miércoles, 27 de mayo de 2009

LOS VINOS DE AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDIA


Hace ocho años, en ocasión de haber degustado algunos vinos australianos, escribí un reportaje acerca de aquella cata haciendo mención de que Australia es una colosal isla-continente, cuya dilatada extensión es de casi siete millones setecientos mil kilómetros cuadrados (exactamente 7.694.208, casi cuatro veces la superficie territorial de México), y cuenta --de acuerdo al censo de 2006--- con una población de poco más de veinte millones de habitantes.. Allí mencioné que en enero de 1788 desembarcaron en Australia --con la finalidad de establecer una colonia penal, en un lugar bastante alejado de la metrópoli británica-- los colonizadores ingleses que iban encabezados por Arthur Phillip. Lo hicieron en el sitio por ellos denominado Port Jackson, al cual algún tiempo más tarde se le cambió el nombre por el de Sydney, hoy en día la capital del estado de Nueva Gales del Sur.

Las primeras vides fueron plantadas, así lo aseguran los historiadores del vino en aquel país, por el propio Arthur Phillip, en las inmediaciones de la tienda de campaña que le servía de provisional habitación. Ya en un año tan lejano como 1822 un vino tinto elaborado por Gregory Blaxland ganó una medalla de plata, en un concurso celebrado en Londres. Cinco años más tarde ese mismo vitivinicultor recibió una medalla de oro en el mismo certamen, en virtud de la gran calidad de sus vinos.

(Acerca del vocablo Australia diré que en la Enciclopedia Wikipedia encontré la siguiente información: “ El nombre de Australia tiene una doble etimología. Por un lado deriva del latín Australis, que significa del sur: leyendas de una “tierra desconocida del sur” (terra australis incógnita) que datan de los tiempos romanos, y eran frecuentes en la geografía medieval, pero inciertas. Por otra parte, Pedro Fernández de Quirós descubrió una isla en el archipiélago de las Nuevas Hébridas (actual Vanuatu) nominada Austrialia del Espíritu Santo, mezclando las palabras Austral, de la leyenda, y Austria, la dinastía a la sazón reinante en España, originando así el nombre con el que en el futuro se conocerían las tierras al sur de la Nueva Guinea).

La producción de vino en Australia, en 1993, fue de cuatrocientos millones de litros, y la exportación llegó a los ciento dieciséis millones de litros, equivalente al veintiocho por ciento de la producción. Para 1995 esa comercialización en el exterior fue de más de ciento treinta millones de litros de vino, y se estimada que por esos días funcionaban en Australia más de novecientas empresas vitivinícolas. Doce de ellas, las más importantes por el volumen de vino que elaboraban, producen el sesenta por ciento del total del vino australiano.

Cifras más actualizadas permiten asegurar que la producción de vino en Australia, en 2008, fue de más de mil 200 millones de litros, lo que permite ubicar a este país dentro de los diez más importantes en el orbe. La superficie de su viñedo es de 166 mil hectáreas, ya que entre 1994 y 2004 se duplicó la superficie plantada con vid.

Australia produce actualmente alrededor de la tercera parte del vino que España, con tan sólo 166 mil hectáreas de viñedo, casi ocho veces menos que la superficie vitícola española (La superficie cultivada de viñas en aquel país europeo se aproxima al millón de hectáreas). En el año 2005 la producción de vino en Australia fue, por su volumen, la sexta más grande en el mundo, y se ha dicho que en los veinte años más recientes la superficie vitícola se ha incrementado un ciento sesenta por ciento. Con una producción estimada, aproximadamente, en mil trescientos millones de litros de vino alcanza sorprendentes niveles por su volumen de exportaciones, que son de mas del cuarenta por ciento de la producción total.

El vino es elaborado en más de sesenta regiones vitivinícolas, lo que pone de manifiesto la amplia gama de climas y suelos. En Australia hay viñedos en 4 de los 6 estados que integran la federación australiana, y el número de bodegas vitivinícolas asciende a mil trescientos cincuenta. Por lo que concierne a la producción de vino en el área de Australia Meridional es producido el 50% del vino australiano. En Nueva Gales del Sur es elaborado el 32% del total. Y en Victoria el 14% (por lo que ocupa el tercer lugar de la producción nacional.

