Creo que es un
error establecer un impuesto alto
para los vinos,
como si éstos fueran un lujo.
Por el contrario,
son una ganancia para la salud
de nuestros ciudadanos.
THOMAS JEFFERSON
(1743-1826)
La cata “ciega” mensual
número 223 del Grupo Enológico Mexicano, correspondiente al
mes de octubre de 2012, tuvo lugar en el salón “Decanter”, del hotel St. Regis
México City. Ese día fueron evaluados ocho vinos, importados y comercializados
en México por Club del Gourmet. Sin
embargo, lo más interesante de esta degustación organoléptica fue que se trató
de vinos de siete países diferentes; Bulgaria, España, Estados Unidos de
América, Francia, Grecia, Israel y Sudáfrica.
En esta cata fueron degustados seis vinos del llamado “Viejo Mundo” y dos del
“Nuevo Mundo” (Estados Unidos de América y Sudáfrica).
En la relación total de los
vinos degustados por el Grupo Enológico
Mexicano, en estas catas “ciegas” celebradas
desde enero de 1995 hasta el 9 de octubre de 2012 (cuya suma total
asciende a 1730 vinos, elaborados en veinte países diferentes) aparece que de los países productores de los
vinos seleccionados para la cata número 223 han sido evaluados 33 de Bulgaria;
313 de España, 121 de Estados Unidos de América; 173 de Francia; 2 de Grecia; 1
de Israel y 4 de Sudáfrica.
Con el objeto de presentar
un breve panorama de la producción de
vino en cada uno de esos países ---que aparecen enlistados en orden
alfabético--- señalaré lo siguiente: Bulgaria es un país del centro de Europa,
colindante con Rumania, Serbia, Grecia y Turquía, y también con el Mar Negro. En el corazón de la península de los Balcanes
se localiza Bulgaria, cuya superficie es de casi ciento once mil kilómetros
cuadrados (exactamente 110.912). Como necesario punto de comparación diré que
la extensión territorial de esa nación de Europa Oriental es menor a la del
estado de Durango, que cuenta con poco más de ciento diecinueve mil kilómetros
cuadrados. El número de habitantes de Bulgaria, país colindante con Grecia,
Rumania, Serbia y Turquía, es aproximadamente de diez millones.
Los
historiadores del vino aseveran que existen registros fidedignos que permiten
conocer que los caldos etílicos búlgaros son los más antiguos del continente.
Los vinos de la antigua Tracia (éste es el nombre de la región sudoriental de
la península de los balcanes, que se encuentra dividida, políticamente
hablando, en Bulgaria, Grecia y Turquía) fueron elogiados desde tiempos
pretéritos por los poetas helénicos. Homero, en sus libros “La Ilíada” y “La
Odisea”, se refiere con encomio a ellos, mencionando sus agradables aromas y
sabores.
Las
modernas investigaciones arqueológicas permiten suponer que el territorio
actualmente ocupado por Bulgaria, bien puede haber sido la primera región
geográfica donde fueron plantadas viñas, y, por ende, la zona donde
inicialmente sus moradores elaboraron vino. Se habla de que esta actividad
vitivinícola tuvo lugar entre los años seis mil y tres mil antes de Cristo,
cuando a estas tierras se les llamaba Tracia. Por lo tanto, miles de años
antes que los romanos difundieran por
doquier sus vinos, los tracios plantaron los primeros viñedos en las áreas
septentrional y meridional de los Balcanes, dando comienzo a la producción de
caldos vínicos. Como dato curioso mencionaré que en esta misma región --a la cual hace miles de años algunos
llamaron Pomoria— se expidió una ley, en el siglo II de nuestra era, mediante la
cual los viñedos serían objeto de protección de parte del gobierno local.
Después
de más de dos mil años de desarrollo vitivinícola en Bulgaria, en 1946 el
gobierno comunista de ese país nacionalizó esta industria, y entonces fue
creado un organismo estatal, denominado “Vinprom”, que tuvo a su cargo la tarea
de fomentar la producción de vinos. La exportación quedó en manos de la empresa
gubernamental “Vinimpex”. Cabe agregar que en 1989 cayó el sistema comunista
que gobernaba Bulgaria, y a partir de esa fecha comenzó la privatización de la
actividad vitivinícola nacional.
En
el año 1963 Bulgaria era el sexto país exportador de vinos en el mundo (en 1999
ocupó el lugar número cinco, por el volumen de sus ventas al exterior). En 1978
se estableció la ley que regula, de manera oficial, la actividad vitivinícola.
A partir de esa fecha comenzó el sistema de categorías de los vinos búlgaros,
señalándose en la etiqueta –con leyendas
en lengua inglesa, para hacer más fácil la comprensión de qué tipo de vino se
trata, pues si lo hubieran hecho en alfabeto cirílico muy pocos pudiesen
entender esos caracteres-- varios
niveles de calidad enológica. La leyenda “country wine” equivale a “vin du
pais” en la clasificación francesa. Si aparece la frase “declared geographical
origin” (D:G:O.) es equivalente a lo que
Francia clasifica como Vino Delimitado de Calidad Superior. El nivel más alto
de calidad en los vinos búlgaros está dado por la palabra “controliran”,
equivalente a la Denominación de Origen Controlada. Estos vinos pueden ser de
dos clases: Reserva y Reserva Especial, si han sido añejados en barrica,
dependiendo del tiempo de su maduración.
