivas y representativas exportan sus productos casi a treinta países”. Hasta aquí esa cita.
Para la cata “ciega” número 195, realizada el viernes 20 de agosto, cata uno de los catadores aportó un vino nacional (a diferencia de otras ocasiones, cuando son seleccionados ocho vinos, cuatro blancos y cuatro tintos, de una bodega vitivinícola, nacional o extranjera), y de esta manera la degustación se llevó a cabo con diez caldos nacionales, elaborados en Baja California.
La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por Patricia Amtmann, Alejandra Vergara, Gustavo Riva Palacio, Joaquín López Negrete, José del Valle Rivas, Mauricio Romero, Miguel Guzmán Peredo, Philippe Seguin, Rafael Fernández Flores y Roberto Quaas Weppen. .
Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.
Las calificaciones fueron las siguientes:
1.- Artigiano, cosecha 2008. 13% Alc. Vol. Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés y estadounidense. Bodega Fratelli Pasini. Valle de San Antonio de las Minas. Ensenada, Baja California. Calificación: 89.38 puntos
2.- Único Gran Reserva, cosecha 2002. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 56% Cabernet Sauvignon y 35% Merlot. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés y 12 meses en botella. Bodegas de Santo Tomás. Valle de Santo Tomás, Ensenada, Baja California. Calificación. 87.00 puntos
3.- Reserva Magna, cosecha limitada 2005. 14.2% Alc. Vol. Coupage de Nebbiolo y Petite Syrah. Crianza de 18 meses en barrica nueva de roble francés. Casa Pedro Domecq. Valle de Calafia. Ensenada, Baja California. Calificación: 86.88 puntos
4.- Ojos Negros Gran Reserva, cosecha 2004. 13.9% Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Shiraz, Cabernet Franc y Merlot. Bodega San Rafael. Valle de Ojos Negros, Ensenada, Baja California. Calificación 86.00 puntos
5.- Santa Úrsula Cabernet Sauvignon, cosecha 2006. 13% Alc. Vol.
Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Bodega Santa Úrsula. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación
85.50 puntos.
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6.- Duetto Meritage tinto, cosecha limitada 1999. 13% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon y 40% Merlot, de los valles de Santo Tomás, en Ensenada, Baja California, México, y Livermore, en California, Estados Unidos de América. Crianza de 14 meses en barrica nueva de roble francés. Bodegas de Santo Tomas y Wente Winery, de México y Estados Unidos de América, respectivamente. Calificación: 85.38 puntos
7.- Santa Úrsula Valdepeñas, cosecha 2006. 13% Alc. Vol. Monovarietal 100% Tempranillo. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Bodega Santa Úrsula. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación 85,25 puntos:
8.- Nebbiolo Reserva Limitada, cosecha 2005. 14.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Nebbiolo. Crianza de 14 meses en barrica y 24 meses en botella. Vinícola L.A. Cetto. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California- Calificación: 84.63 puntos.
9.- Divino tinto, cosecha 2008. 14% Alc. Vol. Coupage de 80% Syrah y 20% Cabernet Sauvignon. Crianza de 6 meses en barrica de roble francés. Bodega MD Vinos. Valle de la Grulla. Ensenada, Baja California. Calificación: 83.25 puntos
10.- Merlot Monte Xanic, cosecha 2006. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Merlot. Crianza de 18 meses en barrica de roble francés. Monte Xanic. Valle de Guadalupe, Ensenada. Baja California. Calificación: 82.50 puntos.
Salta a la vista la encomiable calidad de los vinos evaluados, ya que siete de los diez vinos catados alcanzó una calificación superior a los 85 puntos, lo que permitió ubicarlos en la categoría de “muy buenos”
Al concluir la evaluación organoléptica los catadores saborearon una espléndida cena, ofrecida por Patricia Amtmann, y los platillos fueron maridados con el vino “Duetto”, cosecha 1999.
1 comentario:
Hola, me encantaría invitarte a la primera edición del Festival del Vino Mexicano y Gastronomía en Guanajuato. Aquí esta el link del evento para mas detalles: vinomexicanoygastronomiaenguanajuato.mex.tl
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