Seis son las cepas más importantes por el volumen de su cultivo: Shiraz, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Merlot, Semillon y Colombard. La cepa Shiraz fue en 2006-2007 la más ampliamente utilizada para elaborar vinos australianos. En segundo lugar figuró la variedad Chardonnay. Y en tercer lugar la cepa Cabernet Sauvignon.

Me parece conveniente citar a Peter Forrestal, editor del libro The Global Enciclopedia of Wine (publicada en Australia, en 2002, por la empresa Global Book Publishing), quien afirma que dicho país insular exportó en 1997 doscientos dieciséis millones de litros de vino. Veintidós años antes esa comercialización había sido del orden de los treinta y nueve millones de litros. El 45% de esas ventas foráneas van al Reino Unido, y otros importantes importadores de estos deliciosos caldos báquicos son Estados Unidos de América, Canadá, Japón y los países escandinavos. Acerca de la colosal extensión de esta isla-continente ese autor refiere que la región vitivinícola de Margaret River (no lejos de la ciudad de Perth, en el extremo occidental de Australia) se halla más distante de Hunter Valley, en las cercanías de la ciudad de Sydney, que Jerez, en España, de Tokaji, en Hungría.

Stuart Pigott, autor del precioso libro Planet Wine, consigna que “las primeras vides de la variedad Shiraz ---llamada Syrah en el Valle del Ródano, en Francia--- fueron plantadas en el Valle de Barossa en los años posteriores a la fundación de la población de Betania (la más antigua en esta región), allá por el año 1842. Ese cultivo fue llevado por los emigrantes que profesaban el culto luterano, quienes se exiliaron de su natal Silesia, entonces Alemania y ahora Polonia”

Barossa Valley, en Australia Meridional, cerca de la ciudad de Adelaide, es la que posee el mayor numero de bodegas. De esta importante región vitivinícola australiana asienta Luis Tomás Melgar Gil, en la obra La Enciclopedia del Vino (Editorial Ramón Llaca y Cía, de Madrid; 2008), lo siguiente: “Es la zona vinícola más conocida de Australia, tanto por su antigüedad, 1847, como por la peculiaridad de sus vinos. Colonizada en gran parte por alemanes, aún se habla en ella un dialecto alemán”.

Abundando la información acerca de esta zona vitivinícola asentaré que en la década de los años treintas, del siglo pasado, en el Valle de Barossa se elaboraban las tres cuartas partes del vino en ese país meridional. Y al referirse al vitivinicultor Wolf Blass, el autor Anthony Rose señala (en la enciclopédica obra El vino, de casi mil páginas, publicada en la ciudad de Colonia, en el año 2000, por la editorial Könemann, de la cual figura como compilador André Dominé) lo siguiente: “En vinos tintos destacó Wolf Blass, con impecables mezclas de distintas variedades, y una perfecta crianza en barricas; sus vinos competían en ferias, y su vino Wolf Blass Black Label ganó en forma consecutiva en 1974, 1975 y 1976 los tres más preciados trofeos Jimmy-Watson”

Wolf Blass, un enólogo alemán avecindado en Australia, inició en 1967 sus actividades como productor independiente de vinos, en Nuriopta, en el extremo norte del Valle de Barrosa, y a fines de 1990 ya había recibido dos mil quinientos setenta y cinco premios, distinciones y medallas, en certámenes nacionales e internacionales..De ese crecidísimo número de galardones, suman 135 los trofeos, 712 las medallas de oro, 812 las preseas de plata, 869 las de bronce, y ascienden a 47 los diplomas recibidos por los vinos de esta bodega. En el portal Mondovino leo que “en los últimos años ha conseguido elevadas puntuaciones en revistas como Wine Spectator y The Wine News, así como importantes galardones (Internacional Wine Challenge 2007: medalla de oro). Y los premios "Winery of the Year 2002" (Internacional Wine Challenge) y "Australian Winery of the Year 2001" y "Winemaker of the Year 2002" (Internacional Wine & Spirits Competition).

