El gin tonic ha salvado más vidas y mentes
de gente inglesa que todos los doctores del país.
WINSTON CHURCHIL (1874-1965)
En el devenir histórico de las bebidas alcohólicas significó un hito muy importante el descubrimiento de las bebidas fermentadas. Hace varios miles de años, probablemente cuando tuvo lugar el nacimiento de la agricultura (en aquella Revolución Cultural, que algunos piensan ocurrió hace unos diez mil años, que significó que los primeros grupos étnicos dejaran de ser simplemente cazadores-recolectores para tornarse sedentarios agricultores), los hombres de tiempos prehistóricos descubrieron, quizá por azar, al tener lugar una fermentación espontánea de algunos cereales, miel, granos de uvas, de dátiles y jugos de frutas susceptibles de alcanzar la fermentación (lo que para nuestros antepasados era un misterio, atribuido a sus deidades tutelares), y de esta manera se percataron que esos líquidos tenían cualidades, atribuibles al alcohol etílico, o etanol, que resultaron en extremo agradable para quienes los degustaban.
Se ha dicho que esta clase de bebidas fermentadas son
conocidas desde las primeras épocas de la civilización egipcia, “y existe evidencia de una bebida alcohólica
primitiva en China alrededor del año 7000 a. de C.
En la India, una bebida alcohólica llamada sura, destilada del arroz, fue
utilizada entre los años 3000 y 2000 antes de Cristo”. Por otra parte, también
de aquellas lejanas edades pretéritas es la bebida denominada aguamiel, o
hidromiel, que aún en los días presentes tiene bastantes adeptos. De esta
bebida leí que “es un brebaje preparado por fermentación de una mezcla de miel
y agua, que alcanza cierta graduación alcohólica. Ya se conocía hace más de 2000
años, como se ha visto en escritos sagrados de la antigüedad. En la Grecia
clásica se conocía como melikraton y los romanos imitaron esta costumbre, a
veces incluso mezclando con vinos que endulzaban de esta manera.
“Otros pueblos y culturas tan dispares como la maya, celtas,
sajones y vikingos consumían con frecuencia esta bebida, con diferentes
variaciones. Su elaboración, una vez mezclada la miel con el agua, es compleja,
ya que muchas veces se hace necesaria la adición de fermentos del vino para que
se complete la
fermentación, que puede durar hasta dos años en barricas de madera. Pero a
partir del siglo XI el consumo y producción de hidromiel fue siendo desplazado
por la extensión de los cultivos de vides y por la cerveza, bebidas mucho más
populares desde entonces”.
En esta breve revisión de las primeras bebidas fermentadas
que conoció la humanidad menciono la
sidra, hecha con manzana (se ha dicho que los egipcios, griegos, hebreos y
romanos ya la degustaban); la chicha, elaborada a base de maíz en numerosos
grupos étnicos prehispánicos; la cerveza, preparada con cebada (algunos señalan
que es originaria de Egipto, y otros piensan que nació en Mesopotamia); el
vino, cuyos orígenes se remontan a ocho o nueve mil años, en Armenia y en el
Medio Oriente; y el pulque, propio de México, entre varias otras.
“En la Edad Media las bebidas
fermentadas ya eran consideradas alimentos, y se ofrecían como
reconstituyentes de enfermos en hospitales y conventos. En esta época, en la
que la seguridad microbiológica del agua no estaba garantizada, el consumo de bebidas fermentadas permitía una
hidratación y alimentación más seguras. La razón se debe al propio proceso
fermentativo, durante el cual la levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae)
utilizada en la fermentación del vino y la cerveza, producía sustancias con
acción antimicrobiana”.
Pasadas las centurias los alquimistas y los boticarios, quienes, entre otras tareas, ejercían labores propias de los médicos de nuestros días, conocieron el proceso de la destilación, mediante la cual los líquidos fermentados puestos en un alambique sufrían una transformación que les otorgaba un grado alcohólico mayor. Se atribuye a un árabe de nombre Jabir al-Hayyan, en el año 800 de nuestra era, el descubrimiento del alambique, y por ende el surgimiento de los destilados, llamados aguardientes por derivar de la voz latina “aqua ardens”, que los “físicos”, antiguo nombre de los médicos, prescribían a sus pacientes, dando a esas bebidas el nombre de cordiales, pues suponían eran muy provechosos para el corazón. Cabe agregar que esos primeros destilados eran de alta graduación etílicas, y de sabor muy áspero, por lo que se hizo necesario agregarles diferentes sustancias, frutos, flores, mieles, para atenuar su aspereza y hacerlos más agradables al paladar.