La
producción de vino en Bulgaria, en 1985, fue de 450 millones. En 1990
(considerada por los enólogos de ese país la mejor cosecha, en términos de
calidad, en los cuarenta y cinco años
anteriores) disminuyó a 180 millones de litros. Tres años después ascendió a
doscientos cinco millones de litros, ubicándose Bulgaria en el lugar número
veinte como país productor. Ese año el
porcentaje de exportación fue de diecisiete punto cinco. He encontrado cifras
de que en los años más recientes Bulgaria exporta el ochenta y cinco por ciento
de su producción de vino, siendo Inglaterra y Estados Unidos de América quienes
encabezan la lista de importadores de ese néctar báquico.
En
Bulgaria hay cinco regiones vitivinícolas: la septentrional, la oriental, la
subbalcánica, la meridional y la sudoccidental. La superficie cubierta de viñas
es de casi ciento setenta mil hectáreas, y la producción anual promedio es de
unos doscientos cincuenta millones de litros de vino. El veinte por ciento del
total (cincuenta millones de litros) está destinado al mercado interno,
mientras que el restante ochenta por ciento (doscientos millones de
litros) es comercializado en el
exterior, en setenta países. Con base a
estas cifras es que se dice que Bulgaria
es el segundo país exportador de vio embotellado en el mundo, por atrás de
Francia.
En algún
portal de internet, referente a los vinos búlgaros, encontré que la siguiente
información: “Bulgaria cuenta con una riqueza ampelográfica notable. Algunas de
las variedades de uva que se cultivan todavía hoy en día en Bulgaria tienen
orígenes Tracios y no pueden encontrarse en ningún otro lugar del mundo. Cabe
destacar la variedad tinta autóctona Mavrud. Son reseñables también uvas como
la Pamid, la Dimiat, la Gamza, o la Misket Tinta. En la actualidad Bulgaria
produce y exporta aproximadamente en un 60% vinos tintos, mientras que el resto
del volumen se reparte en un 30% de vinos blancos, y el 10% restante
distribuido entre vinos rosados, fortificados y espumosos”.
Algunos
de los vinos elaborados en Bulgaria han sido motivo de catas “ciegas” de parte
del Grupo Enológico Mexicano, en cuatro ocasiones anteriores. En las catas
número 54 (septiembre de 1999), en la número 69 (febrero de 2001), en la número
85 (julio 2002), y en la número 205 (abril de 2011). Esos vinos fueron
importados y comercializados en México (en su momento) por José del Valle
Rivas, Miembro de Número de dicha agrupación de enófilos.
Por
lo que concierne a la producción de vino en España, mencionaré que este país es el tercer mayor productor de vino del mundo, a pesar de tener
la mayor superficie vitícola del orbe. En el diario La Vanguardia, de España,
apareció el 22 de junio de 2010 la siguiente noticia: “
España es el primer país del mundo en superficie
destinada a la producción de vino, con un total de 1,1 millones de hectáreas en
2009, seguida de Francia e Italia, informó hoy la Organización Internacional de
la Viña y del Vino (OIV). De la superficie global de viñedos, España dispone
del 14,5% del total, Francia del 11% e Italia del 10%, indicó hoy la OIV en su
balance sobre la situación vitícola mundial en 2009. En términos de producción,
no obstante, España cae al tercer puesto de la lista, con un volumen anual de
35,1 millones de hectolitros de caldo elaborado en 2009, lo que representa un
13,1% del total mundial de 268,7 millones de hectolitros. Le superaron en 2009
Italia, con 47,6 millones y el 17,7% del total mundial, y Francia, con 45,5
millones de hectolitros y un 17% de la producción global.
España, donde se consumió el 4,8% del vino mundial, es el séptimo país de la lista de consumidores, clasificación que lidera Francia (12,6%) y Estados Unidos (11,5%), agregó la OIV. El discreto volumen de consumo no impidió que España fuera el segundo mayor exportador del mundo el pasado año, superado por Italia y seguido por Francia. Italia colocó en el exterior 18,6 millones de hectolitros de vino, un 21,5% del total mundial, España 14,4 millones (16,7% del total) y Francia 12,5 millones de hectolitros (14,5%), según los datos reunidos por la OIV. Hasta aquí esas transcripción.
España, donde se consumió el 4,8% del vino mundial, es el séptimo país de la lista de consumidores, clasificación que lidera Francia (12,6%) y Estados Unidos (11,5%), agregó la OIV. El discreto volumen de consumo no impidió que España fuera el segundo mayor exportador del mundo el pasado año, superado por Italia y seguido por Francia. Italia colocó en el exterior 18,6 millones de hectolitros de vino, un 21,5% del total mundial, España 14,4 millones (16,7% del total) y Francia 12,5 millones de hectolitros (14,5%), según los datos reunidos por la OIV. Hasta aquí esas transcripción.
De
acuerdo al Observatorio Español del Mercado del Vino, la producción de vino en
España, estimada para el mes de noviembre de 2011, era de un poco más de cuatro
mil millones de litros. La Organización de la Viña y el Vino (O.I.V.) informó
el 22 de marzo de 2012 que España había producido tres mil cuatrocientos millones
de litros de vino en 2011.