Respecto a Nueva Zelandia ( New Zealand, o bien Aotearoa , “la tierra de la blanca nube”) en lengua maorí) mencionaré que es un país insular, distante casi mil setecientos kilómetros de Australia, cuya extensión territorial es de 268.680 kilómetros cuadrados. Como punto de comparación diré que la superficie del estado de Chihuahua, en México, es un poco menor: ----247.087 kilómetros cuadrados----, y que el número de sus habitantes, de acuerdo al censo de 2007, asciende a poco más de cuatro millones.

El nombre de este país de Oceanía deriva del que impusieron los cartógrafos holandeses: Nova Zeelandia, en honor a una provincia de Holanda llamada Zelanda. En Hispanoamérica se utiliza la denominación Nueva Zelandia, mientras que en España se le designa Nueva Zelanda. En inglés es New Zealand

(Cabe agregar que existen otros nombres cuya grafía termina en ia, como los que a continuación enlisto: Amazonia, Lacandonia, Patagonia, Bolivia y Morelia, entre varios otros)

En el año 1819, cuando esta nación se hallaba bajo la hegemonía del Reino Unido, fueron sembradas las primeras vides, llevadas desde Australia por Samuel Marsden. Ese cultivo dio comienzo en la zona denominada Kerikeri, cerca de la costa noreste de la Isla Norte. Existen registros de ese inicial sembradío del misionero inglés Marsden, pero no de que haya elaborado vino..

La vendimia de 2005, en Nueva Zelandia, produjo más de cien millones de litros de vino. Un año más tarde la producción llegó a los ciento treinta y tres millones de litros. Conviene recordar que diez años antes, en 1996, había sido de cincuenta y siete millones de litros. Los principales mercados foráneos son, por orden de importancia los siguientes: Australia, Estados Unidos de América, Reino Unido, Canadá, Dinamarca e Irlanda..

Anthony Rose, citado líneas arriba, afirma que “Nueva Zelandia es la zona vitícola más austral del hemisferio sur. Las once regiones vitícolas de este país se extienden a lo largo de mil doscientos kilómetros, lo cual corresponde en el hemisferio norte a la distancia entre Champagne, en Francia, y los viñedos del norte de África”.

La región más famosa en Nueva Zelandia, vitivinícolamente hablando, es Marlborough, en la parte septentrional de la Isla del Sur, al sureste de la ciudad de Nelson. Allí prolifera el cultivo de la cepa Sauvignon Blanc, sembrada en el 58% del viñedo nacional. El viñedo en Marlborogh se remonta al año 1870, si bien la industria vínica comenzó en gran escala en 1973. Es la segunda área por su producción de vino (existen 60 bodegas, en comparación con el área de Auckland (nombre de la ciudad más importante de Nueva Zelandia; la capital es Wellington), que cuenta con más de ochenta empresas), pero ostenta el galardón de contar con la mayor extensión en lo que concierne a la superficie del viñedo en el país..

Por la importancia de su terroir fue escogida esta área neocelandesa por el Marqués Lodovico Antinori, prestigiado productor de vinos en Italia, para instalar allí la bodega Tenuta Campo di Sasso, en la ciudad de Blenheim, en el Valle de Marlborough. .

Un pormenor más acerca de la vitivinicultura en Nueva Zelandia. En alguna fuente de información leí que la obturación de las botellas de vino por medio de una tapa rosca (screw cap) comenzó en esta nación austral. Este procedimiento ---que ha motivado profundas controversias a nivel mundial, porque los tradicionalistas señalan que no existe nada mejor que el tapón de corcho--- empezó en el año 1972, en Suiza, para obturar vinos de la bodega Hammel, elaborados con la cepa Chasselas. En Francia, las botellas de los excelentes vinos de la marca Chateau Haut-Brion, de las cosechas 1971 y 1972, fueron cerradas con tapa rosca. En 1976 un grupo de expertos catadores, convocado por esa prestigiada bodega de Burdeos, degustó esos vinos y su opinión fue en el sentido de que mostraban las mismas características organolépticas que los vinos que llevaban tapón de corcho.