A este particular diré que ya desde el siglo VIII de nuestra era los alquimistas se dieron a la tarea de buscar la transmutación de los elementos. En Egipto, los árabes descubrieron los rudimentos de la destilación, y una vez conocido y experimentado el uso del alambique (la palabra alambique deriva del vocablo árabe al.ambiq, que proviene de la voz griega ambicos, cuyo significado es vaso, recipiente. Igualmente se utilizaba la palabra alquitara, del árabe al-gattara, “la que destila”) aparecieron los primeros “elíxires” (este término proviene del árabe al-iksir, que significa esencia), nombre que recibieron las bebidas alcohólicas obtenidas a partir del vino.
En la historia de los destilados figura como uno de los más consumidos la ginebra (Carlos Delgado, en su obra Libro de los aguardientes y licores, la llama la “reina indiscutible de la coctelería”), que es atribuido a Francisco de la Boe ---unos lo suponen médico, mientras que para otros era un boticario, llamado Sylvius de Leiden---, quien destiló un mosto fermentado que contenía semillas de enebro, cuyo nombre en holandés es genever, y en castellano junípero. Originalmente, se dice, este aguardiente fue elaborado en Holanda con fines medicinales, a partir del siglo XVI.
(Antes de continuar adelante con este relato mencionaré que el nombre Holanda es la designación de una de las regiones del país llamado ---en la lengua nativa--- Nederland, que se traduce al castellano como Países Bajos).
Del nombre genever derivó la denominación ginebra (en inglés: gin). Este destilado, cuya fuerza etílica oscila entre los 43º y los 47º, es obtenido al destilar cebada a la cual se le agregó genever (Junípero, angélica, cilantro, alcaravea, anís, cardamomo y una docena más de ingredientes, según cada productor. El resultado final es un destilado sin aroma.Las principales marcas de ginebra, por su prestigio internacional, son las siguientes (entre paréntesis aparece el país donde es elaborado este destilado): Bols (Países Bajos), Hendrick’s (Escocia), Beefeather, Bombay, Tanqueray y Gordon's (las cuatro producidas en Inglaterra), Citadelle (Francia), 1895 y Segarra (ambas de España) y River Rose (Estados Unidos de América) Existe dos ginebras alemanas, una es llamada Wachdder, elaborada en el distrito de Lippe, y la otra lleva el nombre de Steinhaeger, propia de esa ciudad ubicada en Weftalia, en el noroeste de ese país europeo. La marca más renombrada de esta última ginebra es Schlichte.
Sirvan los párrafos anteriores como preámbulo para la amena charla que, acerca de la ginebra, hizo Carlos Ruiz González, Miembro de Número del Grupo Enológico Mexicano, durante la trigésimo cuarta cena de la serie Gastrónomos y Epicúreos, celebrada el jueves 24 de mayo, en un salón del restaurante “Piazza Navona”, la sede de las actividades de esta agrupación de enóflos. Su disertación fue en extremo interesante, y a continuación presento entrecomillado el texto que el conferenciante preparó para este reportaje.
“¿Ginebra o Jenever?
La Ginebra es una bebida transparente, de alto
contenido alcohólico que se obtiene a partir de la destilación de alcohol de
cereales (principalmente malta, es decir cebada), bayas de enebro y otras
plantas aromáticas. (William Faulkner, Nobel 1949, afirmaba que la civilización empezaba con la
destilación, recordemos que el agua hierve a 100ºC, el etanol a 78.3ºC) ¿Por
qué un destilado de granos? En Holanda hace frío, las uvas no se dan tan bien
Existen diferentes variedades, pero las más
importantes son la holandesa (Jenever) y la inglesa (Gin), que se
diferencian entre sí por su aroma, la holandesa es más dulce, más aromática,
con sabor a Malta (43º a 45º Grado alcohólico), la inglesa más “seca” (40 a 47º
Grado Alcohólico)
Esta bebida (según ciertas fuentes) nació en el
siglo XVII, en Holanda, por obra de un boticario, que mezcló el destilado que
se consumía, que era de muy baja calidad, con bayas de enebro, para suavizarla.
