viernes, 9 de marzo de 2012

LOS LIBROS QUE SE OCUPAN DEL VINO

La publicación de una extraordinaria obra literaria cuyo título es El cáliz de letras. Historia del vino en la literatura, escrita por el filólogo Miguel Ángel Muro Munilla (volumen que incluye mil seiscientas citas relacionadas con el vino, de cuatrocientos escritores, desde los clásicos griegos hasta los literatos más recientes), editada por la Fundación Dinastía Vivanco para la Investigación y Divulgación de la Cultura e Historia del Vino me hizo pensar en la conveniencia de redactar un artículo en el cual hiciera referencia a los libros que, siendo posible encontrarlos en el mercado editorial de México, se ocupan de los diferentes aspectos de esta deleitable materia.

Para entrar en materia al ocuparme de los libros que versan en torno al vino, comenzaré por decir que hoy en día (a diferencia de hace algunos años) es frecuente encontrar en las principales librerías del Distrito Federal un crecido número de obras que hacen referencia a los plurales aspectos del vino. El primer libro que yo recomiendo, para quienes desean empezar a conocer lo que es el vino, cómo está elaborado, cuáles son los principales países productores en el mundo, y cuáles son los vinos más prestigiados de todos, lleva por título Vino para dummies. Fue escrito por Ed McCarthy y Mary Ewing-Mulligan, y lo publicó en Bogotá, Colombia, el Grupo Editorial Norma, en 1996. Es un magnífico volumen, ideal para los principiantes en este fascinante tema.

Una obra mucho más compleja —pero en nada reñida con la amenidad y la claridad en los conceptos—, porque hace cabal referencia a la forma cómo se degustan los vinos, mediante los órganos de los sentidos (vista, olfato, gusto, tacto y oído) es El gusto del vino. El gran libro de la degustación, escrito por un notable enólogo francés, Emile Peynaud, una de las personalidades más brillantes en el mundo del vino. Ediciones Mundi Prensa, de Madrid, España, publicó este libro en 1987. En este hermoso libro el lector conocerá a fondo la manera de evaluar analíticamente los vinos, por medio de la percepción de sus características organolépticas: aspectos visuales, olfativos y gustativos, principalmente.

Considero necesario incluir un libro más en esta breve relación de obras concernientes al vino. Escrita por André Dominé, la obra titulada escuetamente El vino (cuya versión original en lengua alemana fue vertida al castellano en una edición publicada en Barcelona, España, por la editorial Könemann, en el año 2001) es un enciclopédico tratado de 928 páginas, bellamente ilustrado con centenares de fotografías a colores. Su amplísimo contenido hace mención a los orígenes del vino, a las centenares de variedades de uvas que se emplean para elaborar este báquico elíxir, la manera de degustar los vinos, y después pasa revista a los vinos producidos en todos los países con tradición vitivinícola.

Un libro de lectura obligada para quienes desean tener un conocimiento preciso acerca de los principales países productores de vino en el orbe, es el que lleva por título El Vino: Atlas mundial de vinos y licores, escrito por Hugh Johnson, una de las personalidades más renombradas, a nivel mundial, en esta deleitable materia. Publicado en Barcelona por la Editorial Blume, la tercera edición de esta obra ---1986--- es un valioso volumen que se ocupa de pasar revista a una amplia gama de asuntos estrechamente relacionados con la elaboración del vino, para luego ocuparse de los vinos de Francia, Alemania, Suiza, Austria, España, Portugal, Hungría, Italia, Checoslovaquia (cuando apareció este libro no se había dividido este país en dos naciones: Eslovaquia y la República Checa), Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, África, Grecia y Chipre. En el capítulo dedicado a los vinos del Nuevo Mundo (designación ésta de los vinos producidos fuera de los países tradicionalmente productores de vinos, como los arriba enlistados) incluye a Chile, Argentina, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estados Unidos de América, México e Inglaterra.

Para conocer lo más sobresaliente de los vinos y destilados elaborados en Francia nada mejor que leer el libro Vinos y Espirituosos de Francia (editado en Paris, en 1989, por Sopexa, un organismo oficial del gobierno francés, encargado de promover los productos agroalimentarios de ese país europeo). Allí queda asentado que “Desde la creación, en 1935, del Instituto Nacional de las Denominaciones de Origen (INAO, por sus siglas en francés: Institute National des Appellations d’Origine) el código de las AOC o Appelations d’Origine Controlée rige la existencia de los grandes vinos franceses”. Cabe agregar que en Francia existen trece grandes zonas vitivinícolas, que a continuación enlisto por orden alfabético: Alsacia, Beaujolais, Borgoña, Burdeos, Córcega, Champagne, Jura, Languedoc-Rousillon, Loira, Provenza, Saboya, Sud-Ouest y Valle del Ródano. Se estima que hay poco más de ciento cincuenta Denominaciones de Origen Controladas, para clasificar a los vinos del país galo, que están dentro de 4 grandes categorías: la más alta es aquella que ostenta en la etiqueta la frase Appellation d’Origine Controlée (AOC), la segunda es aquella cuyas siglas son AO-VDQS (Appellation d’Origine Vin de Qualité Superieure). La siguiente en escala descendente es la de Vin de Pays (vino de país, como sinónimo de región determinada); en tanto que la inferior es la correspondiente a los Vins de Table (vinos de mesa).

Por lo que concierne a los libros cuyo contenido es el vino de México, mencionaré dos hermosos libros. Uno lleva por titulado El vino mexicano. Raíz, sarmiento y frutos. En los créditos aparecen como autoras Carla Faesler y Rocío Cerón, y como fotógrafo Michael Calderwood. Esta obra fue publicada en la ciudad de México por la empresa Revimundo México, en 2003. En ella se hace detenida alusión a la mayor parte de las bodegas vitivinícolas de nuestro país. El otro es Arraigo y florecimiento. Historia de una familia. Fue editado, igualmente en la ciudad de México, por la empresa Vinícola L. A. Cetto, también en el año 2003, para conmemorar el aniversario número 75 de esa importante compañía nacional productora de vinos. Allí queda consignada la historia de una familia consagrada a la elaboración de excelentes vinos. Comienza esta relación con la llegada a México del italiano Angelo Cetto, en 1924, cuyos descendientes han continuado con laencomiable tradición de hacer florecer una prestigiada bodega vitivinícola. El texto fue escrito por Graciela de la Vega, y las fotografías fueron captadas por Michael Calderwood.

Aquellas personas interesadas en conocer los pormenores de las cualidades salutíferas de la bebida que tuvo sus orígenes hace más de seis mil años, encontrarán en el libro ¡A tu salud!, cuyo subtítulo si bien largo es muy claro por su contenido: Los sorprendentes efectos preventivos y terapéuticos del vino (escrito por David O’ Gorman y publicado en Málaga, España, por la Editorial Sirio, en 2003., información valiosa acerca de estos asuntos. El autor hace mención al desenvolvimiento histórico del vino como deliciosa bebida, cuyo consumo (sin pasar por alto su empleo externo como sustancia desinfectante utilizada en los vendajes, para cubrir las heridas en la piel), cotidiano y moderado, es del todo recomendable, ya que permite que el organismo humano reciba numerosas sustancias químicas, como los polifenoles, resveratroles, antocianos, flavonoides, etc, cuya acción benéfica es innegable. Esta obra es una documentada relación desde el punto de vista médico, del favorable efecto del vino sobre el organismo humano.

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