En varias ocasiones he
mencionado que en España existen, en materia de vinos, sesenta y nueve
Denominaciones de Origen, de las cuales dos han alcanzado el honroso título de
Calificadas: Rioja y Priorato, y por ello en las etiquetas figura la leyenda
D.O.Ca Rioja y D.O.Ca Priorat. En otras fuentes de información he leído que el
número exacto de esas D.O, es de setenta y dos, y que esa cifra continúa
incrementándose en virtud de que otras áreas vitivinícolas han acreditado la
calidad de sus vinos. En el portal Saber de Vino aparece que “Una D.O. puede aspirar a convertirse en
D.O.Ca. si cumple una serie de requisitos, tales como tener una antigüedad
superior a 10 años, o que las bodegas adscritas no puedan en ningún momento
tener vino en su interior que no proceda del territorio amparado por la D.O”. Y
se asienta allí mismo que “Curiosamente, la Comunidad Autónoma que más D.O.
aporta es la de Canarias, con un total
de 10. Le siguen de cerca Castilla La Mancha y Castilla y
León, con un total de 9 cada una”.
La
Denominación de Origen Ribera del Duero comenzó a tener resonancia a partir del
año 1975, cuando los principales productores de vino hicieron grandes esfuerzos
por mostrar la calidad de esos caldos. Tiene vigencia desde el año 1982, si
bien ya desde tres años antes había sido
otorgada, de manera provisional, a los vitivinicultores ubicados en la
Comunidad Autónoma de Castilla y León, y en las provincias de Soria, Burgos,
Segovia y Valladolid. En esta zona están registrados, al año 2010, poco más de
ocho mil viticultores, y el número de las bodegas es de doscientas setenta y
nueve. La producción en año señalado fue de casi cincuenta y siete millones de
litros de vino.
En
esta Denominación de Origen se encuentra registrada la Bodega Hermanos Pérez
Pascuas, de la cual en su página oficial leo lo siguiente: “La trayectoria de esta bodega,
pionera en Ribera del Duero, comienza en el año 1980, cuando los tres hermanos,
Benjamín, Manuel y Adolfo Pérez Pascuas, muy convencidos de sus posibilidades
por los inmejorables viñedos de su padre Mauro, deciden emprender y poner en
marcha su atractivo proyecto, elaborar uno de los mejores vinos de España y con
mejor proyección internacional. Se trata de una bodega familiar, que desde sus
orígenes apostó por la elaboración de "Grandes Vinos". En la
actualidad se elaboran 500.000 botellas anuales, y esta producción tan limitada
permite un control de todo el proceso de elaboración desde su comienzo. Posee
135 Has. de viñedo en propiedad: 90% "Tinta del País" y 10%
"Cabernet Sauvignon". Sus vinos: “Cepa Gavilán”, “Finca La Navilla”,
“Viña Pedroza” y “Pérez Pascuas Gran Selección” son exportados a más de 35
países, representando el 40% de la producción.
|
La Bodega La
Val, productora del vino degustado en la cata 223, está ubicada en Salvatierra
de Miño, Pontevedra, Galicia, España.
Fue fundada en 1985, “siendo una de las marcas pioneras de la Denominación de
Origen Rías Baixas. Situada inicialmente en el Municipio de O Rosal, a orillas
del río Miño, la finca denominada LA VAL, cultivó en sus orígenes las
variedades de Albariño, Loureiro y Treixadura.
Su entonces
moderna y bien equipada bodega, comenzó a elaborar sus primeros vinos de gran
calidad, que se comercializaron en el mercado nacional. Conscientes ya en
aquella época del potencial de éstos vinos, el siguiente objetivo fue la
búsqueda de los mejores terrenos donde realizar nuevas plantaciones, que se
consolidó con las adquisiciones de las fincas de Arantei (1985), Taboexa (1985), y Pesegueiro (2001). Este
crecimiento en plantaciones la convirtió en una de las más importantes bodegas
de elaboración propia, con una capacidad de 1 millón de litros”.
El viñedo de
Estados Unidos de América tiene sus
orígenes en el tercer tercio del siglo XVIII, ya que después de
realizar una encomiable tarea evangelizadora en la Sierra Gorda de Querétaro,
donde construyó cinco misiones: Jalpan, Concá, Landa, Tilaco y Tancoyol, el
monje franciscano Fray Junípero Serra
--nacido en la isla de Mallorca, el 24 de noviembre de 1713-- salió de la población de Loreto, en la Baja
California, en 1769, hacia la Alta California. Al llegar a aquellas lejanas
tierras del virreinato novohispano fundó la Misión de San Diego de Alcalá, en
torno a la cual habría de desarrollarse la populosa ciudad estadounidense de
San Diego. Allí encontró vides silvestres (Vitis californica y Vitis girdiana),
y en torno al edificio cristiano sembró viñedos con la cepa Misión, propagando
la cultura del vino en aquellas regiones. Junípero Serra, quien fuera bautizado
con el nombre de Miguel José Serra, fundó a más de la de San Diego ocho
misiones más, difundiendo el cultivo de la vid. Por esos méritos de pionero se
hizo merecedor, como lo señala Barbara Ensrud, en su libro American Vineyards,
al honroso título de “Padre del vino en California”. Cabe agregar que en el
Capitolio de Washington, en la Sala de los Próceres, hay una escultura que lo
representa, y en una placa aparece la leyenda siguiente: “Fundador de
California”. Finalmente diré que este monje fue canonizado el 25 de septiembre
de 1988, y por ello yo lo llamo “el santo vitivinicultor”.
En
la década de los años treinta, del siglo diecinueve, el francés Jean-Louis
Vignes (en el nombre llevaba la fama, pues la palabra “vignes” significa en la
lengua gala viñas) estableció un viñedo en Los Ángeles, sembrando variedades
diferentes a la cepa Misión. Años más tarde el húngaro Agoston Haraszthy
fomentó la vitivinicultura californiana, ganándose el calificativo de “Padre de
la vitivinicultura californiana”.