Su nombre lo tomó del término holandés jenever o genever, que significa
enebro, que a su vez deriva de la palabra latina juniperus, origen del término
español: ginebra. (El enebro es una conífera arbórea, especie de ciprés,
perteneciente a la familia de las Cupresáceas, hay entre 50 y 67 especies,
produce unas bayas, ricas en aceites esenciales y resinas, con sustancias como
alcaloides, alcoholes y alcanfor, entre otros, sus cualidades curativas datan
de tiempos de los griegos, incluso Aristóteles la recomendaba como buena para
la salud).
También
hay quien afirma que fueron los monjes holandeses los que la crearon la ginebra
como medicina a principios del siglo XII para combatir la peste bubónica (La peste bubónica
es la peste más común. El contagio ocurre cuando una pulga de una rata infectada por el
bacilo, pica a una persona, o cuando ésta se infecta con materiales o alimentos
contaminados que entran por algún corte en la piel, o al ser ingeridos).
Cualquier
animal o insecto que vive y se reproduce en cloacas, como por ejemplo las
cucarachas y las ratas, son una vía fácil para una contaminación y posterior
infección. A los pacientes se le hinchan y duelen los ganglios (llamados
bubones, de ahí el nombre), tienen fiebre, mareos, sabores metálicos, dolor de
cabeza, escalofríos y se sienten débiles) la peste negra, en el siglo XIV causó
la muerte de más de 25 millones de
personas en toda Europa (cifra que era, se calcula, entre la tercera parte y la
mitad de la población)
La
primera receta de la ginebra holandesa fue escrita a mediados del siglo XVII
por Franciscus Sylvius de Boeel, profesor de la Universidad de Medicina de
Leiden. Este médico intentaba obtener un remedio para los cálculos biliares y
afecciones renales mezclando alcohol obtenido de cebada, centeno y maíz con
bayas de enebro. A este nuevo preparado lo llamó Genievre (“enebro” en francés).
El producto rápidamente ganó popularidad y la gente comenzó a llamarlo Genever.
Para
fines del siglo XVI, los soldados ingleses descubrieron en Holanda la Genever,
después de presenciar su efecto en sus aliados, los holandeses (le llamaban: Holland Courage: Coraje Holandés). Y la llevaron con ellos de
vuelta a Inglaterra; la Genever acabó
finalmente llamándose Gin, por comodidad, en Inglaterra. (Robert Dudley, El
Duque de Leicester fue a ayudar y se enfrentó al ejército mejor preparado y
pertrechado de Europa, los españoles)
En
1689 Guillermo de Orange, rey de Inglaterra, originario de Holanda, (Guillermo III de Inglaterra, también
conocido como Guillermo III de Orange,
era un aristócrata holandés, príncipe protestante, fue rey de Inglaterra) durante
su reinado prohibió todas las importaciones de licores de Francia (sus enemigos
católicos), lo que tuvo como resultado que los ciudadanos británicos pudieron
elaborar su propia ginebra, esto aumentó la popularidad del licor. (Las leyes
de los gobernantes “condicionan” comportamientos, recordemos la enmienda
Volstead en Estados Unidos, que dio lugar a la ley seca, promovió que las
personas tomaran cocteles, para disimular el fuerte sabor del los alcoholes
domésticos…, la costumbre permaneció).
A
pesar de que esta prohibición de importaciones daba una buena razón para que se
conociera la Ginebra inglesa, finalmente lo que la volvió popular fue un
decreto de la Reina Anna (Hermana de la reina María, esposa de Guillermo de
Orange) quien en su reinado (1702 – 1714) aumento los impuestos a las bebidas
alcohólicas importadas y redujo los impuestos a los productores locales. Esto
potenció la producción local en la isla, permitiendo que la bebida ganara su
definitiva popularidad, empezando así un firme ascenso hacia las clases altas.
De esas condiciones tan peculiares surgió la ginebra London Dry (una característica ginebra seca).
Nos
encontramos entonces que, al llegar el siglo XVIII, la Ginebra se había
convertido en la bebida nacional de Inglaterra. Entre 1600 y 1730, la
producción nacional de ginebra aumentó de medio millón a cinco millones de
galones. Una comisión oficial registró en 1750 que en una de cada cinco casas
de Londres se vendía ginebra. En aquel momento, los impuestos eran tan bajos
que una pinta de ginebra era mas barata que una pinta de cerveza. Inglaterra
producía 20 millones de galones de ginebra al año. (ya en 1714 en un documento
de la época se afirmaba que “nada es más destructivo para la salud que este
infame licor”)
Cuando pasó a Inglaterra, el vocablo holandés
(Jenever, Ginebra) se contrajo, convirtiéndose en Gin. En ese país fue una
bebida económica, lo que ayudó a su popularidad. En las tabernas, a su vez, el
bajo costo fue motivo de marketing. Así por ejemplo se colgaron carteles con el
siguiente anuncio: "Alegre con un penique, borracho perdido con dos
peniques".
