miércoles, 25 de mayo de 2011

LA FERIA NACIONAL DEL VINO DE ESPAÑA: FENAVIN 2011




Beati Hispani quibus bibere vivere est.

(Dichosos los hispanos para quienes beber es vivir)

Atribuida a JULIO CESAR (100 A.C- –44 A.C.)

España es el tercer país productor de vino en el mundo, por detrás de Francia e Italia, y cuenta con la mayor superficie mundial cultivada con viñas. Al presente su colosal producción anual de vino, que se aproxima a los tres mil quinientos millones de litros, se halla comprendida en 69 Denominaciones de Origen (de las cuales dos ostentan, además, el honroso título de “calificada”: Rioja y Priorato ---D:O:Ca.---), 46 Denominaciones con Indicación Geográfica Protegida ---I;G:P..--- .y 10 Denominaciones de Origen Vinos de Pago, una selecta jerarquía de excelentes vinos de diferentes parajes, cuya honrosa clasificación es considerada aparte de las anteriores.

Para dar a conocer el enorme potencial enológico que distingue a España, y promover la adecuada comercialización de ese océano de vino en todo el orbe, se llevó a cabo la sexta edición de la Feria Nacional del Vino de España FENAVIN 2011, que tuvo lugar en Ciudad Real, del 10 al 12 de mayo, en el espacioso recinto ferial de esa urbe que es la capital de la provincia homónima, comprendida dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

En una superficie de casi treinta mil metros cuadrados (exactamente 29.528) fueron instalados los expositores de 1.193 bodegas de toda España, en casi una decena de extensos pabellones cuya denominación guardó estrecha relación con personajes ---reales o ficticios--- del mundo del vino, como Eneo, Virgilio, Noe, Hesiodo, Osiris, Virgilio, Dionisios y Ganímedes.

Diez años después de la primera edición, celebrada en mayo de 2001, esta Feria Nacional del Vino se ha acreditado como la más importante en España. En aquella ocasión inicial participaron 381 expositores, representando treinta y seis Denominaciones de Origen (veintitrés de las más importantes en este país). Hace una década se registraron poco más de dos mil contactos comerciales entre importadores, venidos de infinidad de países, y los exportadores interesados en que sus vinos estén presentes en los mercados mundiales.

Ahora, en FENAVIN 2011, el número de bodegas presente fue ---como ya lo señalé--- de mil ciento noventa y tres bodegas, de sesenta y nueve Denominaciones de Origen, a más de otras cincuenta y seis de notorio prestigio nacional.

En uno de los folletos entregados a los participantes de FENAVIN 2011 leo lo siguiente: “El cálculo estimado de los contactos comerciales que tendrán lugar en esta, la sexta edición de tan multitudinaria feria, es de ciento veintisiete mil, ya que se estima que acudirán (por estar previamente acreditados en su participación (desde sus respectivos países de origen) 4.200 compradores nacionales y 2.700 extranjeros, procedentes de cincuenta y cuatro países de los cinco continentes”.

En FENAVIN 2011 participó una delegación mexicana (la cual estuvo encabezada por Agustín Domínguez, el presentante en México del Comité Organizador de esta prestigiada Feria Nacional del Vino de España), integrada por una veintena de importadores de tan exquisitos caldos españoles, quienes cumplieron una apretada agenda de relaciones comerciales, durante los tres días de celebración, que se prolongaba desde las 10 hasta las 18 horas.

Además de la exposición (que comprendía la evaluación degustativa de varios miles de vinos de todas las Denominaciones de Origen de España) el programa oficial incluyó ochenta y siete actividades paralelas: conferencias, jornadas técnicas y mesas redondas. En una sección de esta Feria fueron presentadas numerosas disertaciones en torno a la cultura del vino (arte, literatura, música y poesía, entre otros temas similares), así como charlas en las cuales se analizaba –de manera científica-- la complejidad que priva en la elaboración del vino. A mi parecer, sobresalieron varias mesas redondas en las que participaron como ponentes diversas personalidades en cada una de estas facetas: el vino y el deporte, y el vino y la salud. Hubo, así mismo, una Galería del Vino, que consistió en una amplísima sala en la cual los interesados podía degustar más de mil trescientas marcas diferentes de vinos, para luego, en su caso, establecer los contactos comerciales pertinentes.