La
elaboración del vino en California iba viento en popa en los comienzos del
siglo veinte, pero el 7 de enero de 1920 entró en vigor el Acta Volstead, mejor
conocida como la “Ley Seca”. Durante trece años, hasta el 5 de diciembre de
1933, estuvo vigente la llamada “Prohibición”, que propició que el viñedo de
California quedase prácticamente arrasado.
Actualmente
Estados Unidos de América es el cuarto país productor de vino en el mundo, con
una cifra superior (en el año 2011) a los mil ochocientos millones de litros.
En
repetidas ocasiones se ha dicho que si California fuese país independiente
vendría a ser, por su producción de vino, el cuarto país productor en el mundo.
El viñedo cubre una extensión de más de 400 mil hectáreas. California es el
estado donde es elaborada la mayor cantidad (90% del total) de esta báquica
bebida, El enoturismo en California es en extremo considerable, pues se estima
que más de veinte millones de visitantes, anualmente, recorren las más de mil
doscientas empresas y bodegas vitivinícolas existentes en las veinte regiones
ubicadas en dicha entidad estadounidense.
En
el boletín on-line www.argentinewines.com apareció, el 27
de septiembre de 2012, la noticia referente a que “La industria del vino en Estados
Unidos de América conmemora 18 años de crecimiento, aun en medio de la economía
aún frágil de EEUU, según el Beverage Information Group. Afirma en su
investigación 2012 Wine Handbook, que el consumo de vino creció 3,0% hasta
alcanzar los 312,4 millones de cajas de 9 litros en 2011. El Beverage
Information Group afirma que a medida que los consumidores descubren nuevas
variedades, regiones y niveles de precios, se espera que el consumo de vino en
general continúe aumentando en los próximos cinco años, y que la industria del
vino llegue a 317.3 millones de cajas en 2012”.
Considero interesante señalar que, de acuerdo a la legislación vitivinícola
estadounidense, los vinos elaborados en
California ---así como en el resto de los estados vitivinícolas, deben llevar
en la etiqueta la indicación AVA respectiva. En un portal de internet de estos
vinos leo que “Área Vitivinícola Americana (del inglés:
American Viticultural Area,
abreviado AVA) es una región de
producción de uvas
para vinos en los Estados
Unidos distinguibles por características geográficas,
con límites definidos por la Oficina de
Comercio de Impuestos de Alcohol y Tabaco (TTB), Departamento del Tesoro
de los Estados Unidos. La TTB define a las regiones AVAs por peticiones de bodegas. Al mes de mayo de 2008 Estados
Unidos de América contaba con 190 AVAs. Antes de la instalación del sistema de AVA, la
denominación de origen de los vinos
en los Estados Unidos fue designada en base a los límites de los estados o condados. Todas estas denominaciones
fueron protegidas en la legislación
federal y pueden aparecer en las etiquetas de los vinos designados como lugares
de origen, pero estas denominaciones son distintas a las de AVAs.Las Áreas Vitivinícolas Americanas varían en tamaño. Estas son tan grandes como el Upper Mississippi Valley AVA, con 29.900 millas cuadradas a lo largo de cuatro estados, o mucho más pequeñas como el Cole Ranch AVA en el Condado de Mendocino, California, con tan sólo 72 acres. El Augusta AVA cerca del pueblo de Augusta, Misuri fue la primera región reconocida por el sistema de AVA, al obtener el estatus el 20 de junio de 1980.
A diferencia de la mayoría de las denominaciones de origen de Europa, un AVA se especifica en tan sólo un lugar geográfico, a partir de los cuales al menos el 85% de las uvas utilizadas para hacer un vino deben de haber crecido. Las AVAs son más similares al de la indicazione geografica tipica (I.G.T. de Italia) que otros sistemas de denominación de origen europeos. Las denominaciones de origen de un Área Vitícola Americana no limitan el tipo de uvas cultivadas, el método de vinificación, o el rendimiento de los cultivos. Algunos de estos factores pueden, sin embargo, ser utilizado por los que pidieron las peticiones para justificar la singularidad del lugar en el momento de proponer una nueva AVA.
Pormenor
a mi parecer muy interesante al enfatizar la calidad de los vinos elaborados en
California es el siguiente: en mayo de 1976 tuvo lugar una degustación
organoléptica que después fue conocida
como “El Juicio de Paris”. Se trató de una cata “ciega” de vinos californianos
y franceses, organizada por Steven Spurrier, celebrada en el hotel
InterContinental, de Paris, en las inmediaciones de la Place Vendome. Nueve
personalidades francesas, de las más renombradas, fueron convocadas por el
organizador ---con la finalidad de que
fungiesen como irreprochables jueces--- para evaluar diecinueve vinos, blancos y tintos (nueve
Chardonnay y diez Cabernet Sauvignon, de California, Burdeos y
Borgoña). Los jueces tuvieron conocimiento que se trataba de vinos de la
procedencia señalada. El primer lugar en ambas categorías fue para dos vinos de
California.
La
fascinante historia de este acontecimiento, que marcó un hito en la proyección
internacional de los vinos de California en el mundo, es posible leerla en el libro
Judgment of Paris, escrito por George
M. Taber, en una edición en lengua inglesa, de la editorial Scribner (Nueva
York, 2005).