Los ingleses fueron modificando esta bebida (que
era poco delicada y reservada a las más bajas tabernas) refinándola. Para ello
se aumentó la dosis de enebro en la destilación y se agregaron otras especias y
aromáticas, como el anís, el cardamomo, las semillas de coriandro y comino, el
hinojo y la cáscara de naranja.
Destilación
La
ginebra Holandesa conocida también como Geneva o Hollands, se produce a partir
de malta (que es Cebada, germinada artificialmente y tostada, también
se emplea en la fabricación de la cerveza y del whisky) aplastada, fermentada y
alcoholes de baja graduación que son destilados para obtener el producto final.
La destilación resultante es mezclada con aromatizantes que destilada
nuevamente resulta un producto final de 43º a 45º de tal forma la ginebra
Holandesa cuenta con cierto aroma a malta y tiene un fuerte cuerpo.
La
ginebra Holandesa, también conocida como Geneva, Genever, Ginebra, Schiedam o
Hollands. Se prepara a partir de grano de malta aplastado, fermentado,
rectificado y alcoholes de baja graduación que son destilados para
obtener el producto final. La destilación resultante es mezclada con los
agentes aromatizantes y saborizantes, que destilada nuevamente resulta en un
producto final de 43º a 44º. De esta forma, el Gin holandés cuenta con cierto
aroma a malta y tiene un cuerpo fuerte. En ocasiones, se le suele agregar al
producto final jarabe de azúcar.
La
ginebra Inglesa se produce rectificando
mezclas de alta graduación alcohólica de whisky (u otras mezclas alcohólicas)
de forma tal que pierdan aroma y sabor. Estos son luego reducidos con agua y
puestos en recipientes con los agentes aromatizantes. Luego, esa mezcla es
nuevamente destilada. (Tanto el sabor como el aroma se consiguen por
destilación filtración, adicción o maceración del enebro con diversas plantas.)
A la ginebra resultante se llega reduciendo hasta contar con una graduación
alcohólica que vaya entre los 40º y los 47º dependiendo del mercado para el
cual es producido. (podriamos afirmar que la ginebra es una “vodka aromática”)
El
condimento que se utiliza para aromatizar el gin en Inglaterra y Estados Unidos
es principalmente el enebro, mas algún otro saborizante que se encuentra en
menor proporción: las fresas; preferentemente las producidas en Alemania o
Italia, el orris (lirio florentino), angélica, licorice, almendras, coriandro
(cilantro), carvi (comino), anís, cardamomo, cassis, cáscara de limón, naranja,
etc. Como siempre, el secreto de cada productor es la combinación de hierbas
que le aporta a la destilación para aromatizarla y darles “sabor”, por lo que
los productores han desarrollado sus propias fórmulas que guardan celosamente.
Normalmente
el Gin anglosajón no es añejado, aunque existen ciertos productores que lo
añejan contrariamente a la costumbre histórica de producción. Estas ginebras
añejadas suelen tener un color amarillento transparente y brillante (por
ejemplo la Seagram’s).
Los gins no producidos en Holanda suelen ser secos. Al
punto que la frase en la etiqueta ‘London
Dry Gin’ es utilizada por los productores independientemente del lugar de
producción de la bebida.
De
acuerdo a esto, se puede decir que la ginebra holandesa es un poco más
“espesa”, con un sabor más marcado a malta, tiene muy buen cuerpo y se suele
consumir sola y fría. En cambio, la ginebra inglesa es más suave, con un
delicado aroma a enebro e ideal como ingrediente para algún como el Tom Collins
o el Gin & Tonic.
El Gin
& Tonic
El
clásico Gin & Tonic fue creado por los funcionarios británicos de clase
media en el siglo XIX, que fueron enviados a servir al Imperio a lejanos y
exóticos lugares plagados de mosquitos. La quinina que había en la tónica ayudó
a contener la malaria (o paludismo) y la ginebra ayudaba a beber más tónica. El
término malaria proviene del italiano de la edad media: mala aria
— "mal aire; y se le llamó también paludismo, del latín "palus" (pantano). El primer
tratamiento eficaz para la malaria fue la corteza del árbol Cinchona, que
contiene el alcaloide quinina. Este árbol crece en las colinas de los Andes, en
particular en Perú. Los habitantes del Perú usaban el producto natural para
controlar la malaria, y los Jesuitas introdujeron esta práctica en Europa
durante el siglo XVII, donde fue aceptada con rapidez.
