Bebe porque eres
feliz, pero
nunca a causa de
tu infelicidad.
GILBERT KEITH
CHESTERTON (1874-1936)
En enero de
1995 dieron inicio las catas “ciegas” del Grupo Enológico Mexicano. Desde aquel
año, hace casi cuatro lustros, ya que falta sólo un año para que se cumplan dos
décadas de que estas interesantes degustaciones organolépticas tengan lugar,
mes a mes.. Hasta el presente: enero de 2014, han sido 238 las evaluaciones
sensoriales, de vinos de veintiún países, las que han sido celebradas.
Cabe
recordar que de este número (238), 216 han sido realizadas en un salón privado de un
restaurante de la ciudad de México. Otras
dieciséis tuvieron lugar en parajes de la alta montaña de México, en
altitudes superiores a los 4.000 metros. En catorce ---de estas dieciséis
ocasiones--- evaluamos
vinos “tranquilos” (nombre que reciben, genéricamente, los vinos blancos,
rosados y tintos). Las dos catas restantes, “ciegas” como todas las que realiza
el Grupo Enológico Mexicano, fueron de
brandies de España (en un caso de Cataluña y en el otro de Jerez). Cabe señalar que la octava y la décimo tercera catas en la alta montaña
tuvieron lugar (los días 14 de abril de 2007 y
6 de junio de 2009, respectivamente) en la cumbre del volcán Sierra
Negra, en el estado de Puebla, a una altitud de 4.581 metros sobre el nivel del
mar, lo que las hizo, en su momento, las degustaciones analíticas realizadas a
mayor altitud en el mundo, en un sitio al cual se accede en un vehículo
motorizado rodante.
Otras seis catas han sido celebradas en
diversos parajes al aire libre: una a bordo de una trajinera, la embarcación
tradicional en la cual se navega en los canales del recinto lacustre del Parque
Ecológico Xochimilco, a una altitud aproximada de 2.240 msnm. . Otra (la Primera Cata en México en un Globo
Aerostático) a bordo de un globo, a una altitud de 800 metros sobre el nivel
del suelo, en Tequisquiapan, Querétaro. Una más en un lago de montaña (Valle de
Bravo, a 1.805 metros sobre el nivel del mar), y la restante en la población de
Temixco, en el Estado de Morelos, a 1.280 m.s.n.m..La cata 198 se llevó a cabo a bordo del buque escuela
“Cuauhtémoc”, de la Secretaría de Marina de México, surto en la bahía de
Acapulco, el sábado 9 de octubre de 2010. La cata 203 tuvo lugar en Viñedos “La
Redonda”, en Ezequiel Montes, Querétaro.
En estas 238 catas “ciegas” han sido degustados 1.844 vinos, de veintiún
países.
A más de
las degustaciones anteriores, en el historial del Grupo Enológico Mexicano se
incluye la celebración de diez catas “ciegas” de tequilas (dos en cada uno de
los cinco años comprendidos entre 1997 y 2001), de las categorías denominadas “reposados”
y “añejos”, en las cuales fueron evaluados ciento noventa y cinco tequilas.
Ahora bien,
entrando ya en materia en torno a la cata del mes de Enero de 2014, diré que los
historiadores del vino señalan que esta dionisíaca bebida tuvo su origen, hace
más de seis mil años, en el Medio Oriente, en Mesopotamia, la feraz tierra
bañada por los ríos Tigris y Eufrates. Otros opinan que el cultivo de la vid, y
la consecuente elaboración del vino, se remonta a poco más de ocho mil años, y
que ello tuvo lugar en Georgia, considerada la cuna de la viticultura. Por su parte, Luis Tomás Melgar Gil, autor del
libro La Enciclopedia del Vino
(Editorial Ramón Llaca, Madrid, España, 2008), asienta que “El Líbano fue acaso la primera
región productora de vino en el mundo. La Biblia afirma que fue allí donde
Noé produjo y bebió el primer vino de
uva de la historia”, lo que, comento yo, significaría una antigüedad más
reciente a esta bebida etílica.
