lunes, 22 de noviembre de 2010

EL VINO Y SUS PALABRAS AFINES/LOS COLORES DE LOS VINOS




La palabra VINO designa, exclusivamente, el producto resultante de la fermentación del jugo fresco de la uva, obtenido cuando se somete a prensado el fruto de la vid. El vocablo Oinos, en la lengua griega, significa vino. La palabra Enología, derivada de las raíces helénicas oinos = vino, y logos = estudio, tratado, designa la rama de la ciencia que estudia lo concerniente al vino. A juicio de los filólogos, la voz latina Vinum , que da nombre a esa báquica bebida, tiene el significado de vigor, fuerza. En idioma armenio la palabra que significa vino es Gini, mientras que en hebreo ese término es Wajn. En la lengua hablada en Georgia, ex república de la Unión Soviética, vino se dice Gvino. En alemán es Wein. En inglés se dice Wine, mientras que en italiano y español esa palabra es Vino. Y en francés es Vin.

Por lo que concierne a los colores de los vinos, el rojo, también llamado tinto, tiene esta denominación por la voz latina russeus, que se traduce como rojo intenso. La palabra tinto probablemente deriva de tintóreo, término que expresa la capacidad colorante de algunos productos vegetales, animales y minerales, y hace alusión a las múltiples tonalidades y matices rojizos que se observan en esta clase de vinos. Tinto es el participio pasado del verbo tingere, teñir.

La elaboración del vino de mesa llamado tinto se caracteriza porque la fermentación del zumo obtenido del prensado de las uvas, tiene lugar en presencia de hollejos, raspones y escobajos propios de los racimos y granos de la fruta, lo que contribuye a darle el color y las cualidades vínicas que son propias de esta clase de caldos etílicos. Durante la cata, también llamada degustación, acto mediante el cual se analiza el color, el olor y el sabor de los vinos de mesa (acción esta última que tiene la finalidad de percibir y evaluar las cualidades de dulzor, salinidad, acidez y amargor) se suele emplear las palabras rubí, granate, cereza, frambuesa y varias otras, acompañando al vocablo rojo, para describir en forma acertada el color del vino tinto que se está analizando mediante los órganos de los sentidos, de ahí que se hable de una degustación organoléptica.

El nombre del color rosado, propio de una clase especial de vinos ---que para muchos enólogos es sólo una variante de los tintos---, proviene del nombre de la flor (rosa. En lengua latina) cuya tonalidad cromática distintiva es un encarnado poco intenso, tenue y delicado. Un vino rosado es aquel que se obtiene mediante el prensado moderado de las uvas tintas, cuyos hollejos son dejados por poco tiempo en contacto con el jugo de las uvas, para que tiñan levemente al vino, confiriéndole ese delicado y hermoso matiz que distingue a esta clase de vinos. Conviene mencionar que otra manera de elaborar vinos rosados es mezclando una parte de vino tinto con otra de vino blanco. Este proceso es quizá más fácil, pero menos apropiado para producir vinos de calidad, finura y sabor.

El vino blanco (elaborado a partir de uvas blancas, o bien utilizando uvas tintas, pero teniendo el cuidado de que el hollejo, nombre de la piel de la uva, y los escobajos sean retirados previamente a la fermentación, para que el vino carezca de cualquier tonalidad carmesí, por mínima que ésta pudiera llegar a ser) no tiene en realidad ese color, sino que éste oscila entre un verde pajizo y un amarillo ambarino. El término amarillo se deriva de la voz latina amarillus , diminutivo de amarus , cuyo significado es amargo. Al respecto señala el filólogo Carlos Laguna que ese nombre parece haber sido empleado para referirse a la palidez de quienes padecen ictericia, “pues ese padecimiento es producido por un trastorno en la secreción de la bilis, es decir, del humor amargo”.

En Alemania y en Portugal existen vinos blancos jóvenes que son llamados verdes , Esta palabra, el adjetivo y el sustantivo verde, designa al cuarto color del espectro solar, y se deriva del vocablo latino viridis, que para algunos analistas del lenguaje tiene el significado de vigoroso, fuerte, lo mismo que fresco, y reciente.

Otro vocablo relacionado estrechamente con el vino es Viña, que tiene el significado de terreno plantado con vides. Vendimia (palabra que es una metátesis, alteración del orden de los sonidos de un vocablo de vindemia, palabra que proviene de las voces latinas vinum = vino, y demere = quitar, recoger) tiene el significado de recolección, cosecha, de las uvas, cuando éstas han alcanzado la madurez deseada por el enólogo.

Champagne es una palabra derivada del latín campus, que en lengua francesa se escribe Champ, que tiene el significado de “llanura fuera de la población”. Guarda estrecha similitud con el vocablo campiña. El nombre Champagne únicamente puede ser utilizado por los productores del vino espumoso por excelencia, en la región homónima de Francia. En otras regiones francesas debe utilizarse la expresión Vin mousseux. En el resto del mundo deben emplearse las palabras, en los idiomas propios de cada país productor, que hagan alusión a esta clase de vino burbujeante: sparkling wine, en las naciones angloparlantes. En Alemania se emplea el término Sekt, y también el vocablo Qualitätsschaumwein, cuya traducción es vino espumoso de calidad. En Italia usan la palabra Spumante. En España el vino espumoso es llamado Cava.

Para concluir transcribiré dos acertados pensamientos de las Sagradas Escrituras referentes al vino. El primero, del libro titulado Eclesiástico, a la letra dice: “Alegría del corazón y bienestar del alma es el vino bebido a tiempo y con sobriedad”. El otro, del libro titulado Proverbios, asevera lo siguiente: “Dad vino a los que tienen el corazón lleno de amargura. Beban ellos para echar en olvido sus miserias”.

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