viernes, 24 de febrero de 2012

LOS VINOS DE LA BODEGA TORRES, DE CATALUÑA


Cuando bebemos un vino estamos bebiendo

el paisaje de origen, su clima y su tierra.

RAUL BOBET

En el año 1870 Jaime Torres Vendrell fundó una pequeña bodega vinícola en la población de Vilafranca del Penedés, en Cataluña, si bien los ancestros de los actuales propietarios desde hace tres siglos dedicaban sus mejores esfuerzos a la vitivinicultura.

Bodegas Torres cuenta con más de 1.300 hectáreas de viñedos, lo que hace de esta empresa “la bodega familiar con mayor extensión de viñedos en la Denominación de Origen Penedés”. A más de esa zona geográfica, en España cuenta con viñedos en otras Denominaciones de Origen, como Conca de Barberá, Ribera del Duero, Toro, Jumilla, Priorato y Rioja. En Chile y en Estados Unidos de América, desde hace ya varios años, funcionan otras bodegas vitivinícolas subsidiarias. Es el caso de Miguel Torres Chile, en Curicó, y Marimar Estate, en California.

Mucha tinta ha corrido en torno a Miguel A. Torres ---con referencias en extremo encomiables hacia su persona y hacia su obra, quien ha alcanzado, en varias ocasiones reconocimientos por doquier, como el “Premio a una Vida”, que le fue concedido en ocasión del International Wine Challenge, celebrado en Londres, en 2010.

No quiero omitir que Bodegas Torres forma parte del selecto grupo Primum Familiae Vini (First Family of Wine) fundada en 1993, que reúne única y exclusivamente a doce familias propietarias y conductoras de una empresa dedicada a la elaboración de vinos.

Entre numerosas otras distinciones otorgadas a Bodegas Torres mencionaré que la revista británica Drinks Bussiness la nombró, en 2009, “Bodega número 1”, en la Green List, por su “contribución y compromiso con la preservación del medio ambiente”. T la revista estadounidense Wine Enthusiast le concedió, en 2006, el galardón de “Mejor Bodega Europea del Año”

La producción de Bodegas Torres, principalmente de grandes vinos, exportados a más de ciento cincuenta países, tienen como común denominador su indudable excelencia enológica, y está complementada con la línea de brandies, que comprenden “Torres 5”, “Torres 10”, “Torres 20 Hors d’Age (ganador en dos ocasiones del título “el mejor brandy del mundo) , “Jaime I” y “Honorable”.

Miguel Agustín Torres Riera, el motor fundamental de la expansión comercial de esta bodega, de la cuarta generación del apellido Torres, es el actual Presidente y Consejero, en tanto que el doctor en enología Raul Bobet es el Director General.

En ocasión de la breve visita de Raúl Bobet a México, Bodegas La Negrita (distribuidora en nuestro país de estos exquisitos productos), organizó por conducto de Areli Curiel, sommelier de esta empresa, una singular cata de los cinco vinos de mayor calidad, y precio, denominados “De Finca”. Dieciséis catadores degustaron los siguientes vinos: dos blancos: Fransola, Milmanda, Más La Plana, Grans Muralles y Reserva Real. Inicialmente Raíl Bobet hizo una amplia y muy amena explicación de la razón por la cual estos vinos reciben esa denominación, ya que se trata de viñedos seleccionados, cuyo terroir encierra características especiales de suelo, clima y antigüedad de las viñas.

El vino Fransola, cosecha 2007, es un monovarietal Sauvignon Blanc cuyas uvas proceden de una masía próxima al paraje denominado La Llacuna, en el Alto Penedés. Es un vino en parte fermentado y en parte criado en barricas nuevas de roble estadounidense.

El vino Milmanda, cosecha 2007, es un monovarietal Chardonnay, adscrito a la Denominación de Origen Conca de Barberá, en la zona meridional de Cataluña.

El vino tinto Mas La Plana (el “buque insignia” de Bodegas Torres en palabras de Raúl Bobet), cosecha 2007, es un monovarietal Cabernet Sauvignon, procedente de viñas viejas, cuya producción oscila entre las setenta mil y las cien mil botellas, dependiendo del volumen de uvas que en un año determinado han alcanzado la calidad deseada por el enólogo.

El vino tinto Grans Muralles, cosecha 2005, es el resultado de un interesante assamblage de cepas autóctonas catalanas con variedades bordalesas. Estas son Garró y Samsó (nombre en Cataluña de la cepa Cinsault), mezcladas con Garnacha Tinta, Cariñena (designación de la variedad Samsó) y Monastrell. Este vino está adscrito a la Denominación de Origen Conca de Barberá.

El vino Reserva Real, cosecha 2002, es un assamblage típicamente bordalés: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot. Usualmente los porcentajes son 60% de la primera cepa, y 20% de cada una de las otras dos. Su producción es en extremo limitada (lo que de alguna manera explica su precio: $ 1.800.00 cada botella, a más de su extraordinaria calidad y finura al paladar), ya que asciende a 3.559 botellas de 750 mililitros y 38 Magnum. Las uvas con que está elaborado proceden de una pequeña finca ubicada en Santa Margarita d’Agulladolc, en la zona de Pacs de Penedés.

La cata, dirigida atinadamente por Raúl Bobet, permitió conocer los pormenores de los suelos donde están los viñedos destinados a cada uno de estos cinco vinos. Son de hecho “Vinos de Pago”, pues de trata de zonas geográficas de características especiales, que cuentan con microclimas específicos y terrenos altamente diferenciados. Por demás está señalar que las características organolépticas de estos vinos son extraordinarias, lo que en mucho contribuyó a que esta interesante degustación fuese sumamente agradable para los participantes.

Al concluir esta evaluación sensorial tuvo lugar una comida en compañía de Raúl Bobet, de Areli Curiel, de Luciano Besoy Sánchez, Director General de Bodegas La Negrita, y de Julio Rangel Loyo, Director de Mercadotecnia, de esta empresa.

El menú incluyó las siguientes exquisiteces: Ensalada de mariscos, acompañada del vino Milmanda. Crema de chicharrón con chile guajillo, maridada con el vino Celeste Reserva (Ribera del Duero). Medallones de res en crema de morillas, armonizados con el vino Reserva Real. El postre consistió en Tarta fina de manzana con helado de vainilla, acompañada con el vino de postre Moscatel, de muy bello envase. El café fue acompañado con el brandy Torres 20 Hors d’Age.

Cabe agregar, a manera de colofón, que en algún momento de la sabrosa conversación entre los comensales, Raúl Bobet, pronunció la siguiente expresión “Estamos bebiendo historia”, para hacer alusión a los grandes cuidados que exigen los viñedos (donde tienen su origen, de viñas muy viejas, las uvas que dan forma y vida a estos caldos báquicos) así como a las centenarias instalaciones de las masías de donde proceden.

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