miércoles, 15 de enero de 2014

LOS VINOS DEL LIBANO, ESPAÑA, GRECIA, PORTUGAL Y BULGARIA



Bebe porque eres feliz,  pero
nunca a causa de tu infelicidad.

GILBERT KEITH CHESTERTON (1874-1936)

En enero de 1995 dieron inicio las catas “ciegas” del Grupo Enológico Mexicano. Desde aquel año, hace casi cuatro lustros, ya que falta sólo un año para que se cumplan dos décadas de que estas interesantes degustaciones organolépticas tengan lugar, mes a mes.. Hasta el presente: enero de 2014, han sido 238 las evaluaciones sensoriales, de vinos de veintiún países, las que han sido celebradas. 

Cabe recordar que de este número (238),  216 han sido realizadas en un salón privado de un restaurante de la ciudad de México. Otras  dieciséis tuvieron lugar en parajes de la alta montaña de México, en altitudes superiores a los 4.000 metros. En catorce ---de estas dieciséis ocasiones--- evaluamos vinos “tranquilos” (nombre que reciben, genéricamente, los vinos blancos, rosados y tintos). Las dos catas restantes, “ciegas” como todas las que realiza el Grupo Enológico Mexicano,  fueron de brandies de España (en un caso de Cataluña y en el otro de Jerez). Cabe señalar que la octava  y la décimo tercera catas en la alta montaña tuvieron lugar (los días 14 de abril de 2007 y  6 de junio de 2009, respectivamente) en la cumbre del volcán Sierra Negra, en el estado de Puebla, a una altitud de 4.581 metros sobre el nivel del mar, lo que las hizo, en su momento, las degustaciones analíticas realizadas a mayor altitud en el mundo, en un sitio al cual se accede en un vehículo motorizado rodante. 

Otras seis catas han sido celebradas en diversos parajes al aire libre: una a bordo de una trajinera, la embarcación tradicional en la cual se navega en los canales del recinto lacustre del Parque Ecológico Xochimilco, a una altitud aproximada de 2.240 msnm. . Otra  (la Primera Cata en México en un Globo Aerostático) a bordo de un globo, a una altitud de 800 metros sobre el nivel del suelo, en Tequisquiapan, Querétaro. Una más en un lago de montaña (Valle de Bravo, a 1.805 metros sobre el nivel del mar), y la restante en la población de Temixco, en el Estado de Morelos, a 1.280 m.s.n.m..La cata 198  se llevó a cabo a bordo del buque escuela “Cuauhtémoc”, de la Secretaría de Marina de México, surto en la bahía de Acapulco, el sábado 9 de octubre de 2010. La cata 203 tuvo lugar en Viñedos “La Redonda”, en Ezequiel Montes, Querétaro.  En estas 238 catas “ciegas” han sido degustados 1.844 vinos, de veintiún países.
A más de las degustaciones anteriores, en el historial del Grupo Enológico Mexicano se incluye la celebración de diez catas “ciegas” de tequilas (dos en cada uno de los cinco años comprendidos entre 1997 y 2001), de las categorías denominadas “reposados” y “añejos”, en las cuales fueron evaluados ciento noventa y cinco tequilas.

Ahora bien, entrando ya en materia en torno a la cata del mes de Enero de 2014, diré que los historiadores del vino señalan que esta dionisíaca bebida tuvo su origen, hace más de seis mil años, en el Medio Oriente, en Mesopotamia, la feraz tierra bañada por los ríos Tigris y Eufrates. Otros opinan que el cultivo de la vid, y la consecuente elaboración del vino, se remonta a poco más de ocho mil años, y que ello tuvo lugar en Georgia, considerada la cuna de la viticultura.  Por su parte, Luis Tomás Melgar Gil, autor del libro La Enciclopedia del Vino (Editorial Ramón Llaca, Madrid, España, 2008),  asienta que “El Líbano fue acaso la primera región productora de vino en el mundo. La Biblia afirma que fue allí donde Noé  produjo y bebió el primer vino de uva de la historia”, lo que, comento yo, significaría una antigüedad más reciente a esta bebida etílica.