El autor
citado líneas arriba consigna que “las dos zonas de cultivo más importantes de
Líbano son el Valle de la Bekka (donde se encuentran Chateau Ksara, Chateau
Kefraya y Massaya), y la región de Monte Líbano. Las bodegas de Ksara (ksara
significa fortaleza) fueron propiedad de los francos, en tiempo de las
Cruzadas, y fueron adquiridas por los jesuitas en 1857 cuando el vino elaborado
en ellas era ya famoso. En la voluminosa obra titulada The global enciclopedia of wine, editada por Global Book Publishing
(Australia, 2002), aparece el capítulo referente a los vinos del Medio Oriente,
escrito por Brian Jordan, y allí aparece que esa bodega vinícola fue propiedad,
en el año 1857, de los monjes franciscanos,
y que ahora pertenece a Charles Ghostine.
En el portal
de esta bodega leo lo siguiente: “Líbano tiene una tradición vitivinícola de
más de cinco mil años, cuando los primeros habitantes, los fenicios, comenzaron
a cultivar las vides. Los fenicios exportaron vino a Egipto, Roma, Grecia y
Cartago. La empresa Chateau Ksara produce aproximadamente tres millones de
botellas de vino cada año, y comercializa sus productos en más de cuarenta
países, principalmente Europa, Estados Unidos de América, Canadá, Japón, Hong
Kong, Singapur, Brasil, África, Australia y los países árabes. Château Ksara es la más antigua y más grande
empresa vitivinícola del Líbano, así como la más visitada, pues cada año recibe
a más de 70.000 visitantes, quienes degustan allí los vinos que elabora”. De
esta bodega degustamos tres vinos tintos, en la cata 238 del Grupo Enológico
Mexicano.
Por lo que
concierne a los vinos de Galicia mencionaré que la Denominación de Origen Rías
Baixas (en lengua castellana Rías Bajas), establecida en 1988, es una de las
cinco Denominaciones de Origen de vinos elaborados en esa Comunidad Autónoma de
España. Las otras cuatro son D.O. Riberiro (1932, la más antigua de todas),
Valdeorras (1977), Monterrei (1996) y Ribeira Sacra (1996). Esta última es la
única región vitivinícola de Galicia en la cual predomina la producción de
vinos tintos. “Además de las cinco Denominaciones
de Origen reconocidas en Galicia, la comunidad cuenta con tres Indicaciones
Geográficas con derecho a mención Vino de la Tierra, que son: Betanzos, Valle del Miño-Orense y Barbanza e Iria”.
Las
cepas blancas autorizadas por el Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, con
sede en Pontevedra, son las siguientes: Albariño, Loureira Blanca, Treixadur y Caiño Blanco, en tanto que las variedades tintas son Caíño Tinto, Espadeiro, Loureira Tinta y Sousón.
En
el portal Europa Press, del 16 de
Octubre de 2013 apareció publicada la noticia de que “La D.O. Rías
Baixas había recogido la segunda mejor cosecha de su historia, con treinta y
dos millones de kilos de uvas, lo que significa un incremento de más del 80 por ciento respecto a la
cosecha de 2012, en la que se vendimiaron 17,5 millones de kilos, si bien aún
está lejos de la mejor, que se registró en 2011, cuando los vendimiadores de esta
D.O. recogieron 41,5 millones de kilos de uva”.
En el Consejo Regulador de la D.O. Rías
Baixas está
registrada ---entre casi doscientas empresas--- la Bodega Laval, la cual fue fundada
en 1985, y “una de las primeras empresas en las Rías Baixas en apostar por el potencial
de la uva albariño, Además, La Val es una de las bodegas con más viñedo en
propiedad en una denominación dominada por los minifundios”. Está ubicada en
Pontevedra, Galicia. Otra empresa lleva por razón social el nombre de Bodega y
Viñedos Don Olegario, asentada en Cambados, Galicia, fue fundada en 1980 por
Olegario Falcón. En la página web de esta bodega leo que “La bodega tiene una
única plantación de 5 hectáreas, con
viñas de 30 años, situada en el privilegiado valle O Salnés, y en la
cuna histórica del Albariño: Cambados, provincia de Pontevedra”.