En Australia fue adoptado este método a fines de 1976, ya que tanto los australianos como los neocelandeses mostraban mucha resistencia al empleo de la tapa rosca. Cabe agregar que en el año 2001, en Nueva Zelandia, el 1% del vino embotellado llevaba esta tapa. Tres años más tarde, el 70% de las botellas de vino de ese país contaba con screw cap, Esto significa, en números redondos, que ciento veinte millones de botellas (noventa millones de litros) de vino de Nueva Zelanda llevan tapa rosca.

Para concluir con el tema de la tapa rosca mencionaré que en Estados Unidos de América (principalmente en California y en Oregon) este método de obturación de las botellas que contienen vino ha cobrado un señalado incremento. .

La cata “ciega mensual número 173 del Grupo Enológico Mexicano tuvo lugar, en fecha reciente, en un salón del restaurante “Bistro 235”, en Polanco. Para esa degustación analítica fueron seleccionados cinco vinos de Australia y uno de Nueva Zelandia, comercializados en México por la empresa Cyrnos..

La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann, Alejandra Vergara de Del Valle, Roberto Quaas Weppen, José del Valle Rivas, Darío Negrelos, Rafael Fernández Flores, Joaquín López Negrete, Rafael De Orellana, Gabriel Iguiniz, Mauricio Romero Gatica y Miguel Guzmán Peredo.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

Los resultados fueron los siguientes:

Vinos blancos:

1.- Black Opal Chardonnay, cosecha 2005. Barossa Valley, Australia. Monovarietal 100% Chardonnay. 13.o% Alc. Vol. Crianza de 3 meses en barrica de roble francés. Wolf Blass Winery. Calificación: 83.77 puntos. Precio: $ 197.00

2.- Wolf Blass Yellow Label Chardonnay, cosecha 2006. Barossa Valley, Australia. Monovarietal 100% Chardonnay. 13.0% Alc. Vol. Crianza de 4 a 6 meses en barrica de roble francés y americano. Wolf Blass Winery. Calificación: 82.22 puntos. Precio: $ 267.00

3.- Mount Nelson Sauvignon Blanc, cosecha 2007. Marlborough, New Zeland. Monovarietal 100% Sauvignon Blanc. 12.5% Alc. Vol. Crianza de 3 meses en barricas de roble francés y americano. Tenuta Campo di Sasso Limited. Blenheim, New Zealand. Calificación:82.00 puntos. Precio: $ 386.00

Vinos tintos:

1.- Wolf Blass Yellow Label Cabernet Sauvignon, cosecha 2004. Barossa Valley, Australia. Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. 13.5 % Alc. Vol. Crianza de 4 a 6 meses en barrica de roble francés y americano. Wolf Blass Winery. Calificación: 84.44 puntos. Precio: $ 267.00

2.- Presidents Selection Shiraz, cosecha 2004. Barossa Valley, Australia. Monovarietal 100% Shiraz. 14.5% Alc. Vol. Crianza de 14 meses en barrica de roble francés y americano. Wolf Blass Winery. Calificación: 84.22 puntos. Precio: $ 472.00


3.- Black Opal Shiraz/Cabernet, cosecha 2004. Barossa Valley, Australia. Coupage de 53% Shiraz y 47% Cabernet Sauvignon. 13.4 % Alc. Vol. Crianza de 4 a 6 meses en barricas de roble francés y americano. Wolf Blass Winery. Calificación: 82.33 puntos.
Precio: $ 197.00

Al finalizar la evaluación de tan magníficos vinos fue servida una exquisita cena, confeccionada por Mauricio Romero Gatica y Héctor Dongú, chefs del restaurante “Bistro 235”. La entrada fue Ensalada de espárragos verdes, con pera, queso azul y crocante de amaranto. El platillo principal fue Solomillo de ternera con costra de frutos secos y adobo de tres chiles. El postre consistió en Jericaya con helado de rompope.

Los vinos blancos degustados con los manjares fueron los siguientes: Black Opal Chardonnay, cosecha 2005, y Mount Nelson Sauvignon Blanc, cosecha 2007. Y el vino tinto President’s Selection Shiraz, cosecha 2004.