El autor citado líneas arriba consigna que “las dos zonas de cultivo más importantes de Líbano son el Valle de la Bekka (donde se encuentran Chateau Ksara, Chateau Kefraya y Massaya), y la región de Monte Líbano. Las bodegas de Ksara (ksara significa fortaleza) fueron propiedad de los francos, en tiempo de las Cruzadas, y fueron adquiridas por los jesuitas en 1857 cuando el vino elaborado en ellas era ya famoso. En la voluminosa obra titulada The global enciclopedia of wine, editada por Global Book Publishing (Australia, 2002), aparece el capítulo referente a los vinos del Medio Oriente, escrito por Brian Jordan, y allí aparece que esa bodega vinícola fue propiedad, en el año 1857,  de los monjes franciscanos, y que ahora pertenece a Charles Ghostine.

En el portal de esta bodega leo lo siguiente: “Líbano tiene una tradición vitivinícola de más de cinco mil años, cuando los primeros habitantes, los fenicios, comenzaron a cultivar las vides. Los fenicios exportaron vino a Egipto, Roma, Grecia y Cartago. La empresa Chateau Ksara produce aproximadamente tres millones de botellas de vino cada año, y comercializa sus productos en más de cuarenta países, principalmente Europa, Estados Unidos de América, Canadá, Japón, Hong Kong, Singapur, Brasil, África, Australia y los países árabes.  Château Ksara es la más antigua y más grande empresa vitivinícola del Líbano, así como la más visitada, pues cada año recibe a más de 70.000 visitantes, quienes degustan allí los vinos que elabora”. De esta bodega degustamos tres vinos tintos, en la cata 238 del Grupo Enológico Mexicano. 

Por lo que concierne a los vinos de Galicia mencionaré que la Denominación de Origen Rías Baixas (en lengua castellana Rías Bajas), establecida en 1988, es una de las cinco Denominaciones de Origen de vinos elaborados en esa Comunidad Autónoma de España. Las otras cuatro son D.O. Riberiro (1932, la más antigua de todas), Valdeorras (1977), Monterrei (1996) y Ribeira Sacra (1996). Esta última es la única región vitivinícola de Galicia en la cual predomina la producción de vinos tintos.  “Además de las cinco Denominaciones de Origen reconocidas en Galicia, la comunidad cuenta con tres Indicaciones Geográficas con derecho a mención Vino de la Tierra, que son: Betanzos, Valle del Miño-Orense y Barbanza e Iria”.
Las cepas blancas autorizadas por el Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, con sede en Pontevedra, son las siguientes: Albariño, Loureira Blanca, Treixadur y Caiño Blanco, en tanto que las variedades tintas son Caíño Tinto, Espadeiro, Loureira Tinta y Sousón

En el portal Europa Press, del 16 de  Octubre de 2013 apareció publicada la noticia de que “La D.O. Rías Baixas había recogido la segunda mejor cosecha de su historia, con treinta y dos millones de kilos de uvas, lo que significa un incremento de más del 80 por ciento respecto a la cosecha de 2012, en la que se vendimiaron 17,5 millones de kilos, si bien aún está lejos de la mejor, que se registró en 2011, cuando los vendimiadores de esta D.O. recogieron 41,5 millones de kilos de uva”.

En el Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas está registrada ---entre casi doscientas empresas--- la Bodega Laval, la cual fue fundada en 1985, y “una de las primeras empresas  en las Rías Baixas en apostar por el potencial de la uva albariño, Además, La Val es una de las bodegas con más viñedo en propiedad en una denominación dominada por los minifundios”. Está ubicada en Pontevedra, Galicia. Otra empresa lleva por razón social el nombre de Bodega y Viñedos Don Olegario, asentada en Cambados, Galicia, fue fundada en 1980 por Olegario Falcón. En la página web de esta bodega leo que “La bodega tiene una única plantación de 5 hectáreas, con viñas de 30 años, situada en el privilegiado valle O Salnés, y en la cuna histórica del Albariño: Cambados, provincia de Pontevedra”.