Acerca de
los vinos de Grecia mencionaré que en fecha reciente (según lo leí en un
boletín del portal elmundovino.com)
se llevó a cabo en la ciudad de Paris, en la sede de la Organización
Internacional de la Viña y el Vino ---cuyas siglas son O.I.V., que agrupa a 45
Estados Miembros, entre los cuales no figura México---, una presentación de los
principales vinos de Grecia. En esa muestra disertó Yiannis Paraskevopulos,
enólogo de la Universidad de Burdeos, quien hizo mención a que en ese país
existen quinientas bodegas, que producen cinco mil vinos diferentes. Hay más de
trescientas variedades autóctonas de uvas, con las cuales son elaborados, cada
año, cuatrocientos millones de litros de vino, de los cuales es exportado el
17%, principalmente a Europa. La extensión del viñedo helénico es superior a
las ciento trece mil hectáreas. La producción es de un 60% de vinos blancos y
40% de vinos tintos, y de acuerdo al reglamento de elaboración existen treinta
Denominaciones de Origen distintas. La Denominación de Origen Patras en la más
renombrada en cuanto a los vinos blancos secos, y la D.O. Nemea es la más
importante en los vinos tintos. Para esta Denominación de Origen se emplea la cepa
Agiorgitiko (otra grafía de esta cepa es Aguiorguitiko), que significa San
Jorge.
En el portal
de esta empresa leo que “Hace más de un siglo, en 1890, la familia Tsantalis
comenzó a elaborar vinos y a destilar ouzo y tsipouro en Tracia oriental. Uno
de sus descendientes, Evangelos Tsantalis, fundó su bodega basándose en un
profundo respeto por la belleza de la tierra y un fuerte compromiso con la
calidad. El espíritu pionero de Evangelos y sus descendientes ha logrado
consolidar una orgullosa herencia vitícola que evoluciona más allá del tiempo y
las generaciones. Por su capacidad de innovación, la bodega Tsantalis goza hoy
en día de un liderazgo innegable dentro del panorama vitícola griego.
En 1970,
Evangelos Tsantsalis rescata del olvido la rica tradición vitícola de la región
del Monte Athos y fue el primero en exportar vino de esta región hacia el
mundo. En 1973, realiza su primera exportación de vinos griegos. El lanzamiento
de vinos de la región de Agioritikos, en 1975, marca un gran éxito comercial
para esta casa. Finalmente, en 1991, Tsantalis adquiere la bodega Rapsani
ubicada sobre el mítico Monte Olympus, hasta entonces en manos del Ministerio
de Agricultura, y escribe una nueva página en la historia del vino de Grecia.
Actualmente, Tsantalis está en manos de la tercera generación de esta familia y
continúa preservando la tradición innovadora de sus predecesores”. Hasta aquí
esa cita.
Ahora
mencionaré algunos pormenores acerca del vino en Portugal. La extensión del
viñedo era de 243.000 hectáreas en el año 2010, pero al igual que ha ocurrido
en muchos otros países productores de vino en el mundo, se registró una
disminución de la superficie cubierta de viñas, y para 2012 (de acuerdo con
información de la Organización Internacional de la Viña y el Vino) esta era de 239.000 hectáreas, y ocupa en
cuarto lugar en el orbe, por atrás de España, Francia e Italia. Se estima que
la producción de vino en 2012 fue de casi seiscientos millones de litros. “Las
Denominaciones de Origen son las siguientes: Vinos de calidad producidos en un
región determinada (VCPRD), en portugués, Vinho de Qualidade Produzido em Região
Determinada (VQPRD).. Son vinos de alta calidad producidos a partir
de las variedades de uva permitidas, procedentes exclusivamente de una región
determinada. Esta designación engloba a su vez todos los vinos clasificados
como DOC, Denominación de Origen Controlada
(Denominação de Origem Controlada) e IPR, Indicación de Proveniencia Reglamentada (Indicação de
Proveniência Regulamentada). Vinos Regionales (Vinhos Regionais), vinos de mesa producidos en una región
específica de producción. Son equivalentes de los Vinos de la Tierra, en
España. Vinos de Mesa (Vinhos de Mesa) son los vinos no encuadrados en las
categorías anteriores”.