La
bodega Francis Ford Coppola fue establecida en 2006, en el Condado de Sonoma,
en California. Lleva el nombre de su director-propietario, el célebre director
de cine del mismo nombre, creador, entre muchos otros, de grandes filmes, como El Padrino, Patton y La Conversación,
Francia: En el boletín
on-line Vitisphere, de Francia, del
21 de febrero de 2012, apareció la noticia de que en este país la producción
de vino, en el año 2011, había sido de 50.3 millones de hectólitros,
equivalentes a poco más de cinco mil millones de litros, con este volumen de
producción ocupa el primer lugar mundial. A continuación vienen Italia, España;
Estados Unidos de América (mil ochocientos millones de litros); Argentina
(más de mil cuatrocientos millones de
litros); Australia (poco más de mil cincuenta millones de litros); Chile (la
misma cantidad); y China (poco más de mil millones de litros)
Como
es sabido, el área geográfica de
Alsacia, en el extremo oriental de Francia, colindante con el río Rin, es
propicia para la elaboración de espléndidos vinos blancos, envasados en la tradicional
botella denominada alsaciana, de esbelta forma. Esta zona de Francia
pertenecía, en ocasiones (de acuerdo a los vaivenes bélicos y políticos), a
Alemania, lo cual, a mi parecer, en
mucho contribuyó al encanto urbanístico de sus principales ciudades:
Estrasburgo, Colmar, Mulhouse, Riquewir e Illhausen (donde se localiza el
célebre restaurante “L’Auberge de L’Ill, de gratísima memoria).
En Alsacia
está el viñedo, en la comuna de Bergbieten,
cuyas uvas son empleadas para elaborar el vino Michel Leon
Riesling Grand Cru Altenberg. Lleva la denominación de Grand Cru porque solamente
unos cuantos viñedos, de los considerados mejores (en el área del Bajo Rin,
en la zona más septentrional), son considerados buenos para que los vinos
lleven esa denominación. Los vinos de la bodega Michel Leon están
clasificados como A.O.C.
Ahora que me ocupo
de los vinos de Francia quiero referirme a la noticia publicada en el boletín
on-line E-Lettre de Vitisphere, de
Francia, del día 21 de septiembre de 2012, donde queda registrado que este año
Francia conservará el primer lugar como productor de vino en el mundo. Allí
aparece la gráfica de los cinco principales países productores, donde se
muestra la producción de 2011 y la esperada para 2012. El texto de esa
noticia enfatiza que Francia, Italia, España, Alemania y Portugal (cuya
producción conjunta en 2011 fue superior al 80% del total del vino elaborado
en Europa) ocuparán los cinco primeros lugares. Al comenzar el mes de septiembre
de 2012 el Servicio de Estadística y de la Prospectiva anunció que Francia
producirá cuatro mil doscientos noventa millones de litros de vino (casi el
dieciséis por ciento menos que en 2011). Esa reducción es debida a las acentuadas variantes climáticas
(heladas invernales, granizadas en primavera, sequía y calor canicular en
verano), a más de las enfermedades criptogámicas del viñedo. La noticia acerca de la producción de vino
en los países arriba mencionados asevera que este año (2012) Italia producirá 3.930 millones de litros de
vino, cifra inferior a la producida en 2011, que fue de 4.150 millones de litros
(bastante menos que en 2010, que ascendió a 4.850 millones de litros. Por lo
que respecta a España, la producción se mantendrá en 3.500 millones de litros
(dos por ciento por arriba de la
correspondiente a 2011)
La
vitivinicultura de Grecia se
remonta al segundo milenio A.C.y fueron los helenos quienes difundieron por todo
el Mar Mediterráneo (el Mare Nostrum)
y los países ribereños el arte del cultivo de la vid. El viñedo en esa nación cubre, hoy en día,
una extensión de 150.000 hectáreas, donde proliferan ---en la mitad de esa
superficie--- unas trescientas variedades de uvas para elaborar vinos. La
otra mitad produce uvas de mesa y uvas pasa.
Acerca
de los vinos griegos anotaré lo siguiente. En el portal Argentine Wines (www.argentinewines.com), del día 10
de septiembre de 2008, aparece un interesante texto ---que reproduce la
noticia publicada en el Diario de Cuto cuatro días antes---acerca de los
vinos de Grecia. Por la documentada información que proporciona, ahora
transcribo lo esencial del mismo: “De acuerdo con la historia, las viñas
y el vino hicieron su aparición en Grecia alrededor del año 4000 AC.