Acerca de los vinos de Grecia mencionaré que en fecha reciente (según lo leí en un boletín del portal elmundovino.com) se llevó a cabo en la ciudad de Paris, en la sede de la Organización Internacional de la Viña y el Vino ---cuyas siglas son O.I.V., que agrupa a 45 Estados Miembros, entre los cuales no figura México---, una presentación de los principales vinos de Grecia. En esa muestra disertó Yiannis Paraskevopulos, enólogo de la Universidad de Burdeos, quien hizo mención a que en ese país existen quinientas bodegas, que producen cinco mil vinos diferentes. Hay más de trescientas variedades autóctonas de uvas, con las cuales son elaborados, cada año, cuatrocientos millones de litros de vino, de los cuales es exportado el 17%, principalmente a Europa. La extensión del viñedo helénico es superior a las ciento trece mil hectáreas. La producción es de un 60% de vinos blancos y 40% de vinos tintos, y de acuerdo al reglamento de elaboración existen treinta Denominaciones de Origen distintas. La Denominación de Origen Patras en la más renombrada en cuanto a los vinos blancos secos, y la D.O. Nemea es la más importante en los vinos tintos. Para esta Denominación de Origen se emplea la cepa Agiorgitiko (otra grafía de esta cepa es Aguiorguitiko), que significa San Jorge.  

En el portal de esta empresa leo que “Hace más de un siglo, en 1890, la familia Tsantalis comenzó a elaborar vinos y a destilar ouzo y tsipouro en Tracia oriental. Uno de sus descendientes, Evangelos Tsantalis, fundó su bodega basándose en un profundo respeto por la belleza de la tierra y un fuerte compromiso con la calidad. El espíritu pionero de Evangelos y sus descendientes ha logrado consolidar una orgullosa herencia vitícola que evoluciona más allá del tiempo y las generaciones. Por su capacidad de innovación, la bodega Tsantalis goza hoy en día de un liderazgo innegable dentro del panorama vitícola griego.

En 1970, Evangelos Tsantsalis rescata del olvido la rica tradición vitícola de la región del Monte Athos y fue el primero en exportar vino de esta región hacia el mundo. En 1973, realiza su primera exportación de vinos griegos. El lanzamiento de vinos de la región de Agioritikos, en 1975, marca un gran éxito comercial para esta casa. Finalmente, en 1991, Tsantalis adquiere la bodega Rapsani ubicada sobre el mítico Monte Olympus, hasta entonces en manos del Ministerio de Agricultura, y escribe una nueva página en la historia del vino de Grecia. Actualmente, Tsantalis está en manos de la tercera generación de esta familia y continúa preservando la tradición innovadora de sus predecesores”. Hasta aquí esa cita.

Ahora mencionaré algunos pormenores acerca del vino en Portugal. La extensión del viñedo era de 243.000 hectáreas en el año 2010, pero al igual que ha ocurrido en muchos otros países productores de vino en el mundo, se registró una disminución de la superficie cubierta de viñas, y para 2012 (de acuerdo con información de la Organización Internacional de la Viña y el Vino)  esta era de 239.000 hectáreas, y ocupa en cuarto lugar en el orbe, por atrás de España, Francia e Italia. Se estima que la producción de vino en 2012 fue de casi seiscientos millones de litros. “Las Denominaciones de Origen son las siguientes: Vinos de calidad producidos en un región determinada  (VCPRD), en portugués, Vinho de Qualidade Produzido em Região Determinada (VQPRD).. Son vinos de alta calidad producidos a partir de las variedades de uva permitidas, procedentes exclusivamente de una región determinada. Esta designación engloba a su vez todos los vinos clasificados como DOC, Denominación de Origen Controlada  (Denominação de Origem Controlada) e IPR, Indicación de Proveniencia Reglamentada (Indicação de Proveniência Regulamentada). Vinos Regionales (Vinhos Regionais), vinos de mesa producidos en una región específica de producción. Son equivalentes de los Vinos de la Tierra, en España. Vinos de Mesa (Vinhos de Mesa) son los vinos no encuadrados en las categorías anteriores”.