En esta Feria Nacional del Vino de España FENAVIN 2011 tuve la singular oportunidad de conversar (ya que con antelación había acordado que visitaría sus respectivos stands) con una docena de productores, cuyas bodegas están ubicadas en diferentes regiones de ese país, a la vez que degustar varios de sus magníficos vinos.

Inicialmente estuve en el stand de Bodegas Vega Saúco, cuyos vinos están comprendidos dentro de la Denominación de Origen Toro (la cual viene cobrando actualmente señalado interés en México). Fui atendido por Patricia Gil Luna, la hija del enólogo Wenceslao Gil Durandez, el creador de la empresa que también comprende la Bodega Gil Luna. Allí degusté varios de sus vinos; entre otros Adoremus Vega Saúco y Wences, ambos envejecidos en barricas de roble francés por un tiempo mínimo de veinticuatro meses. De la Bodega Gil Luna probé el vino Tres Lunas (cuyo simbolismo representa a la esposa de Wenceslao Gil y a sus dos hijas), de excelente sabor y finura, y el vino Gil Luna, ambos con crianza en barrica durante veinticuatro meses.

En otro stand, el de Bodegas García de Olano, fui atendido por Nagore Etxebarriasteum y Maite Díez. Los vinos están inscritos dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja, ya que la empresa está ubicada en pleno corazón de la Rioja Alavesa, Degusté varios de sus vinos, en especial Olanum y Mauleón, éste último con crianza en barrica durante dieciocho meses y guarda en botella durante otros treinta y seis meses.

En el stand de Bodega García de la Rosa, sita en la población de Noblejas, al noreste de la ciudad de Toledo, fui recibido por Carlos García de la Rosa. Degusté varios de sus vinos y me sorprendió gratamente el delicioso sabor del vino Nóbriga, el caldo emblemático de esta bodega, cuyos vinos están comprendidos dentro de la Denominación de Origen Vino de la Tierra de Castilla.

Natalie Marañón, de la Bodega Dehesa de Cadozos (sita en la Provincia de Zamora) me recibió para degustar varios de sus vinos, inscritos en la Denominación de Origen Vinos de la Tierra de Castilla y León.. Guardo grato recuerdo del Pinot Noir Cadozos y de Sáyago, elaborado con un coupage de Tempranillo y Pinot Noir. La cepa Tempranillo recibe, en España, numerosas otras denominaciones: Tinta Fina, Cencibel, Tinta de Toro, Tinta del País y Ull de Llebre.

La Bodega Pago Casa del Blanco está ubicada en el municipio de Manzanares (Ciudad Real), y dio comienzo elaborando vinos que estaban comprendidos dentro de la Denominación de Origen Indicación Geográfica Protegida. Hoy en día se hallan inscritos en la selecta Denominación de Origen Protegida Vino de Pago, que únicamente una docena de bodegas en España pueden alcanzar dentro de la legislación vigente. En el stand de esta bodega saborée el vino Quixote (de excelentes cualidades organolépticas), que viene en tres tipos. Uno es el coupage de tres cepas: Merlot, Tempranillo y Petit Verdot. El segundo es una combinación de las variedades Cabernet Sauvignon y Syrah. Y el tercero es un monovarietal de la cepa Petit Verdot. Se trata, a mi parecer, de tres vinos de encomiables cualidades.

Otra bodega cuyos vinos igualmente degusté en FENAVIN 2011 lleva por razón social Coloma Viñedos y Bodegas. Está ubicada en Alvarado, Provincia de Badajoz, en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Caté sus magníficos vinos Coloma Selección Merlot y Coloma Selección Garnacha, así como el sorprendente Coloma Rosé Pinot Noir.

La última visita fue al stand Viñas y Vinos Espelt, de la Denominación de Origen Empordá. Fui atendido por Xavier Cepero, en cuya compañía probé dos vinos: el primero lleva la marca de Espelt ComaBruna, cuya crianza de catorce meses tiene lugar en barrica francesa de Allier, resultado de una combinación de las cepas Syrah, Cariñena y Marselan. Ésta última variedad es un cruce híbrido entre las variedades Cabernet Sauvignon y Garnacha (Grenache). El segundo es Espelt Terres Negres, un coupage de Cabernet Sauvignon y Garnacha, con guarda en barrica francesa durante doce meses. Ambos vinos me agradaron mucho.