El
agua tónica, o simplemente, tónica es un refresco carbonatado aromatizado
con quinina. La bebida toma el
nombre de los efectos médicos de este aromatizante amargo. La
quinina es un alcaloide
que se extrae de la corteza del árbol de la quina, y tiene propiedades
antipiréticas,
analgésicas y antimalaria.
La bebida surgió al añadir quinina al agua carbonatada como medida de
profilaxis contra la malaria. Su consumo inicial se redujo a las colonias
inglesas de las zonas tropicales de Asia
y África; pero luego se
extendió por todo el mundo.
Originalmente,
la fórmula de la tónica sólo incluía agua carbonatada y quinina, con grandes
proporciones de esta última, lo que provocaba un sabor muy amargo. Con el paso
del tiempo la cantidad de quinina se ha reducido a cantidades insignificantes
desde el punto de vista médico, debido a los efectos secundarios que tienen
altas dosis de esta sustancia, por lo que ahora se usa sólo en cantidades
equivalentes a cinco milésimas partes de la dosis terapéutica y únicamente por
su sabor. Cuenta entre sus ingredientes el ácido cítrico
y azúcar para mitigar un
poco el sabor amargo de la quinina.
La
tónica es usada con frecuencia en una bebida llamada Gin & Tonic, que es
una mezcla de Ginebra y agua tónica. Aparte de las versiones estándar de la
bebida, también se venden versiones sin azúcar o aromatizadas con limón (limón
amargo) o lima (lima amarga). La bebida brilla bajo luz
ultravioleta (luz negra) debido a la fluorescencia natural
del sulfato de quinina presente en ella. En algunos países latinoamericanos
recibe el nombre de aguaquina o agua quinada.
La
quinina se usa como potenciador del sabor en el agua tónica, confiriéndole su
característico sabor amargo. Debido a los efectos secundarios de altas dosis de
quinina, su concentración se ha limitado por la FDA estadounidense a un máximo
de 83 ppm. Este valor equivale aproximadamente a una concentración de entre
0.25% y 0.50% de la quinina usada terapéuticamente.
Gin
& Tonic y cocteles
Irónicamente,
la ley seca constituyó el mayor estímulo posible para la aceptación social de
la ginebra. En los años 20, aunque ilegal, la ginebra experimentó un
renacimiento entre los habitantes de las florecientes ciudades de Estados
Unidos aficionados al jazz y amigos de los placeres.
La
ginebra se convirtió en “respetable” en 1933, cuando se aprobó la Enmienda 21,
que acababa con la ley seca. Una vez más, las superiores ginebras de Inglaterra
acapararon los bares de toda América. Existen dos tipos básicos de Gin; el tipo
que identifica a los producidos en Holanda y el otro tipo que identifica a
todos los demás fabricados en el mundo. La diferencia entre ellos radica en que
las gin holandesas son producidos con alcohol y destilaciones de mucho cuerpo y
relativa baja graduación alcohólica que generalmente está por debajo de los
45º. (observar que esa graduación no es la del producto final).
En
1783, Johann Jacob Schweppe,
joyero de origen alemán residente en la ciudad suiza de Ginebra, inventó un
sistema eficaz con el que podía introducir burbujas de dióxido de
carbono en el agua envasada en botellas. La compañía fundada por él,
Schweppes, a la que puso su nombre, se estableció en Londres, capital europea
de la época, donde primero el agua con gas y luego las sodas de frutas hicieron
furor. No fue sino hasta 1870 cuando, a partir del extraordinario crecimiento
que había tenido la producción de jarabes medicinales en la farmacia
anglosajona, J. Schweppe & Co tuvo la idea de incluir quinina en la soda
carbonatada de naranja para producir agua tónica;
una bebida que además de refrescante era un medicamento para combatir el paludismo.
Para
celebrar las sucesivas victorias de las tropas británicas en la India, un alto
oficial británico propuso añadirle ginebra a la tónica para fabricar un
combinado alcohólico; no está claro si se escogió la ginebra por aludir a la
ciudad donde residía Schweppes al inventar la tónica o si fue debido las
propiedades medicinales que desde la antigüedad se han atribuido a la ginebra.