La empresa denominada Quinta da Plansel, fundada en 1997, está ubicada en Montemor-o-Novo, en la parte sur de Portugal, en la región central de Alentejo, a unos 100 kilómetros de Lisboa. Forma parte de la DOP de Évora. Sus viñas cubren una extensión de 70 hectáreas, y la producción anual de vino es aproximadamente de trescientos cincuenta mil litros. De este volumen, una parte es exportada a Alemania, Francia, Suiza, Brasil, China, Bélgica, Angola, Estados Unidos de América y México.
Con respecto a los vinos de Bulgaria señalaré que son elaborados en un país del centro de Europa, colindante con Rumania, Serbia, Grecia y Turquía, y también con el Mar Negro.  En el corazón de la península de los Balcanes se localiza Bulgaria, cuya superficie es de casi ciento once mil kilómetros cuadrados (exactamente 110.912). Como necesario punto de comparación diré que la extensión territorial de esa nación de Europa Oriental es menor a la del estado de Durango (entidad mexicana que cuenta con poco más de ciento diecinueve mil kilómetros cuadrados). El número de habitantes de Bulgaria es aproximadamente de diez  millones.

Los historiadores del vino aseveran que existen registros fidedignos que permiten conocer que los caldos etílicos búlgaros son los más antiguos del continente. Los vinos de la antigua Tracia (éste es el nombre de la región sudoriental de la península de los Balcanes, que se encuentra dividida, políticamente hablando, en Bulgaria, Grecia y Turquía) fueron elogiados desde tiempos pretéritos por los poetas helénicos. Homero, en sus libros “La Ilíada” y “La Odisea”, se refiere con encomio a ellos, mencionando sus agradables aromas y sabores.

Las modernas investigaciones arqueológicas permiten suponer que el territorio actualmente ocupado por Bulgaria, bien puede haber sido la primera región geográfica donde fueron plantadas viñas, y, por ende, la zona donde inicialmente sus moradores elaboraron vino. Se habla de que esta actividad vitivinícola tuvo lugar entre los años seis mil y tres mil antes de Cristo, cuando a estas tierras se les llamaba Tracia. Por lo tanto, miles de años antes  que los romanos difundieran por doquier sus vinos, los tracios plantaron los primeros viñedos en las áreas septentrional y meridional de los Balcanes, dando comienzo a la producción de caldos vínicos. Como dato curioso mencionaré que en esta misma región  --a la cual hace miles de años algunos llamaron  Pomoria—  se expidió una ley,  en el siglo II de nuestra era, mediante la cual los viñedos serían objeto de protección de parte del gobierno local.

En el año 1963 Bulgaria era el sexto país exportador de vinos en el mundo (en 1999 ocupó el lugar número cinco, por el volumen de sus ventas al exterior). En 1978 se estableció la ley que regula, de manera oficial, la actividad vitivinícola. A partir de esa fecha comenzó el sistema de categorías de los vinos búlgaros, señalándose en la etiqueta  –con leyendas en lengua inglesa, para hacer más fácil la comprensión de qué tipo de vino se trata, pues si lo hubieran hecho en alfabeto cirílico muy pocos pudiesen entender esos caracteres--  varios niveles de calidad enológica. La leyenda “country wine” equivale a “vin du pais” en la clasificación francesa. Si aparece la frase “declared geographical origin” (D.G.O..)  es equivalente a lo que Francia clasifica como Vino Delimitado de Calidad Superior. El nivel más alto de calidad en los vinos búlgaros está dado por la palabra “controliran”, equivalente a la Denominación de Origen Controlada. Estos vinos pueden ser de dos clases: Reserva y Reserva Especial, si han sido añejados en barrica, dependiendo del tiempo de su maduración.

La producción de vino en Bulgaria, en 1985, fue de 450 millones. En 1990 (considerada por los enólogos de ese país la mejor cosecha, en términos de calidad, en los cuarenta y cinco  años anteriores) disminuyó a 180 millones de litros. Tres años después ascendió a 205 de litros, ubicándose Bulgaria en el lugar número veinte como país productor. 