Para concluir con esta crónica mencionaré que FENAVIN 2011 rebasó las expectativas previstas por sus organizadores, alcanzando una nutridísima asistencia durante los tres días que tuvo lugar esta sexta edición de la Feria Nacional del Vino de España, celebrada en Ciudad Real los días comprendidos entre el 10 y el 12 de mayo de 2011.

miércoles, 4 de mayo de 2011

UNA ESPECIE DE CATA VERTICAL CON VINOS DE MONTE XANIC


Los hombres son como los vinos.

La edad agria los malos y mejora los buenos.

MARCO TULIO CICERON

(106-43 a.C)

Es bien sabido que los vinos elaborados con todo cuidado, por un enólogo experimentado, deben transcurren cierto tiempo llamado de “crianza” en una barrica ---que bien puede ser de roble estadounidense, francés, húngaro o ruso---, y con ello se afina y estabiliza ese caldo etílico, y al ser degustado, después de un determinado tiempo de reposo en botella (antes de haber sido puesto a la venta) sus características olfativas y gustativas alcanzan un cierto grado de madurez, que se traduce por un delicioso aroma y magnífico sabor. En ese prolongado tiempo de reposo en la botella, después de haber estado guardado por algunos meses en una barrica de roble, el vino adquiere características más armoniosas que, finalmente, le otorgarán mayor calidad y finura.

En anterior ocasión señalé que “En el mundillo de la degustación de los vinos, una apasionante actividad que, día a día, adquiere notoria importancia --en la cual participa actualmente un creciente número de enófilos---, suele hablarse de las catas horizontales y verticales. Las primeras, que generalmente son “ciegas”, comprenden el análisis organoléptico de vinos de la misma añada (cosecha), elaborados con la misma cepa o con el mismo coupage, de diferentes bodegas vinícolas. Las segundas, las verticales, son aquellas degustaciones sensoriales (no “ciegas”) en las cuales son analizados vinos de diferentes añadas, pero todos los vinos, elaborados con la misma variedad de uva o con el mismo coupage, proceden, generalmente, de una misma bodega. Existe una variante de las catas horizontales, en la cual los catadores evalúan (usualmente en una cata que no es “ciega”) vinos de diferentes cosechas --generalmente de años consecutivos---, elaborados por diversas bodegas con la misma variedad de uva, o con la misma mezcla de cepas”.

Por lo que respecta al añejamiento del vino (en su acepción de maduración para que el caldo etílico adquiera cualidades más encomiables en el momento de ser degustado) diré que en el libro The global enciclopedia of wine, publicado por Global Book Publishing, en Australia, en 2002, leí el capítulo titulado “Aging”, donde Steve Charters señala lo siguiente: “La evolución del vino en la botella es aún poco comprendida por su complejidad. Sin embargo, puede ser descrita en pocas palabras como una lenta oxidación. En los vinos tintos las sustancias fenólicas protegen el vino gracias a que tienden a reaccionar con el oxígeno antes que otros compuestos químicos lo hagan. Con estos vinos acontece que las variedades consideradas más tánicas, como la Cabernet Sauvignon, la Merlot, la Nebbiolo y la Syrah propician un envejecimiento más prolongado. No obstante, esto puede depender del estilo del vino. Muchos vinos dulces, como los vinos de postre, de elevado grado alcohólico, envejecen muy bien, y el Madeira --junto con el Oporto, son los de mayor potencial de guarda en botella”.

El Grupo Enológico Mexicano llevó a cabo su cata “ciega” número 160 el 4 de mayo de 2008 en un hermoso paraje de la alta montaña de México, en el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, a una altitud aproximada de 4.000 metros sobre el nivel del mar. En esa ocasión los catadores evaluaron en una interesante cata “vertical” la evolución de cinco añadas (2000.2002, 2003, 2004 y 2005) del vino Cabernet Sauvignon, lo que permitió apreciar interesantes características en un mismo vino, cuando ha evolucionado al paso de los años.