Con respecto a los vinos de
Bulgaria señalaré que son elaborados en un país del centro de Europa, colindante
con Rumania, Serbia, Grecia y Turquía, y también con el Mar Negro. En el corazón de la península de los Balcanes
se localiza Bulgaria, cuya superficie es de casi ciento once mil kilómetros
cuadrados (exactamente 110.912). Como necesario punto de comparación diré que
la extensión territorial de esa nación de Europa Oriental es menor a la del
estado de Durango (entidad mexicana que cuenta con poco más de ciento
diecinueve mil kilómetros cuadrados). El número de habitantes de Bulgaria es aproximadamente
de diez millones.
Los
historiadores del vino aseveran que existen registros fidedignos que permiten
conocer que los caldos etílicos búlgaros son los más antiguos del continente.
Los vinos de la antigua Tracia (éste es el nombre de la región sudoriental de
la península de los Balcanes, que se encuentra dividida, políticamente
hablando, en Bulgaria, Grecia y Turquía) fueron elogiados desde tiempos
pretéritos por los poetas helénicos. Homero, en sus libros “La Ilíada” y “La
Odisea”, se refiere con encomio a ellos, mencionando sus agradables aromas y
sabores.
Las
modernas investigaciones arqueológicas permiten suponer que el territorio
actualmente ocupado por Bulgaria, bien puede haber sido la primera región
geográfica donde fueron plantadas viñas, y, por ende, la zona donde
inicialmente sus moradores elaboraron vino. Se habla de que esta actividad
vitivinícola tuvo lugar entre los años seis mil y tres mil antes de Cristo,
cuando a estas tierras se les llamaba Tracia. Por lo tanto, miles de años antes que los romanos difundieran por doquier sus
vinos, los tracios plantaron los primeros viñedos en las áreas septentrional y
meridional de los Balcanes, dando comienzo a la producción de caldos vínicos. Como
dato curioso mencionaré que en esta misma región --a la cual hace miles de años algunos
llamaron Pomoria— se expidió una ley, en el siglo II de nuestra era, mediante la
cual los viñedos serían objeto de protección de parte del gobierno local.
En
el año 1963 Bulgaria era el sexto país exportador de vinos en el mundo (en 1999
ocupó el lugar número cinco, por el volumen de sus ventas al exterior). En 1978
se estableció la ley que regula, de manera oficial, la actividad vitivinícola.
A partir de esa fecha comenzó el sistema de categorías de los vinos búlgaros,
señalándose en la etiqueta –con leyendas
en lengua inglesa, para hacer más fácil la comprensión de qué tipo de vino se
trata, pues si lo hubieran hecho en alfabeto cirílico muy pocos pudiesen
entender esos caracteres-- varios
niveles de calidad enológica. La leyenda “country wine” equivale a “vin du
pais” en la clasificación francesa. Si aparece la frase “declared geographical
origin” (D.G.O..) es equivalente a lo
que Francia clasifica como Vino Delimitado de Calidad Superior. El nivel más
alto de calidad en los vinos búlgaros está dado por la palabra “controliran”,
equivalente a la Denominación de Origen Controlada. Estos vinos pueden ser de
dos clases: Reserva y Reserva Especial, si han sido añejados en barrica,
dependiendo del tiempo de su maduración.
