Sin el chile, los mexicanos no creen que
están comiendo
FRAY BERNARDINO DE SAHAGUN.
(1499-1590)
La mayoría de los investigadores de la alimentación de los pueblos prehispánicos, en el área
geográfica denominada genéricamente Mesoamérica, coinciden en señalar que su
dieta cotidiana, basada en el maíz, la calabaza y el frijol ---la cual estaba
complementada con el chile y el jitomate---, les aportaba los valores nutricionales que
permitía una adecuada ingesta, equilibrada en glúcidos, lípidos y prótidos, a más de vitaminas y
sales minerales.
Cabe aquí transcribir un párrafo del libro Capsicum
y cultura: la historia del chile, de la investigadora Janet
Long-Solís, quien asevera: “El capsicum tiene una larga tradición
cultural en México. Conocido popularmente como chile, algunos arqueólogos lo consideran
una de las primeras plantas cultivadas en Mesoamérica. Por lo menos una de sus
especies, Capsicum
annuum, fue domesticada en esta zona, en la época prehispánica, y fue un
importante producto alimenticio y de tributo en la época de la conquista europea”.
Y agrega: “Este condimento ha contribuido, durante los últimos ocho mil años,
con variedad y sabor, a la dieta básica del país; hasta se podría preguntar si
el régimen basado en maíz, frijoles y calabazas hubiera perdurado tanto sin el
uso de esta especia”.
Es conveniente recordar que los antiguos mexicanos solían
hacer solemnes rogativas a una deidad
---hermana del dios de la lluvia: Tláloc--- llamada Tlatlauqui Cihuatl
Ichilzintli, a la cual daban el respetuoso tratamiento de ”respetable señora del chilito rojo”.
Acerca del chile leo en el libro Los alimentos
mágicos de las culturas indígenas mesoamericanas, escrito por Octavio Paredes, Fidel Guevara y
Luis Arturo Bello, las siguientes frases: “El chile, junto con el maíz y el
frijol, fue básico en la alimentación de las culturas de Mesoamérica, que es
considerada su lugar de origen y
domesticación. El nombre chile viene del náhuatl chilli, pero en
Sudamérica se le llama ají,
palabra de las lenguas Aruaca y Taína, habladas por los grupos étnicos
que habitaban en la isla Española (compartida hoy en día por República
Dominicana y Haití), y en España se le denomina guindilla. En Estados
Unidos de América se le llama Pepper. En Francia, Piment, y en
Portugal, Pimienta.
En la época
prehispánica , las palabras cococ,
cocopatic y cocopalatic, de origen náhuatl eran utilizadas para
clasificar a los diferentes tipos de chile según su grado de pungencia, como
picante, muy picante y picantísimo”. De México se propagó el chile
prácticamente a todo el mundo, ya que, como asevera Janet Long-Solis., “No hay
evidencia de su existencia en otros
continentes, antes del descubrimiento de América. Según los etimólogos, tampoco
hay referencias anteriores al siglo XVI
en lenguas tan antiguas como el sánscrito, el griego o el chino. Además, ha
conservado su nomenclatura náhuatl de chilli, o la denominación
española, del siglo XVI, de pimienta, en muchas partes del mundo”.
Para conocer el significado preciso de algunos términos
referentes al picor de los chiles, consulté un libro de mi biblioteca, titulado Novísimo Diccionario de la
Lengua Castellana, editado por la Real
Academia Española de la Lengua, en el ya muy lejano año de 1883. En esa obra
leo que guindilla “es el pimiento pequeño y encarnado, que pica mucho, del Capsicum species”. Otra palabra que tiene relación con la
sensación que producen los chiles al ser ingeridos es Acritud, que tiene por
sinónimo Acrimonia, y en cierta forma se refiere a lo que es Acerbo: “lo que es
áspero al gusto y causa dentera”. Dentera es un término que significa la
sensación áspera y desagradable en la dentadura, ocasionada por el ácido de
algunas frutas o comidas agrias. Pungencia es la cualidad de pungir, de herir.
En otro diccionario más reciente, el wordreference.com, consultado en internet, encontré que
guindilla es el fruto del guindillo de Indias, un pimiento pequeño, rojo o
verde, muy picante. Y que acritud es la aspereza en el gusto y en el olfato, lo
mismo que del carácter.