Dionysos, hijo de Zeus, era el dios de las plantas y del vino, y se le
adoraba en toda Grecia con fiestas y ceremonias que se celebraban en varias
ocasiones a lo largo del año. Los autores clásicos escribieron mucho sobre
las áreas productoras de vino, sobre el vino y sobre las fiestas relacionadas
con el vino. Existen descripciones detalladas sobre los procesos de la
producción del vino que provienen de inscripciones que datan del 2500 AC …
La prensa de vino más antigua del mundo que se conserva proviene de la
región de Arhanes en la Isla de Creta. Se han encontrado pepitas de uva en
tumbas antiguas. Homero describe en la Ilíada varias ciudades y regiones de
Grecia como productoras de vino y alaba todas las tradiciones vinícolas de
estas regiones.En este país se cultivan alrededor de 250 variedades distintas. Los vinos griegos son de una gran calidad. Son frescos y resultan deliciosos por sí solos, pero además combinan muy bien con la comida. Tanto el norte como el sur de Grecia ofrecen excelentes vinos. Las viñas se cultivan en casi todas las regiones de la Grecia continental y en todas las islas. En el norte de Grecia las regiones vinícolas más importantes son Naousa, Goumenisa, Amynteo, Siatista and Halkidiki. Algunas de las variedades más conocidas que se cultivan en Macedonia son la Xynomavro, la Moshomavro, la Athiri, la Asyrtiko y la Agioritiko provenientes de los viñedos de Agio Oros. El vino más popular, especialmente en verano es el `retsina’. Se elabora añadiendo resina de pino a vinos blancos de la región durante su fermentación. El retsina tiene el sabor inusual a pino de la resina y se sirve o bien directamente del barril o de botella. En ocasiones se sirve con agua de soda. De uvas tintas encontramos Agiorgitikó, conocido también como San Jorge, de Nemea. Limnio, de la isla de Lemnos. Mavrodafni, sólo para entendidos, del noroeste del Peloponeso. Xynomavro, del norte de Grecia”. Hasta aquí esa cita. Y agrego que otros nombres de la cepa Aguioguitiko (como también suele ser denominada esta variedad de uva) son Mavrostáfilo y mavraki. La producción de vino en Grecia, en 2003, fue de tres millones de hectólitros (trescientos millones de litros), según cifras ---estimadas en 2005--- de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Atenas. Del año 2003 al año 2012 la producción de vino disminuyó notoriamente, por la reducción de la superficie del viñedo. Grecia importa vinos, principalmente de Italia, Francia y España, y según el citado documento Grecia es el sexto productor de vinos en la Unión Europea, después de Francia, Italia, España, Alemania y Portugal. En el libro La enciclopedia del vino (editorial Ramón Llaca. Madrid, 2008), la superficie del viñedo en este país es, en la actualidad, de 110.000 hectáreas. Produce cinco millones de hectólitros de vino (quinientos millones de litros) y exporta cincuenta millones de litros. En un portal de vinos griegos encontré que “Hace más de un siglo, en 1890, la familia Tsantalis comenzó a elaborar vinos y a destilar ouzo y tsipouro en Tracia oriental. Uno de sus descendientes, Evangelos Tsantalis, fundó su bodega basándose en un profundo respeto por la belleza de la tierra y un fuerte compromiso con la calidad. El espíritu pionero de Evangelos y sus descendientes ha logrado consolidar una orgullosa herencia vitícola que evoluciona más allá del tiempo y las generaciones. Por su capacidad de innovación, la bodega Tsantalis goza hoy en día de un liderazgo innegable dentro del panorama vitícola griego. En 1970, Evangelos Tsantsalis rescata del olvido la rica tradición vitícola de la región del Monte Athos y fue el primero en exportar vino de esta región hacia el mundo. En 1973, realiza su primera exportación de vinos griegos. El lanzamiento de vinos de la región de Agioritikos, en 1975, marca un gran éxito comercial para esta casa. Finalmente, en 1991, Tsantalis adquiere la bodega Rapsani ubicada sobre el mítico Monte Olympus, hasta entonces en manos del Ministerio de Agricultura, y escribe una nueva página en la historia del vino de Grecia. Actualmente, Tsantalis está en manos de la tercera generación de esta familia y continúa preservando la tradición innovadora de sus predecesores”
Ahora
bien, acerca de los vinos elaborados en Israel
mencionaré lo siguiente, leído en el portal www.israelwonders. com “Oriente
Medio y el Mediterráneo oriental han sido la cuna de la producción de vinos,
y la antigua tierra de Canaán es, en realidad, uno de los primeros países
donde se cultivaron cepas, más de 2000 años antes de que esta bebida llegase
a Europa. En los últimos años, las excavaciones han permitido descubrir
prensas antiguas y vasijas de almacenamiento que indican la existencia de una
industria vinícola bien desarrollada y próspera en toda la zona. Las uvas,
los racimos, las vides y las parras son motivos que se encuentran con
frecuencia en las monedas y las vasijas antiguas. Se han desenterrado gran
cantidad de prensas de vino y depósitos de almacenamiento, desde el Monte
Hermón hasta el Néguev. En las inscripciones y los lacres de las ánforas de
vino se puede comprobar que el vino era un producto comercial que se enviaba
en odres o cántaros desde puertos como Dor, Ashkelon o Joppa (Jaffa). Los
viñedos de Galilea y Judea se mencionaban ya entonces, y eran famosos vinos
con nombres como Sharon o Carmelo procedentes de lugares como Gaza, Ashkelon
y Lod.
En la década de 1990, la producción de vino, que
había sido de blancos en un 70% y de tintos en un 30%, cambió a un 60% de
tintos y un 40% de blancos, en atención a los nuevos gustos. Han venido al
país fabricantes de vinos y consultores internacionales para mejorar la
calidad global y asesorar sobre los tipos de uvas que cultivar, dónde plantar
las cepas y cómo elaborar vinos de talla mundial. Los viticultores han
invertido en equipamientos de última generación y técnicas modernas han
reemplazado a métodos menos profesionales. En esta época han proliferado las
bodegas a lo largo y ancho del país. De hecho, el 85% de todas las que operan
actualmente en Israel se han fundado en la última década.