La
producción de vino en Bulgaria, en 1985, fue de 450 millones. En 1990
(considerada por los enólogos de ese país la mejor cosecha, en términos de
calidad, en los cuarenta y cinco años
anteriores) disminuyó a 180 millones de litros. Tres años después ascendió a 205
de litros, ubicándose Bulgaria en el lugar número veinte como país
productor.
En
Bulgaria hay cinco regiones vitivinícolas: la septentrional, la oriental, la
subbalcánica, la meridional y la sudoccidental. La superficie cubierta de viñas
es de casi ciento setenta mil hectáreas, y la producción anual promedio es de
unos doscientos cincuenta millones de litros de vino. El veinte por ciento del
total (cincuenta millones de litros) está destinado al mercado interno,
mientras que el restante ochenta por ciento (doscientos millones de
litros) es comercializado en el
exterior, en setenta países. Con base a
estas cifras es que se dice que Bulgaria
es el segundo país exportador de vio embotellado en el mundo, por atrás de
Francia.
En algún
portal de internet, referente a los vinos búlgaros, encontré la siguiente
información: “Bulgaria cuenta con una riqueza ampelográfica notable. Algunas de
las variedades de uva que se cultivan todavía hoy en día en Bulgaria tienen
orígenes Tracios y no pueden encontrarse en ningún otro lugar del mundo. Cabe
destacar la variedad tinta autóctona Mavrud. Son reseñables también uvas como
la Pamid, la Dimiat, la Gamza, o la Misket Tinta. En la actualidad Bulgaria
produce y exporta aproximadamente un 60% de vinos tintos, mientras que el resto
del volumen se reparte en un 30% de vinos blancos, y el 10% restante
distribuido entre vinos rosados, fortificados y espumosos”.
La cata “ciega” mensual número 238, correspondiente a enero de 2014, tuvo lugar el martes 14 de ese mes, en el salón “Decanter”, del hotel St. Regis México City, Para esta degustación analítica fueron seleccionados ocho vinos comercializados en México por la empresa Club del Gourmet. De esos ocho vinos tres fueron del Líbano, dos de España, y uno de cada uno de los siguientes países: Grecia, Portugal y Bulgaria.
La Mesa de
Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Patricia
Amtmann, Salomón Cohen, Joaquín López Negrete, Philippe Seguin, Oscar
Nicanor, Rafael Fernández, y Miguel
Guzmán Peredo.
En estas
degustaciones analíticas, en las cuales los catadores ignoran la marca y la
procedencia del vino que van a degustar ---motivo por el cual reciben el
nombre de “ciegas”---, los enófilos que participan en esas degustaciones
sensoriales califican las características visuales, olfativas y gustativas de
cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación otorgada en cada uno
de estos tres renglones, sus comentarios respecto al color, al aroma o bouquet
y al sabor de cada uno de los vinos sometidos al examen organoléptico de los
miembros de la Mesa de Catadores que en esa ocasión participaron en dicha
degustación. Una vez que los jueces analizaron esas características
sensoriales, y que se tiene inmediato conocimiento de cuál fue la
calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son descubiertas
las botellas y se conoce de qué vino se trata en cada caso), cada catador
formula en voz alta sus propios comentarios, con la finalidad de escuchar las
opiniones de los restantes catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el
imparcial juicio emitido por cada uno de esos enófilos.
Los resultados fueron los siguientes:
Vinos
blancos:
1.-
La Val Albariño, cosecha 2012 12.6 %
Alc. Vol. Varietal 100% Albariño. Denominación de Origen Rías Baixas. Bodegas
Laval, S.A. Pontevedra, Galicia, España. Calificación: 83.00 puntos
Precio: $ 433.00
2.-
Don Olegario Albariño, cosecha 2011 13%
Alc. Vol. Varietal 100% Albariño. Crianza
de ocho a doce meses en cubas de acero inoxidable. Denominación de
Origen Rías Baixas. Bodegas y Viñedos Don Olegario, S.A. Corbillón, Pontevedra,
Galicia, España. Calificación: 81.71 puntos Precio: $ 499.00
3.- No Man’s Land Gold,
cosecha 2010. 12.0%
Alc. Vol. Coupage de 50% Sauvignon Blanc y 50% Chardonnay. Crianza del 10% del
vino en barrica. Valle de Tracia. Bodega Damianitza, A.D. Sandanski, Bulgaria.