Acerca de la bodega Monte Xanic es conveniente señalar lo siguiente: En 1987, se reunieron cinco amigos quienes tenían como común denominador su afición por degustar vinos de gran clase, y de ellos nació la idea de ”crear un gran vino mexicano, ya que soñaban con elaborar vinos que expresaran el terruño del Valle de Guadalupe, Baja California, con fineza y distinción, con personalidad propia y de la mejor calidad posible” Así nació la bodega Monte Xanic. “El nombre Monte Xanic es una combinación de la palabra “Monte” y del vocablo “Xanic” que proviene de los indios Cora, quienes todavía habitan regiones de Nayarit, entre Puerto Vallarta y Mazatlán, en la costa del Pacífico de México, y quiere decir "flor que brota después de la primera lluvia". En noviembre de 1987, durante la primer visita a las veinte hectáreas que hoy forman parte de nuestros viñedos, iniciaba la temporada de lluvia y los montes estaban cubiertos de flores; esta señal nos pareció indicar que este nombre "Monte Xanic" era el más apropiado”.

La cata “ciega” mensual número 206, correspondiente al mes de mayo de 2011, del Grupo Enológico Mexicano, tuvo verificativo hace unos días en un salón del restaurante “Valkiria” de la ciudad de México. Para esta degustación fueron seleccionados siete vinos de Monte Xanic, para lo que fue una especie de cata “vertical”, tendiente a conocer la evolución del vino cuando han transcurrido varios años de reposo en la botella, en óptimas condiciones de guarda en una cava

La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Alejandra Vergara, José del Valle Rivas, Darío Negrelos, Joaquín López Negrete, Philippe Seguin, Roberto Quaas Weppen, y Miguel Guzmán Peredo.

Las calificaciones están basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados “no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74 puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94 puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de “extraordinarios”.

Los resultados fueron los siguientes:

1.- Cabernet Sauvignon, cosecha 2005. 13.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Cabernet Sauvignon. Crianza durante 18 meses en barricas nuevas y de un uso de roble francés. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 90.20 puntos

2.- Cabernet Sauvignon/Merlot, cosecha 2007. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 10% Cabernet Franc, 5% Malbec y 5% Petit Verdot. Crianza durante dieciocho meses en barricas de roble francés. Calificación: 89.60 puntos.

3.- Syrah, Edición Limitada, cosecha 2000. 12.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Syrah Crianza durante dieciséis meses en barricas nuevas de roble francés. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 88.60 puntos.

4.- Cabernet Sauvignon/Merlot, cosecha 2004. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 10% Cabernet Franc, 5% Malbec y 5% Petit Verdot. Crianza durante dieciocho meses en barricas de roble francés. Calificación: 88.40 puntos.

4.- (Empate) Cabernet Sauvignon/Merlot, cosecha 2006. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 10% Cabernet Franc, 5% Malbec y 5% Petit Verdot. Crianza durante dieciocho meses en barricas de roble francés. Calificación: 88.40 puntos.

5.- Syrah, Edición Limitada, cosecha 2001. 12.5% Alc. Vol. Monovarietal 100% Syrah Crianza durante dieciséis meses en barricas nuevas de roble francés. Monte Xanic, S. de R.L. de C.V. Valle de Guadalupe, Ensenada, Baja California. Calificación: 88.20 puntos..

6.- Cabernet Sauvignon/Merlot, cosecha 2003. 13.5% Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon, 20% Merlot, 10% Cabernet Franc, 5% Malbec y 5% Petit Verdot. Crianza durante dieciocho meses en barricas de roble francés. Calificación: 86.80 puntos.

De acuerdo a los parámetros del Grupo Enológico Mexicano, los vinos cuyas calificaciones se hallan comprendidas entre los 85 y los 94 puntos están ubicados en la categoría de “muy buenos”. En esta degustación los siete vinos superaron los 85 puntos, lo que pone de manifiesto su notoria calidad, que es posible advertir en sus características olfativas y gustativas. Se trata de vinos cuyo reposo en botella les ha conferido señalada finura, lo que fue comentado por los catadores, quienes ponderaron sus deliciosos aromas y espléndido sabor.