El vino de aperitivo es como los senos de
una mujer: Uno es poco y tres son demasiado.
FERNANDEL (1903-1971)
(FERNAND JOSEPH DESIRÉ CONTANDIN)
Una vez
realizada la primera cata maridaje organizada por Raymundo López Castro,
Miembro de Número del Grupo Enológico Mexicano,
para sus cofrades de esta organización de enófilos, en la cual fueron
degustados seis vinos espumosos
elaborados mediante el “Método Tradicional” (igualmente denominado
“Methode Champenoise”, para enfatizar su
origen, y que significa que la segunda fermentación de ese burbujeante vino
tiene lugar en la botella en la cual luego será puesta a la venta) ---se trató de dos vinos de la región de
Champagne (Francia), dos vinos de la Denominación de Origen Cava (de España), y
dos vinos espumosos de México---, tuvo
verificativo la segunda de estas sibaríticas degustaciones en las cuales los
catadores analizan y opinan acerca de con cuál vino ---de los seis que se están
evaluando sensorialmente en cada ocasión---
armoniza mejor cada uno de los platillos que sucesivamente son
degustados. Es un ejercicio organoléptico al cual yo he dado el nombre de maridaje
simultáneo múltiple, pues se pretende evaluar la reacción del catador,
mediante los órganos de los sentidos, al degustar al mismo tiempo un platillo
con seis vinos de diferente procedencia.
Decía yo que
una vez celebrada la primera cata maridaje se llevó a cabo otra de estas cuatro
deleitables sesiones manducatorias que han sido programadas, ahora para evaluar
el maridaje de seis vinos tintos, presentes en el mercado nacional, con
platillos propios de la cocina mexicana, ya que el anfitrión tiene la idea (que
yo suscribo cabalmente) de que el vino acompaña muy bien diferentes guisos, de
diversas cocinas, especialmente la de México, y a la hora de armonizar algunos
manjares de nuestra cocina no hay motivo para alejarla, gustativamente hablando,
de vinos de diferente procedencia. Para esta
sesión gastroenológica Raymundo López
Castro seleccionó seis vinos: un vino fue elaborado en Argentina, dos en
España, uno en Chile y dos en México.
Cabe agregar
lo que mencioné al referirme a la cata de seis espumosos, degustados en esta
primera cata maridaje: La sabrositud de los cuatro platillos se puso de
manifiesto cuando los comensales hicieron la armonización de los guisos con los
vinos. Cada guiso era degustado con los seis vinos arriba mencionados. Primeramente
se calificaron ---en una cata “ciega”
evaluativa --- estos vinos, de acuerdo a
la manera de analizar los caldos etílicos que priva en el Grupo Enológico
Mexicano. Ya luego cada uno de los presentes manifestó su complacencia y
deleite palatal de un determinado vino con cada tiempo de esta singular
comida, la cual permitió, una vez más, que los asistentes comentaran sus
preferencias gustativas, al tiempo mismo que escuchan las opiniones de los
otros catadores en torno al siempre agradable tema del maridaje de manjares con
vinos.
La Mesa de
Catadores estuvo integrada esa tarde por varios miembros del Grupo Enológico
Mexicano. En estas degustaciones analíticas, en las cuales los catadores
ignoran la marca y la procedencia de los vinos que van a degustar, motivo por
el cual reciben el nombre de “ciegas”, los enófilos que participan en esas
degustaciones sensoriales califican las características visuales, olfativas y
gustativas de cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación
otorgada en cada uno de estos tres renglones, sus comentarios respecto al
color, al aroma o bouquet y al sabor de cada uno de los vinos sometidos al
examen organoléptico de los miembros de la Mesa de Catadores que en esa ocasión
participaron en dicha degustación. Una vez que los jueces analizaron esas
características sensoriales, y que se tiene de inmediato conocimiento de
cuál fue la calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son
descubiertas las botellas, extraídas de las bolsas de tela que, hasta ese
momento, las guardaban de los ojos de los allí presentes, y se conoce de qué
vino se trata en cada caso), cada catador formula en voz alta sus propios
comentarios, con la finalidad de escuchar las opiniones de los restantes
catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el imparcial juicio emitido por
cada uno de esos enófilos.
Las
calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico
Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos
son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida
entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los
75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre
los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la
calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan
la categoría de “extraordinarios”.
Los
platillos fueron preparados por Raymundo López Castro (quien a más de actuar
profesionalmente como arquitecto es un ameritado cocinero, cuyas dotes han sido
justipreciadas en repetidas ocasiones por los Miembros de Número del Grupo
Enológico Mexicano) , y consistieron en los siguientes manjares: Primer tiempo: Gordita de jamón serrano. Una “gordita” hecha con masa de maíz de pueblo
(Xochimilco), de trece centímetros de diámetro, rellena con jamón ibérico y
queso parmesano. Segundo tiempo: Sopa de
fideos “Pelo de Ángel” (muy delgado), semiseca, en caldillo de jitomate deshidratado y
albahaca. Tercer tiempo: Robalo a los tres chiles. Es un guiso a base de robalo
horneado, en caldillo espeso de chile pasilla,
guajillo y mulato, y vino
tinto (el 50% de la salsa es vino
tinto), con papas Cambray, servido en cazuelita de barro. Cuarto tiempo: Crepas de chocolate amargo de
Bélgica (75% de cacao) coronado con trozos de avellanas, zarzamoras y moras azules.