En Bulgaria hay cinco regiones vitivinícolas: la septentrional, la oriental, la subbalcánica, la meridional y la sudoccidental. La superficie cubierta de viñas es de casi ciento setenta mil hectáreas, y la producción anual promedio es de unos doscientos cincuenta millones de litros de vino. El veinte por ciento del total (cincuenta millones de litros) está destinado al mercado interno, mientras que el restante ochenta por ciento (doscientos millones de litros)  es comercializado en el exterior, en setenta países.  Con base a estas cifras es que se dice  que Bulgaria es el segundo país exportador de vio embotellado en el mundo, por atrás de Francia.
En algún portal de internet, referente a los vinos búlgaros, encontré la siguiente información: “Bulgaria cuenta con una riqueza ampelográfica notable. Algunas de las variedades de uva que se cultivan todavía hoy en día en Bulgaria tienen orígenes Tracios y no pueden encontrarse en ningún otro lugar del mundo. Cabe destacar la variedad tinta autóctona Mavrud. Son reseñables también uvas como la Pamid, la Dimiat, la Gamza, o la Misket Tinta. En la actualidad Bulgaria produce y exporta aproximadamente un 60% de vinos tintos, mientras que el resto del volumen se reparte en un 30% de vinos blancos, y el 10% restante distribuido entre vinos rosados, fortificados y espumosos”.

La bodega vitivinícola Damianitza fue fundada en 1940 en la región sudoeste de Bulgaria, -una de las mejores áreas vitivinícolas, en el valle bañado por el río Struma. Está ubicada en las proximidades de la ciudad de Sandanski.  Fue nacionalizada por el estado comunista en 1947 y finalmente privatizada en 1997. Su producción actual es de casi un millón y medio de botellas, cada año. Para varios de sus vinos utiliza cepas autóctonas, como la Shiroka Melnishka Loza, a más de las variedades clásicas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, y otras. En su página oficial se enfatiza en el hecho de que la empresa Damianitza produce principalmente vinos tintos de la más alta categoría, y de que gran parte del vino elaborado es exportado a diversos países, entre los cuales figuran Alemania, Finlandia, la República Checa, Suecia, Dinamarca, Austria y México.

La cata “ciega” mensual número 238, correspondiente a enero de 2014, tuvo lugar el martes 14 de ese mes, en el salón “Decanter”, del hotel St. Regis México City, Para esta degustación analítica fueron seleccionados ocho vinos comercializados en México por la empresa Club del Gourmet. De esos ocho vinos tres fueron del Líbano, dos de España, y uno de cada uno de los siguientes países: Grecia, Portugal y Bulgaria.
La Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos: Patricia Amtmann,  Salomón Cohen, Joaquín López Negrete, Philippe Seguin, Oscar Nicanor, Rafael Fernández,  y Miguel Guzmán Peredo.
En estas degustaciones analíticas, en las cuales los catadores ignoran la marca y la procedencia del vino que van a degustar  ---motivo por el cual reciben el nombre de “ciegas”---,  los enófilos que participan en esas degustaciones sensoriales califican las características visuales, olfativas y gustativas de cada uno de los vinos, escribiendo junto con la puntuación otorgada en cada uno de estos tres renglones, sus comentarios respecto al color, al aroma o bouquet y al sabor de cada uno de los vinos sometidos al examen organoléptico de los miembros de la Mesa de Catadores que en esa ocasión participaron en dicha degustación. Una vez que los jueces analizaron esas características sensoriales, y  que se tiene inmediato conocimiento de cuál fue la calificación alcanzada por cada vino (momento éste en el que son descubiertas las botellas y se conoce de qué vino se trata en cada caso), cada catador  formula en voz alta sus propios comentarios, con la finalidad de escuchar las opiniones de los restantes catadores, enriqueciéndose, de esta manera, el imparcial juicio emitido por cada uno de esos enófilos.
Los  resultados fueron los siguientes:
 Vinos blancos:
1.- La Val Albariño, cosecha 2012  12.6 % Alc. Vol. Varietal 100% Albariño. Denominación de Origen Rías Baixas. Bodegas Laval, S.A. Pontevedra, Galicia, España. Calificación:     83.00 puntos  Precio: $ 433.00
2.- Don Olegario Albariño, cosecha 2011  13% Alc. Vol. Varietal 100% Albariño. Crianza  de ocho a doce meses en cubas de acero inoxidable. Denominación de Origen Rías Baixas. Bodegas y Viñedos Don Olegario, S.A. Corbillón, Pontevedra, Galicia, España. Calificación: 81.71   puntos  Precio: $ 499.00
3.- No Man’s Land Gold, cosecha 2010. 12.0% Alc. Vol. Coupage de 50% Sauvignon Blanc y 50% Chardonnay. Crianza del 10% del vino en barrica. Valle de Tracia. Bodega Damianitza, A.D. Sandanski, Bulgaria. Calificación: 81.14     puntos. Precio: $ 531.00