Calificación: 81.14 puntos. Precio: $
531.00
Vinos
tintos:
1.-
Plansel Selecta Reserva, cosecha 2010.
14.0% Alc. Vol. Coupage de
Trincadeira y Touriga Nacional. Crianza en barrica de robla francés durante
doce meses. Posterior reposo en botella. Valle de Alentejo. Bodega Quinta de
Plansel (Sociedade Vitivinícola, S.A.) Montemor O-Novo, Portugal. Calificación: 87.00 puntos. Precio: $ 512.00
2.- Chateau Ksara Cabernet
Sauvignon, cosecha 2008. 14.0 % Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon,
30% Merlot y 10% Petit Verdot. Crianza en barrica de roble francés durante
dieciocho meses. Valle
de la Bekaa. Chateau Ksara, S.A.L. Bekka, Líbano. Calificación: 83.86 puntos.
Precio: $ 600.00
2.- (Empate) Nemea Tsantalis Reserva, cosecha
2009, 13.0 % Alc. Vol. Varietal 100%
Agiorgitiko. Crianza en barrica nueva durante doce meses. D.O.G. Nemea. Bodega
Evangelios Tsantalis, S.A. Halkidiki,
Grecia. Calificación: 83.86 puntos.
Precio:$ 388.00
3.- Chateau Ksara Reserve du Couvent, cosecha
2010 . 14.0 % Alc. Vol. Coupage 50% Grenache, 40% Syrah y 10% Carignan. Crianza
en barrica durante seis meses. Valle de la Bekaa. Chateau Ksara, S.A.L. Bekka, Líbano. Calificación: 83.29 puntos.
Precio: $405.00
4.- Chateau Ksara Le Prieure, cosecha 2010. 13.5%
Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Carignan 30%:¸Cinsault 30%,; Mourvedre
(Monastrell) 20%; y Cabernet Sauvignon 20% . Crianza de catorce
a dieciocho meses en barrica nueva, y posterior reposo en botella. Valle de la
Bekaa. Chateau Ksara, S.A.L. Bekka,
Líbano. Calificación: 82.28 puntos. Precio: $306.00
Los catadores eligieron
“mejor etiqueta” la del vino tinto Chateau Ksara Cabernet Sauvignon, cosecha
2008.
Al
concluir la degustación fue servida una magnífica cena, diseñada por Guy
Santoro, Chef ejecutivo del hotel St. Regis Mexico City. El primer
tiempo fue Salmon Marinado al Caviar
Sevruga con espuma de Limón (Saumon Marine au
Caviar Sevruga, Mousseux Citron. A
continuación fue servido un exquisito Filete de Bacalao a la Vizcaína, Guiso
de Alcachofas al Azafrán (Filet de Cabillaud
Sauce Vizcaina , Poêlée d Artichauts au Safran. El deleite palatal continuó con
Parmentier
de Pato Gratinado, Huitlacoche, Ensalada de Brotes Surtidos (Parmentier de Canard Gratiné, Champignons de Mais, Salade
de Pousses d'Herbes. El postre fue Barra Fondant de Naranja, Chocolate,
Jarabe de Naranja (Barre Fondante d’Orange, Chocolat, Jus Corsé d’Orange.
El maridaje de estos platillos fue con los vinos blancos
siguientes: Don
Olegario Albariño, cosecha 2011; y No Man’s Land Gold, cosecha 2010, y con los
tintos . Plansel Selecta Reserva, cosecha 2010 y Chateau
Ksara Cabernet Sauvignon, cosecha 2008.
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