Los
catadores fueron consultados acerca de con cuál vino les parecía más
delicioso el maridaje de los cuatro manjares, y el resultado (la opinión de los catadores) fue en el
sentido de que el primer tiempo
armonizaba muy bien con el vino Finca Las Moras Malbec Reserva, y también con
el vino Doña Dolores Merlot Gran Reserva. El segundo tiempo maridó
magníficamente con el vino Dehesas Viejas Crianza, y con el vino Marqués de
Cáceres Crianza. Por lo que concierne al maridaje del platillo principal diré
que acompañó muy bien al vino Finca Las Moras Malbec y al vino Doña Dolores
Cabernet Sauvignon Gran Reserva. El melindre final acompañó de manera excelente
a los vinos Dehesas Viejas Crianza,
Marqués de Cáceres Crianza y Doña Dolores Cabernet Sauvignon Gran Reserva, en
ese orden.
Los resultados fueron los siguientes:
1.- DOÑA
DOLORES MERLOT GRAN RESERVA. Cosecha
2013 Monovarietal 100%
Merlot. Grado alcohólico 13.0% Alc. Vol. Crianza de dieciséis meses en barrica de roble y posterior reposo
en botella. Finca Sala Vivé. Freixenet
México, Ezequiel Montes, Querétaro. Precio al público en México: $
334.00 Calificación: 90.00
puntos
2.- DOÑA DOLORES CABERNET GRAN RESERVA. Cosecha
2013 Monovarietal 100% Cabernet
Sauvignon. Grado alcohólico 13.5% Alc. Vol. Crianza de dieciséis meses en barrica de roble y posterior reposo
en botella. Finca Sala Vivé. Freixenet
México, Ezequiel Montes, Querétaro. Precio al público en México: $
334.00’ Calificación: 86.66 puntos
2.- FINCA LAS MORAS MALBEC RESERVA.
Cosecha 2014. Monovarietal 100% Malbec.. Grado alcohólico 14% Alc.Vol.
Valle de Tulum. Productor: Finca Las
Moras. San Juan, Argentina. Precio al público en México: $ 130.00 . Calificación: 86.66 puntos.
3.- DEHESAS VEJAS CRIANZA,
Cosecha 2008. Monovarietal 100%
Tempranillo. Grado alcohólico 13.5% Alc.Vol. Crianza de seis meses en barrica
de roble. Denominación de Origen Ribera del Duero. Productor: Bodegas
Dehesavieja. Pajares de la Ribera, Cáceres, Extremadura, España. Precio al
público en México: $ 325.00
Calificación: 86.33 puntos
4.- ADOBE RESERVA.
Cosecha 2014. Coupage de 87% Cabernet Sauvignon y 13% Merlot. Grado alcohólico 13.4% Alc.Vol. Crianza de
seis meses: 20% en madera francesa, y el 20% reposó en botella. Productor:
Emiliana Los Robles Organic & Vineyards. Chile. Precio al público en
México: $ 210.00 Calificación: 81.33 puntos
5- MARQUES DE CACERES CRIANZA. Cosecha 2012. Coupage de 85% Tempranillo, 10% Garnacha Tinta y 5% Graciano. Grado alcohólico 13.5% Alc.Vol.
Crianza de doce meses en barrica de roble francés el 60% y el 40%
restante de roble americano. 25% de las barricas nuevas, 25% de dos años de
uso, 25% de tres años de uso y el restante 25% de cuatro años de uso. Reposo de
un año en botella antes de ser comercializado. Denominación de Origen
Calificada Rioja, Cenicero, La Rioja, España. Precio al público en México: $ 240.00 Calificación: 80.66
puntos
Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino Dehesas Viejas
Crianza, cosecha 2008.
Concluyo
esta crónica con las palabras vertidas en ocasión de la cata de manjares con
vinos espumosos: Esta
armonización, este maridaje (de los guisos nacionales con los vinos
elaborados en nuestro país, en España, en Chile y en Argentina), se ha puesto de manifiesto, en forma muy
brillante y placentera. Y el hecho de que existan opiniones diversas no hace
sino fundamentar que el maridaje de manjares y de vinos es un hecho plausible y
comprobable, al alcance de todos aquellos que consideran, atinadamente, que el
hecho de biencomer y bienbeber es un deleite con el
cual todos podemos autogratificarnos frecuentemente. Si bien se trata de un
placer efímero no por ello deja de ser una situación en extremo deleitable.
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