La revista “Día Siete” ha realizado, hasta el año de 2009, nueve catas consecutivas para elegir los cien mejores vinos elaborados en México. Después de haber organizado ---en noviembre de 2007--- la Primera Saboreada de Mezcales Tradicionales, en la ciudad de Oaxaca, llevó a cabo en fecha reciente la Primera Cata de Pulque del Estado de Hidalgo, contando para ello con el valioso patrocinio del Consejo Consultivo Ciudadano de esa entidad.
Esta interesante degustación tuvo como denominación Viaje al corazón del maguey, en busca de la revaloración del pulque, paseo que se prolongó por casi cuarenta y ocho horas, ya que el programa de actividades fue, en verdad, muy nutrido.
Habiendo salido los catadores invitados por Martha Robles (coordinadora de la sección “Pasiones”, de dicha revista “Día Siete”) muy temprano, por la mañana del viernes 8 de julio, de la ciudad de México, la primera parada fue en el restaurante “Antiguo Mesón Mejicano (sic) Monte Cristo, para dar cuenta de un suculento desayuno. A continuación el contingente siguió hacia el Estado de Hidalgo, a los valles de Apan, la zona pulquera por excelencia de esa entidad, donde se conservan los restos de, por lo menos, seis extensas haciendas pulqueras, las cuales en el siglo XIX funcionaron a plena capacidad de producción.
Al llegar a la ex hacienda de Tetlapayac (leo en un folleto editado por el Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo CCCEH que “en sus mejores años ---1868, cuando el ferrocarril movilizaba cuantiosos volúmenes de este blanquecino néctar---producía más de veinticinco mil litros diarios de pulque) el grupo fue recibido por los propietarios de esa bella construcción, José Guadalupe López Calderón y su esposa, Delia Lozada Romero. Cabe agregar que aquí fue filmada la película “El Zorro”, protagonizada por Antonio Banderas.
A continuación se hizo una visita a la capilla y a los tinacales, donde se fermenta el aguamiel y se transforma en pulque.
Posteriormente fue proyectado un fragmento de la película ¡Que viva México!, filmada en ese lugar por el célebre cineasta ruso Sergei Eisenstein, en la tercera década del siglo XIX.
Esa parte del filme corresponde a la producción de pulque en dicha hacienda, desde el momento en que los tlachiqueros extraen el aguamiel de los agaves y lo llevan luego a los tinacales, donde se convierte en pulque, al fermentar ese líquido azucarado.
Al salir de la ex hacienda de Tetlapayac los catadores se dirigieron, en el vehículo en el que viajaban, a la hacienda de San Antonio Tochac, lugar donde tendría lugar la primera cata de seis muestras de pulque. En ese momento Raúl Guerrero Bustamante, presidente de la Asociación de Amigos de Museo del Maguey y el Pulque, dio la bienvenida al grupo de catadores y demás participantes en esta degustación, acompañado por Martha Robles, de la revista “Día Siete”, y por Martha Briones Range, del CCCEH, al igual que los dos anteriores, verdaderos artífices de esta singular cata.
La declaratoria inaugural fue pronunciada por el licenciado Esteban Ángeles Cerón, presidente del CCCEH (en representación del gobernador del .Estado de Hidalgo), en presencia del propietario de esta hacienda, Rubén López Calderón, del Director de la Universidad Tecnológica del Valle del Mezquital, Leodan Portes Vargas, de los presidentes municipales de la extensa zona pulquera hidalguense que busca revalorar ese cultivo: Almoloya, Apan, Emiliano Zapata, Epazoyucan, Tepeapulco, Tlamalapa, Singuilucan y Zempoala, y de los encargados de promover, turisticamente hablando, dichos municipios.
Francisco Luna Tavera y Mauro Vázquez Jahuey, especialistas en el tema del pulque, hicieron el Instructivo de Cata, en el cual estaban incluidos los principales aspectos en que se fundamenta la evaluación del pulque: en las características visuales se toma en consideración el color, el aspecto y la fluidez de la bebida. En las olfativas se aprecia el olor y la persistencia, y en las gustativas son importantes el sabor y el cuerpo que, en el paladar, presenta el pulque. Manuel Orgaz, experto sommelier, tuvo a su cuidado la organización del servicio de las diferentes muestras de pulque, presentadas en copas, como si se tratase de una cata de vinos.
Al finalizar la cata de seis pulques diferentes, de otros tantos sitios de producción, fue servida ---allí mismo--- una deliciosa comida, a base de platillos típicos del Estado de Hidalgo.
Esa noche, después de recorrer a pie una parte de la pintoresca población serrana de Real del Monte, el grupo de catadores fue recibido ---para una deliciosa cena--- en el restaurante “Villa Alpina”, desde donde se contempla una hermosa panorámica de la capital hidalguense.
Al día siguiente el grupo de catadores viajó a la población de Tepeapulco, en cuyo convento franciscano Fray Bernandino de Sahagún redactó su libro “Historia General de las Cosas de Nueva España”, una de las crónicas fundamentales en la historia de México. Después de recorrer el museo instalado en ese recinto visitamos una casa que lleva por nombre “Casa de Cortés”, ya que se supone que alguna vez fue propiedad del conquistador extremeño. En este sitio, una vez que sea restaurado, habrá de ser instalado el Museo del Maguey y el Pulque.
Después de un tentempié en el Mesón Franciscano, allí mismo en Tepeapulco, el grupo se dirigió a la hacienda de Tultengo, donde se llevó a cabo ---en medio de una planicie rodeada de magueyales y bajo un amplio toldo--- la segunda cata, de otros seis pulques.
Una exquisita comida, en la misma hacienda, fue el punto final de esta interesante degustación de doce pulques diferentes. .
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