El chile está incluido dentro del género capsicum (que comprende 26 especies diferentes) de
la familia de las plantas solanáceas (en la cual están comprendidas las
siguientes: papa, jitomate, berenjena, tabaco, belladona, mandrágora y
toloache). Una de esas especies, quizá la más importante, es la Capsicum
annuum, que comprende numerosas variedades, entre las que puedo enlistar las
siguientes: chilaca –denominado pasilla
una vez deshidratado---; serrano;
jalapeño, igualmente conocido como cuaresmeño,
que cambia de nombre a chilpotle al estar seco, guajillo, poblano (el cual una vez seco, si
adquiere el color rojo, es llamado
ancho, pero si toma tonalidad café entonces recibe el nombre de mulato). El
chile habanero (Capsicum chinense) es de origen sudamericano, perfectamente
adaptado al suelo de México, especialmente al de la península de Yucatán.
“El género capsicum (asienta Arturo Lomelí en su
libro El chile y otros picantes) fue descrito por primera vez por un
taxonomista y botánico llamado José Pitton, antes de 1700. El origen de la
palabra capsicum
es oscuro. Algunos creen que proviene del latín casicon o cápsula, porque en
pequeñas cajas guardaban las semillas del chile. Otros proponen que el término
proviene de kaptein o kapto, que significa algo para morder”. Y a continuación
agrega lo siguiente: “ No parece haber la menor duda de que el chile es
originario de América, aunque algunos botánicos afirman que se originó en
Sudamérica. De todas formas, el más remoto dato arqueológico nos revela que con
una antigüedad de siete mil años antes de Jesucristo, en Tehuacán, México, se
encontraron huellas de este famoso fruto”.
Jesús Flores y Escalante, autor del documentado estudio que
lleva por título Brevísima historia de la cocina mexicana, asienta lo siguiente
al hacer mención del chile: “Al incorporarlo con el jitomate, el tomate verde,
el guaje o huaxi, y algunas otras plantas aromáticas., como el epazote,
el pápalo y la pipicha, dio nacimiento a las salsas, que adicionándole
agua provocaron la producción de diversos moles o mollis”.
En la obra de Janet Long-Solis, editada en el año 2006, se
asienta que “México es el país con mayor diversidad genética del género capsicum,
pero no es el principal productor mundial. Se encuentra nuestro país en sexto
lugar, después de China, España, Turquía, Nigeria e India. El estado de la
República Mexicana con mayor producción de chile es Zacatecas, donde se
cultivan 40 mil de las 155 mil hectáreas que se reportan de ese cultivo”.
Mención especial merece el chile chilhuacle, propio para
condimentar el mole negro de Oaxaca, una de las excelencias de la cocina de esa
entidad. La palabra chilhuacle significa “chile viejo” en lengua náhuatl, y en
realidad se trata de tres tipos diferentes de chiles secos: chilhuacle
amarillo, chilhuacle negro y el de color rojo. Es un chile que alcanza un
precio muy elevado, en virtud de su reducida producción, y el cual solamente se
puede conseguir en el estado de Oaxaca.
Me resultó en extremo interesante enterarme que en una
revista Selecciones, de hace muchos años, apareció la referencia al
hecho de que el director de orquesta Zubin Metha suele llevar consigo varios
chiles en una cajita de fósforos, incluso cuando va a un restaurante de alta
cocina. Cierta vez los llevó a un banquete orecido por la reina Isabel II de
Gran Bretaña. “Sin chile —afirmó— la comida me parece de hospital”. En esa
misma publicación se mencionaba que el astronauta estadounidense William Lenoir
llevó un chile jalapeño a un viaje espacial. Actualmente se acostumbra incluir
salsa picante en la comida de los astronautas en el espacio exterior.
En esta nota periodística, escrita por el hindú Aman Naj,
leo que “los tailandeses son la gente que más chile consume en todo el mundo:
unos cinco gramos diarios por persona, lo que quizá sea el doble del promedio
individual de la India, donde los estudiantes llevan chile en sus bolsillos, y
lo comen acompañado de una especia hecha a base de chile rojo en polvo. Los
coreanos les pisan los talones a los tailandeses, en lo que se refiere al
consumo de chile, y les gusta mucho el pimiento rojo seco, que utilizan como
principal condimento del kimchi, alimento básico de Corea. Se trata del mismo
picante intenso que apetecen con ansia los habitantes de Sechuán, en China.
Allí se comienza el día con un platillo de fideos bañados en aceite
condimentado con chile”.
En la página web Wikipedia aparece lo referente al compuesto químico llamado capsaicina, también nombrada capsicina (8-metil-N-vanillil-6-nonenamida), que es el componente activo del chile. Es una substancia altamente irritante al ser ingerida, y produce una fuerte sensación de ardor en la boca. Por la sensación de ardor que produce, la capsaicina es comúnmente usada en productos alimenticios para hacerlos más picantes. El grado de picor de un alimento se mide por la Escala Scoville.