En la actualidad hay más de 25 bodegas comerciales y
más de 150 bodegas de venta de vinos en Israel, donde elaborar vinos se ha
convertido en la obsesión personal de viticultores que intentan producir los
mejores vinos del mundo. Con independencia de esta explosión apasionante de
tiendas de reciente creación, las tres bodegas más grandes del país
representan el 75% de la cosecha anual; las cinco mayores, el 84% de la
cosecha; y las 11 mayores, el 95% de la cosecha anual total. La superficie de
viñedos es de 3.800 hectáreas. El consumo de vino en Israel es de siete
litros per capita al año. Los principales países importadores de vinos
israelíes son: Estados Unidos de América, Francia, Reino Unido, Alemania y
Canadá”. Hasta aquí esa cita..
Acerca de la empresa Golan Heights Winery señalaré
que en el periódico Diario de las Américas, publicado en Miami, Florida,
en su edición del día 9 de agosto de
2011, apareció una nota escrita por José R. Garrigó, donde menciona: “ El grupo Yarden
comprende la marca de ese mismo nombre, además de las bodegas Golan Heights y
Galil Mountain. El grupo se fundó en 1984 y sus instalaciones se encuentran
en las regiones de Galilea y en los Altos de Golán. La zona de Galilea está
considerada ser donde se elaboran los mejores vinos del país. Tanto el suelo
como las condiciones climatologicas de esas áreas son ideales para el cultivo
de la vid. Su maestro bodeguero, Víctor Schoenfeld, al igual que su colega
Micha Vaadia, han ido elevando la calidad de los vinos israelitas, lo cual ha
permitido que los mismos compitan y se distribuyan en el mercado
internacional” En otra fuente de información aparece que: “ Desde su creación
en 1983, Golan Heights Winery ha sido la punta de lanza de la industria del
vino de calidad en Israel. La bodega elabora vinos de calidad de más de 20
variedades en las etiquetas Yarden, Gamla y el Golán, regularmente ganan
premios en las competiciones del mundo del vino más importantes”.
Sudáfrica. Por lo que respecta al vino de
Sudáfrica diré que se tiene conocimiento de la fecha exacta de inicio del
viñedo en ese país, ya que el 2 de febrero de 1652 Johan Van Riebbeck fundó
la Compañía de la Indias Orientales, lo que marca el comienzo de la actividad
vitivinícola. Fueron los holandeses los primeros europeos en avecindarse en
tan lejano país, ubicado en el extremo meridional del continente africano.
Años más tarde, los colonizadores franceses introdujeron una mejor
tecnología, y ello permitió que la calidad de los vinos mejorase
sensiblemente.
Se
estima que Sudáfrica es el décimo país mundial por la cuantía de su
producción de vino, estimada en seiscientos millones de litros. En otra
fuente de información, quizá más reciente, queda asentado que produce mil
millones de litros. Hay poco más de 100 mil hectáreas cubiertas de viñas en
este país austral, y la exportación de
vino sudafricano al resto del mundo es del 25% de su producción La principal cepa blanca es la Chenin
Blanc, mientras que una uva tinta ampliamente utilizada para elaborar vinos
en extremo agradables es la Pinotage,
una variedad híbrida, resultado de la cruza del vidueño Pinot Noir,
originario de Borgoña, con la cepa Cinsalt (también llamada Cinsault),
extensamente cultivada en el sur de Francia.
El
8 de enero de 1918 Charles Kohler reunió a un grupo de vitivinicultores de la
región denominada Western Cape (Cabo Occidental) , de Sudáfrica, para fundar
una cooperativa cuya razón social es Koöperatieve Winjbouewers Vereniging. La
razón principal de esa sociedad era restablecer la industria vitivinícola
sudafricana, que había quedado muy dañada por los estragos de la Phylloxera
vastatrix. En 1997 la cooperativa se transformó en una sociedad privada, y
sus miembros pasaron a ser accionistas. La empresa KWV está ubicada en la
ciudad de Paarl, donde tiene cinco bodegas, y desde allí se exporta vino a 35
mercados en todo el mundo.
La
bodega Amani Vineyards, fundada en 1997, está ubicada en Stellenbosch, la
segunda ciudad más antigua de Sudáfrica, después de Ciudad del Cabo, y es
considerada el centro vitivinícola del Cabo de Buena Esperanza, en el extremo
meridional del continente africano. Los viñedos de esa empresa están
localizados en las proximidades de la Bahía Faise, donde reciben las frígidas
las brisas marítimas del Atlántico Sur. Por ello es considerada esa zona una
de las más frías de Stellenbosch.
En
el boletín on-line Directo al Paladar, de España (www.directoalpaladar.es),
apareció
---el 26 de julio de 2006--- el
comentario siguiente: La producción de vino ha sido muy importante en
Sudáfrica durante los últimos tres siglos. De hecho se trata del país más
antiguo de producción de vino en el denominado Nuevo Mundo.
(subrayado por mí). El inicio
de la cultura vinícola en este país fue gracias a Simon Van der Stel, un gran
aficionado al vino que llegó a este país en el año 1679”.
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Esta afirmación entraña un notorio error,
ya que la producción de vino en el llamado
“Nuevo Mundo” dio comienzo en México (a la sazón llevaba el nombre de
Nueva España, si bien se ha mencionado que los primeros sembradíos de vides
tuvieron lugar en la isla Española, descubierta por Cristóbal Colón, en 1492,
que fue el lugar del primer asentamiento de europeos en el continente
americano, que hoy en día comparten Haití y República Dominicana, a raíz del
descubrimiento de América, en 1492), cuando Hernán Cortés decretó, en marzo de
1524, la obligatoriedad para los encomenderos de sembrar vides en los lugares
donde tuviesen indígenas en encomienda. La primera bodega vitivinícola en el
continente americano comenzó a funcionar en el año 1597, en el Valle de
Parras ---la actual Casa Madero---, en
el estado de Coahuila (México). De aquí se propagó el cultivo de la vid a Perú,
en la cuarta década del siglo XVI, y luego a Bolivia, a Chile, a Argentina y a
Paraguay. Más tarde a todo el Cono Sur.