Vinos tintos:
1.- Plansel Selecta Reserva, cosecha 2010.  14.0% Alc. Vol.  Coupage de Trincadeira y Touriga Nacional. Crianza en barrica de robla francés durante doce meses. Posterior reposo en botella. Valle de Alentejo. Bodega Quinta de Plansel (Sociedade Vitivinícola, S.A.) Montemor O-Novo, Portugal. Calificación: 87.00    puntos. Precio: $ 512.00
2.- Chateau Ksara Cabernet Sauvignon, cosecha 2008. 14.0 % Alc. Vol. Coupage de 60% Cabernet Sauvignon, 30% Merlot y 10% Petit Verdot. Crianza en barrica de roble francés durante dieciocho meses. Valle de la Bekaa.  Chateau Ksara, S.A.L.  Bekka, Líbano. Calificación: 83.86   puntos. Precio: $ 600.00
2.-  (Empate) Nemea Tsantalis Reserva, cosecha 2009,  13.0 % Alc. Vol. Varietal 100% Agiorgitiko. Crianza en barrica nueva durante doce meses. D.O.G. Nemea. Bodega Evangelios Tsantalis, S.A.  Halkidiki, Grecia. Calificación: 83.86    puntos. Precio:$ 388.00
3.-  Chateau Ksara Reserve du Couvent, cosecha 2010 . 14.0 % Alc. Vol. Coupage 50% Grenache, 40% Syrah y 10% Carignan. Crianza en barrica durante seis meses. Valle de la Bekaa. Chateau Ksara, S.A.L.  Bekka, Líbano. Calificación: 83.29  puntos. Precio: $405.00
4.-  Chateau Ksara Le Prieure, cosecha 2010. 13.5% Alc. Vol. Coupage de Cabernet Sauvignon, Carignan 30%:¸Cinsault 30%,; Mourvedre  (Monastrell) 20%;  y Cabernet Sauvignon 20% . Crianza de catorce a dieciocho meses en barrica nueva, y posterior reposo en botella. Valle de la Bekaa. Chateau Ksara, S.A.L.  Bekka, Líbano. Calificación: 82.28    puntos. Precio: $306.00
Los catadores eligieron “mejor etiqueta” la del vino tinto Chateau Ksara Cabernet Sauvignon, cosecha 2008.

Al concluir la degustación fue servida una magnífica cena, diseñada por Guy Santoro, Chef ejecutivo del hotel St. Regis Mexico City.  El primer  tiempo fue Salmon Marinado al Caviar Sevruga con espuma de Limón (Saumon Marine au Caviar Sevruga, Mousseux Citron.  A continuación fue servido un exquisito Filete de Bacalao a la Vizcaína, Guiso de Alcachofas al Azafrán (Filet de Cabillaud Sauce Vizcaina , Poêlée d Artichauts au Safran. El deleite palatal continuó con Parmentier de Pato Gratinado, Huitlacoche, Ensalada de Brotes Surtidos (Parmentier de Canard Gratiné, Champignons de Mais, Salade de Pousses d'Herbes. El postre fue Barra Fondant de Naranja, Chocolate, Jarabe de Naranja (Barre Fondante d’Orange, Chocolat, Jus Corsé d’Orange.

El maridaje de estos platillos fue con los vinos blancos siguientes: Don Olegario Albariño, cosecha 2011; y No Man’s Land Gold, cosecha 2010, y con los tintos . Plansel Selecta Reserva, cosecha 2010 y   Chateau Ksara Cabernet Sauvignon, cosecha 2008.

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