Wilbur Lincoln Scoville fue un químico estadounidense quien, en 1912, investigó el grado de pungencia de los chiles, y desarrollo la llamada Escala Scoville, la cual (de acuerdo a dicha página arriba citada) está basada en el Examen Organoléptico Scoville, que consiste en una solución con extracto de chile, que es diluida un número de veces en azúcar y agua hasta que el picante ya no puede ser detectado por un comité de examinadores; el número de veces que es diluido el extracto da el grado en la escala. Entonces un chile dulce, que no contiene Capsaicina, tiene cero en la escala de Scoville. Sin embargo entre los chiles más picosos como el habanero, encontramos un grado de 300,000 o más. Esto indica que el extracto fue diluido 300,000 antes que la Capsaicina fuese indetectable. La gran debilidad de este método recae en su imprecisión, pues la prueba está sujeta a la subjetividad humana.La Escala Scoville contempla la medición en Unidades Scoville en múltiplos de 100. Una parte de un chile picoso disuelto en un millón de gotas de agua es tabulado en l.5 unidades Scoville. El pimiento morrón tiene una medida de 0 en dicha escala. El chile ancho y el pasilla tienen de 1.000 a 1.500 Unidades Scoville. El jalapeño y el guajillo, de 2.500.a 5.000 Unidades. El chile chilpotle, de 5.000 a 8.000 Unidades Scoville. El chile piquín alcanza de 30.000 a 50.000 Unidades. El habanero, de 100.000 a 350.000 Unidades Scoville. La capsaicina pura alcanza de 15 a 16 millones Unidades Scoville.
Una reciente investigación médica realizada en la Universidad de Nottingham, de Inglaterra, cuyos resultados fueron dados a conocer en un artículo científico aparecido en la revista Biochemical and Biophysical Research Communications, permite afirmar que la capsaicina posee acción anticancerosa, motivo por el cual continúan los estudios acerca de este favorable efecto en casos de neoplasias. En un periódico de la ciudad de México (El Universal, del 10 de enero de 2007) apareció la noticia de que los científicos ingleses, dirigidos por el doctor Thimoty Bates, constataron que la capsaicina es capaz de eliminar las células malignas, atacando sus fuentes de energía mitocondrial. ”Los expertos -señala esa información-- analizaron los efectos de la capsaicina en diversos tipos de cáncer, como el de pulmón y el de páncreas, con resultados considerados sorprendentes”.
Ahora bien, como es sabido, estoy muy interesado en todo lo
concerniente a la paremiología --palabra
derivada del vocablo griego paroima,
que hace alusión al estudio de los refranes, llamados por los romanos proverbium
y también adagium--, ya que esa rama de la literatura se refiere a
aquellas voces populares, los dichos, refranes y demás expresiones jocosas
---preñadas de señalada certeza---. en
los cuales se pone de manifiesto el profundo sentir y la incomparable gracia
innata de los anónimos seres que forjaron estas sentencias en todo el mundo.
En el refranero mexicano existe una amplia gama de temas,
dentro de lo que pudiera ser considerado como elementos comestibles y
bebestibles. En esta entrega enfoco mi atención en el chile, alimento éste que
ha inspirado infinidad de refranes y expresiones populares de señalado ingenio.
A continuación enlisto esos adagios, según son escuchados en nuestro país.
- A darle que es mole de olla.
- Ahora es cuando chile verde, le has de dar sabor al caldo.
- A lo picante, vino abundante.
- Andar a medios chiles.
- ¿Chilaquiles aquí y enchiladas allá?
- Chile que se ha de pelar, que se vaya remojando
- Como los indios de Xochimilco, pidiendo chile a gritos.
- Cuando andes a medios chiles, búscate medias cebollas.
- De chile, de dulce y de manteca.
- Enchílame otra.
- Es más bravo que un chile piquín.
- Lo mismo es chile que agujas: todo pica.
- No confundas las enchiladas con los chilaquiles.
- No le tengas miedo al chile aunque lo veas colorado.
- No seas cuenta chiles.
- Pior es chile y l’agua lejos.
- ¿ Qué mis enchiladas no llevan queso?
- Qué molito, qué bien pica.
- - Si no es enchílame otra.
- - Te traigo en salsa.
- - Yo soy como el chile verde, picante pero sabroso..
2 comentarios:
El chile es historia, cultura y legado, como muchas otras cosas de México para el mundo.
Seamos orgullosos de nuestros tesoros y promovámolos personalmente por que nuestros gobiernos como en otras cosas son indolentes y siempre nos comen el mandado.
René Glezz.
Excelente informacion , gracias.
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