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La
Mesa de Catadores estuvo integrada esa tarde por los siguientes enófilos:
Patricia Amtmann, Cristrina Gaitán, Carlos
Ruíz, Philippe Seguin, Darío Negrelos, Oscar Nicanor, Salomón Cohen, Mauricio
Romero, Juan Ignacio Torreblanca, Joaquín López Negrete Amtmann, Roberto Quaas Weppen y Miguel Guzmán Peredo.
Las calificaciones están
basadas en los parámetros que maneja el Grupo Enológico Mexicano. Aquellos
vinos cuya calificación oscila entre los 50 y los 59 puntos son considerados
“no recomendables”. Si la puntuación se halla comprendida entre los 60 y los 74
puntos, son juzgados “bebibles”. Una calificación entre los 75 y los 84 puntos
permite evaluarlos como “buenos”. Si el puntaje oscila entre los 85 y los 94
puntos, son juzgados “muy buenos”. En el caso de que la calificación esté
comprendida entre los 95 y los 100 puntos, entonces alcanzan la categoría de
“extraordinarios”.
Los resultados fueron los siguientes:
Vinos
blancos:
1.- Francis Ford Coppola Gold Label Reserva,
cosecha 2010, Diamond Collection..13.5% Alc. Vol. Monovarietal
100% Chardonnay. Crianza en barricas nuevas de roble francès durante 17 meses. AVA. Napa Valley and Sonoma County.. Francis Ford Coppola Winery. Russian River
Valley-Dutton Ranch Vineyard. California, Estados
Unidos de América. Calificación: 85.80
puntos. Precio: $ 455.00
2.-
La Val, cosecha 2010. Monovarietal 100% Albariño. 12.5% Alc. Vol.
Denominación de Origen Rías Baixas. Salvatierra de Miño, Pontevedra, Galicia, España. Calificación: 85.00 puntos. Precio: $ 363.00
3.- Mount Hermon Yarden White, cosecha 2007. 13.5 % Alc. Vol.
Coupage de Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillon. Golan Heights Winery. Israel.
Calificación: 82.80 puntos. Precio: $
305.00
4.-
Michel Leon Altemberg de Bergieten, A.O.C. Alsacia Grand Cru, cosecha 2007 Monovarietal 100% Riesling
Calificación: 82.00 puntos. Precio: $ 413.00
Vinos
tintos:
1.-
Kometa, cosecha 2008. Coupage Merlot y Cabernet Sauvignon. 14.5 % Alc. Vol. Coupage de 75% Merlot y 25%
Cabernet Sauvignon. Crianza en barrica durante 10 meses. Bodega Damianitza A.D. Valle de Tracia, Bulgaria. Calificación: 87.80 puntos. Precio: $ 450.00
2.-
Viña Pedroza Crianza, cosecha 2009. Monovarietal 100% Tinta del País (Tempranillo). 14% % Alc. Vol.
Denominación Ribera del Duero. Crianza en barrica durante 18 meses.
Bodegas Pérez Pascuas Hermanos. Pedroza del Duero. España Calificación:
85.40 puntos. Precio: $ 722.00
3.- I am 1 (Amani), cosecha
2006. Coupage de 72% Merlot. 8% Cabernet
Sauvignon, 8% Shiraz. 7%
Cabernet Franc y 5% Petit Verdot. 14.0 %
Alc. Vol. Crianza en barrica durante 14
meses. Amani Winery. Kanonkop. Stellenbosch. Sudáfrica. Calificación: 83.30 puntos. Precio: $ 684.00
4.-
Kanenas, cosecha 2007. Coupage de Mavroudi Nemeas y Shiraz. 13.5 % Alc. Vol. Crianza en barrica durante 6 meses. Bodega Evangelos Tsantalis, S.A. Grecia. Calificación:
83.10 puntos. Precio: $ 421.00
En
esta degustación organoléptica cuatro de los ocho vinos catados superaron los
85 puntos, por ese motivo quedaron ubicados dentro de la categoría de “muy
buenos”
Los
catadores eligieron el vino blanco Michel Leon Altemberg de Bergbieten como “mejor
etiqueta” y “mejor botella”. Y en el
caso de los vinos tintos “mejor botella”! la del vino Kometa, y “mejor
etiqueta” la del vino Viña Pedroza Crianza.
Al
finalizar la degustación organoléptica fue servida una deliciosa cena, diseñada
por Guy Santoro, Chef ejecutivo del hotel St. Regis México City. Los guisos
fueron: Ensalada de lechuga Frisse
con huevo pochado y vinagreta de balsámico. Luego un excelente Filete de res
glaseado con Shiraz y puré de papa a la
mascarpone. El postre consistió en Pastel de Calabaza de Castilla y Nuez
de Pecan. Los vinos blancos
que acompañaron tan exquisitos manjares fueron: Chardonnay
Francis Ford Coppola Gold Label Reserva, Diamond Collection, cosecha 2010, y Mount
Hermon Yarden White, cosecha 2007. Dos
vinos tintos armonizaron muy bien con los platillos: I am 1 (Amani), cosecha
2006, y Viña Pedroza Crianza, cosecha
2009.
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