Otra
versión del origen asegura que el combinado de ginebra con tónica nace
precisamente debido a las propiedades de la quinina para combatir la malaria.
Los soldados británicos desplazados a la India comenzaron a combinar la tónica
con la ginebra para poder mejorar el sabor de la primera. Y así se originó el
Gin & Tonic, que rápidamente se extendió por todo el planeta. (ya que se
considera es un magnífico digestivo, pues la perfecta conjunción de amargos,
dulces y anisados presentes en el combinado, acelera la digestión).
La
Ginebra Tanqueray Rangpur
La casa Tanqueray se remonta a 1830, cuando Charles Tanqueray se
propuso hacer la mejor Ginebra, distintiva y de muy alta calidad, además de
tener una fórmula secreta, los ingredientes son seleccionados en relación 10 a
1, es decir sus ingredientes botánicos (que dan el aroma a la ginebra) son sólo
el 10% de toda la selección, además es la única ginebra que “macera” (maduran)
durante 18 meses los ingredientes antes de incorporarlos y destilarlos (hasta 4
veces). En 2004 y 2005 ha obtenido la doublé gold medal como la Mejor Ginebra, además de muchos otros premios.
La Tanqueray Rangpur es una ginebra Premium, tipo London Dry de 47,3 %
alc./vol., obtenida por destilación tradicional. Empezó a producirse en 2007.
Los botánicos utilizados son los clásicos, más algún otro secreto, y
como ingrediente especial, la famosa lima de Rangpur, (hoy ciudad de Bangladesh,
antes de la India)) de donde son originarias la limas. Precisamente la
designación de esta fruta, un híbrido de naranja, mandarina y limón, es
Rangpur, y da nombre a la Ginebra. En el sur de China la llaman Limón de
Cantón. Los componentes botánicos, comentábamos, son madurados durante 18
meses. La lima de Rangpur, originaria de la India, con un sabor ácido y un
fuerte aroma, no es añadido al producto (como en las vodkas) sino macerado y
destilado junto con la Ginebra, lo que deja aromas de flores de lima, hierbas y
un toque de jengibre. Se incluyen hojas a la hora de macerar, lo que le aporta una contraparte muy sabrosa al agua
tónica, y hace innecesario el limón, que además acelera la pérdida de gas
carbónico. El producto final, es limpio y transparente, con un aroma a cítricos
y laurel.,
Cabe agrageregar que hay una
película: The Rains of Ranchipur, con
Lana Turner, Fred MacMurray y Richard Burton, 1955, reedición del film del
mismo nombre (1939), con Tyrone Power, Myrna Loy y George Brent, supuestamente
filmada en la ciudad de Ranchipur, en un
exótico ambiente de la India, de las primeras décadas del siglo veinte. (Hasta aquí el texto
preparado por Carlos Ruiz González).
Para estar en
concordancia con el tema de su plática, el conferenciante llevó una botella de
la ginebra Rangpur (elaborada en Inglaterra por la casa Tanqueray). Con este
destilado, y con agua tónica Schewppes, Alan, el barman del restaurante “Piazza
Navona”, preparó un delicioso coctel Gin Tonic, que degustamos antes de escuchar
tan descriptiva plática.
Al concluir esta
amena charla fue servida una exquisita cena, consistente en los siguientes
manjares: Insalata Mista
alla Moda dello Chef (Lechugas
Iceberg , Arugula con Jitomate, Jícama y
Aguacate) El platillo principal fue Spezzatino di Vitello con Funghi,
Olive Verdi, Marinato con Succo di Arance (Guisado de Ternera Marinado con Jugo de Naranja,
Champiñones y Aceitunas Verdes), mientras que el postre Trancio di Cioccolato Fondente e
Arance, Pinoli Tostati, Gelato di Cannella (Barra de Fondant de Naranja y Chocolate, Piñones Crujientes
y Helado de Canela) fue una delicia.
El
maridaje de estos guisos fue con dos vinos: el vino rosado Lurton, cosecha
2007. Un varietal 100% Bonarda, elaborado por Bodegas y Viñedos Francois
Lurton, de Mendoza, Argentina, y el tinto Cabernet Sauvignon/Merlot, cosecha
2008, de la bodega Monte Xanic, del Valle de Guadalupe, de Baja California
(México). Es un magnífico coupage de 70% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 5%
Cabernet Franc 5% Petit Verdot, que tiene una crianza de 18 meses en barricas
de roble francés.
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